Oaxaca de Juárez, Oaxaca.- El Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO), espacio perteneciente a la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (Seculta), fue y sigue siendo testigo de la historia de México independiente, revolucionario y contemporáneo.
De arquitectura colonial del siglo XVII, este edificio situado sobre la Avenida Independencia esquina con la calle García Vigil, cumple este año su XV aniversario de ser un espacio cultural de las y los oaxaqueños, que muestra colecciones de arte y obras de grandes maestros y maestras de la entidad.
El edificio es fácil de reconocer, ya que está construido con cantera verde de estilo virreinal; con ventanales y una puerta de madera que da acceso a un pórtico con bancas de piedra que anuncian el patio principal delimitado por columnas cuadrangulares y crujías en todo el inmueble.
En la parte posterior, se encuentra un segundo patio con el mismo diseño, que actualmente se utiliza para conferencias o talleres. Para acceder al segundo nivel, es necesario recorrer unas escaleras que conducen a las salas perimetrales con largos pasillos de azulejo rojo.
El MUPO cuenta con cuatro salas con exposiciones temporales: “Rufino Tamayo”, “Rodolfo Morales”, “Rodolfo Nieto” y “Francisco Gutiérrez”; donde los visitantes podrán admirar las obras de pintores reconocidos a través de visitas guiadas, conferencias y presentaciones editoriales; así como servicios de enseñanza a niñas y niños en edad escolar.
Este recinto ha albergado el museo durante los últimos 15 años. Anteriormente, del año 1993 al 2003 fueron las oficinas de la Secretaría de Turismo del Estado; por lo que ese año inicia su rehabilitación, restauración y adaptación.
Años antes, hasta 1992 fueron oficinas del Ayuntamiento de la ciudad de Oaxaca de Juárez. Este edificio fue el Museo de Antropología e Historia y Museo Regional del Estado hasta 1986, donde se expusieron documentos, vestigios y joyas de la zona arqueológica de Monte Albán; así como la primera sede donde se exhibieron las joyas de la “Tumba 7”, descubierta por el arqueólogo Alfonso Caso.
Este inmueble se edificó bajo la iniciativa del licenciado y sacerdote Juan Gómez de Tapia, cura de Tututepec y del filántropo portugués Manuel Fernández Fiallo, para contar con un espacio para la educación de las niñas oaxaqueñas sin distinción y bajo los auspicios del obispo Isidro Sariñana.
De esta manera, el día 26 de enero de 1686 este espacio educativo se apertura con el nombre del Colegio de Doncellas de Nuestra Señora de la Presentación o “Colegio de las Niñas”. Posteriormente, el Colegio fue clausurado y expropiado, dejando de funcionar en 1860; reabriéndose sus puertas en 1866, en el periodo de gobierno de Porfirio Díaz.
Actualmente el MUPO -ubicado en avenida de la Independencia 607 en el centro de la capital- se encuentra cerrado en cumplimiento a la Emergencia Sanitaria por la pandemia del Covid-19; pero las personas podrán visitarlo posteriormente en un horario de 9:00 a 18:00 horas.