* La senadora Blanca Alcalá participó en los trabajos de la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA
Ciudad de México.- El camino jurídico para lograr la igualdad entre hombres y mujeres ha sido muy largo y complejo; por ello, la responsabilidad de las y de los legisladores es crear leyes más estrictas para su cumplimiento y de esta manera lograr democracias paritarias en el mundo, aseguró la senadora y presidenta del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), Blanca Alcalá Ruiz.
Al participar en los trabajos de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), de la Organización de los Estados Americanos (OEA), señaló que en el caso de la igualdad para las mujeres el camino ha sido “sumamente largo y sumamente complejo y hay todavía muchos obstáculos qué vencer”.
La legisladora del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI) refirió que prácticamente el reconocimiento de derechos para las mujeres existe en todas las naciones del mundo; sin embargo, son pocos los países que incluyen el principio de paridad en sus sistemas políticos de representación.
“En la región afortunadamente Ecuador, Bolivia y México lo han incorporado ya en sus legislaciones constitucionales; Costa Rica y Nicaragua, en su legislación secundaria”, indicó.
En el caso de México, dijo Alcalá Ruiz, desde hace ya algunos años “diputadas, senadoras, académicas, servidoras públicas, políticas han colocado, no sin sortear dificultades, la agenda de las mujeres en el centro del debate”.
Detalló que en el ámbito legislativo la suma de esfuerzos ha diluido colores partidistas, fronteras ideológicas para lograr importantes avances, “necesarios sí; suficientes, creo que no, pues el camino, insisto, en este sentido, ha sido además de largo, también sinuoso”.
La senadora comentó que en nuestro país muchos sectores de la sociedad sostienen la idea de “nuestra condición de mujer nos exija someternos a un doble examen, un doble examen de competencia, que en el caso de los hombres, por cierto, nunca es necesario”.
Para nosotras, el desempeño de cualquier rol, en cualquier papel, exige demostrar que podemos, que nuestra sola condición nos hace avalar que efectivamente estamos preparados. A nosotras se nos exige, a los hombres desafortunadamente se les exime, agregó.
“Soy de la opinión que debemos, en todos los campos, exigir por igual a ambos géneros: responsabilidad, rigor, inclusive experiencia, sensibilidad y competencia; porque las responsabilidades públicas, familiares, escolares o de salud, por ejemplo, hasta hoy, siguen siendo poco compartidas”, puntualizó.