* El senador presentó la tercera edición de su libro “El acceso de las mujeres a la justicia. Una visión para transitar a la igualdad de derechos y de oportunidades”
Ciudad de México.- El senador Ricardo Monreal Ávila manifestó que los hombres deben entender que llegó el siglo de las mujeres y aprender a aceptar la igualdad, equidad y paridad, así como abandonar los estereotipos de violencia de género y el estigmatismo hacia ellas.
Durante la presentación de la tercera edición de su libro “El acceso de las mujeres a la justicia. Una visión para transitar a la igualdad de derechos y de oportunidades”, el legislador consideró que el desafío primordial es la “paridad completa”.
Reconoció que la reforma constitucional en materia de paridad es insuficiente, por lo que aún queda un largo camino por recorrer para asegurar la igualdad total entre mujeres y hombres y garantizar un país libre de violencia de género.
El coordinador del Grupo Parlamentario de Morena subrayó que aún falta asegurar la paridad en las dirigencias de partidos políticos, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Consejo de la Judicatura, en los poderes estatales judiciales y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Indicó que la nueva edición de su libro contiene un capítulo más sobre igualdad en materia electoral, civil, familiar, agraria, penal y laboral.
Monreal Ávila señaló que está pendiente una Iniciativa para reformar el Código Civil Federal para evitar la discriminación de la mujer, cuando haya disolución del vínculo matrimonial. Se requiere un marco jurídico civil y familiar neutral, como lo recomienda la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Es lo más correcto y conveniente, subrayó.
También recomendó fortalecer los poderes judiciales locales e impulsar cambios culturales y programas de formación cívica para que el principio de igualdad no quede únicamente en el ámbito legal.
Luego de señalar que la violencia familiar es la primera causa de divorcio, dijo que uno de los graves problemas es el feminicidio, que tiene una tendencia creciente cada año y ejemplificó que en 2006 se registraron mil 200 asesinatos de mujeres, mientras que en 2017, la cifra aumentó a 3 mil 381.
Aunado a ello, comentó que en México el 43 por ciento de las mujeres han enfrentado agresiones del esposo o parejas; además, cada día nueve son asesinadas por razones de género. Ni una mujer más debe ser violentada. Hay que garantizarles justicia, reparación del daño y la no repetición, puntualizó el legislador.
Jesús Peña Palacios, representante de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que hay una agenda pendiente en esta materia y recordó las dos recomendaciones hechas por el Comité que supervisa la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer.
La primera, expuso, se refiere a la adopción de medidas para combatir las prácticas discriminatorias de los partidos políticos que desalientan a las mujeres en particular, a las indígenas y afromexicanas a presentarse en las elecciones federales, estatales y municipales.
La segunda sugiere la adopción de medidas para armonizar la legislación estatal y reconocer como delito la violencia política contra la mujer, estableciendo responsabilidades claras en materia de prevención, apoyo, enjuiciamiento y sanción para las autoridades federales estatales y municipales.
El contexto en el que vive actualmente el país representa una oportunidad para fortalecer la presencia de las mujeres en la procuración y administración de la justicia, dada la coyuntura. El tema, dijo, es abordado por el autor, al dar la cifra de cuántas juezas y magistradas hay en el país y qué tan lejos se está en ese sector para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
María del Rosario Valencia Salcedo, catedrática de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, habló sobre las diferencias que hay entre mujeres que viven en grandes ciudades y las que habitan en zonas agrícolas. Éstas últimas, siempre han estado en desventaja, y en la mayoría de los casos, ni siquiera conocen sus derechos.
Las mujeres del campo, agregó, son las más violentadas, pues por miedo o desconocimiento no denuncian las agresiones de las que son objeto. Ante este escenario, lo necesario es garantizar el acceso a la justicia para este sector de la población.
La representante de México en el W20, la iniciativa de mujeres del G20, Gina Diez Barroso, expresó que el libro del senador contiene un gran trabajo de investigación y análisis. El libro, precisó, hace mención de indicadores como la opresión masculina, la desigualdad en los salarios, los sesgos conscientes e inconscientes. “Es una realidad, el piso no es parejo, las oportunidades no se están dando y el techo de cristal está en todas partes”.
Señaló que el machismo es una causa de cultura y de educación, por lo que se le debe quitar la “venda de los ojos” a empresas y empresarios “que no se quieren dar cuenta” que las mujeres generan utilidades para ellos. Si se llega a quitar la brecha de género, el Producto Interno Bruto mundial crecería a 12 trillones de dólares, puntualizó.
A su vez, Candelaria Ochoa Ávalos, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM), exhortó a los Congresos locales a eliminar todo tipo de discriminación y desigualdad hacia la mujer de sus códigos penales, civiles, familiares y de su Constitución.
En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, señaló que a pesar de las modificaciones a las leyes federales, los estados tienen pendiente eliminar los delitos de rapto, estupro, abuso sexual y matrimonio infantil. Y homologar el delito de feminicidio.