Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
La Cámara de Diputados de Oaxaca tomó un punto de acuerdo para que se verifique a las gasolineras, debido a la infinidad de quejas de los consumidores por el mal servicios que prestan y sobre todo porque no dan litros exactos. El compromiso lo tomó la Legislatura en diciembre del año pasado, por que resultó un llamado a misa, que no atendieron ni la Secretaría de Economía (SE) del gobierno federal y tampoco la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), pues a la fecha no se ha efectuado ninguna revisión extraordinaria a los 200 expendios de gasolina que existe en la entidad.
La situación en el país llama la atención debido a que diariamente se venden 400 mil litros de gasolina, que al momento de expenderse se tiene la certeza que las gasolineras no despachan litros exactos. Petróleos Mexicanos (Pemex) reconoció el año pasado que en el país se roban combustibles del orden de los 27 mil barriles diarios; que representan un millón 485 mil litros, es decir casi cuatro veces las ventas diarias, lo que resulta paradójico que las autoridades no estén enteradas de cómo se comercializa ese hidrocarburo y que al ingresar al mercado llegue contaminado y por lo tanto de mala calidad.
Las verificaciones de la Profeco a las gasolineras se realizan por temporadas y en recorridos nacionales, tres o cuatro al año, ya que tiene brigadas que circulan en el país, por lo que no es competencia exclusiva de la delegación, ya que las inspecciones se efectúan de manera coordinada con la dirección nacional, según lo dio a conocer Paulo José Luis Tapia Palacios, delegado de la Profeco en Oaxaca, quien anticipó que será en este de mes de febrero que se volverá a realizar una visita de inspección.
El último recorrido de supervisión se efectuó en octubre pasado, detectando en dos gasolineras de la Mixteca, una de Miahuatlán y tres más, entre ellas la de Fonapas de la ciudad de Oaxaca, administrada por el Gobierno del Estado, que incumplían con las normas legales establecidas, ya que presentaron error de repetitividad, es decir, no cuantifican la misma cantidad de combustible despachado. La norma establece que puede tener un error en cada 20 litros del orden de 0.10 por ciento, más menos.
Las inspecciones no sólo implican que expendan litros completos, sino que representen un riesgo para los consumidores por las malas instalaciones. Llama la atención que no sean las delegaciones de la Profeco quienes tengan la capacidad de realizar las verificaciones y que necesariamente tenga que llegar una brigada especializada del centro del país. Petición que es secundada por varias delegaciones de la dependencia, ante lo absurdo que representa tener centralizado el operativo.
El mismo delegado de la Profeco en Oaxaca reconoce que los operativos deben ser cada mes. En la actualidad en cada recorrido de inspección, solo se pueden checar entre 15 y 20 de las 200 gasolineras instaladas en la entidad. Las multas aplicadas pueden llegar a ser de 100 mil a los 400 mil pesos. En cuanto a la calidad de los combustibles corresponde a Pemex revisar la calidad de los mismos y no a la Profeco, cuya mayor incidencia de mala calidad se registró en los estados de Puebla y Tlaxcala.
La forma de centralizar los operativos de inspección de la Profeco, por decir lo menos, es como “taparle el ojo al macho”, es decir una simulación porque en el país hasta finales del año 2014 se contabilizaban 10 mil 716 gasolineras proyectándose un crecimiento anual a partir del año pasado de 300 gasolineras más, por lo que resulta ridícula la capacidad de la dependencia encargada de garantizar los derechos del consumidor, pese al pedido de verificación de las gasolineras de la Sexagésima Segunda Legislatura local, a propuesta del diputado Jesús López Rodríguez, coordinador de la fracción parlamentaria del PRD.
@MiguelAschulz