El Museo del Ferrocarril de Oaxaca y Demetrio Vallejo

 

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Miguel Ángel Schultz

En Oaxaca los movimientos sociales no son de ahora, tienen raíces profundas, prueba de ello es el movimiento ferrocarrilero, que fue aplastado por el gobierno federal, del entonces presidente Adolfo López Mateos y su Partido Revolucionario Institucional (PRI), en marzo de 1959; cuando fueron ocupadas por el Ejército las estaciones, talleres, bodegas de los ferrocarriles, así como las sedes del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM) en todo el país.

El saldo fue de nueve mil trabajadores del riel despedidos y cientos de ellos encarcelados, entre estos su dirigente nacional Demetrio Vallejo, que recuperó su libertad después de 10 años, como resultado del Movimiento Estudiantil de 1968, que una de sus demandas del Consejo Nacional de Huelga del 68, fue la libertad de los presos políticos, encarcelados muchos de ellos en la prisión del Palacio de Lecumberri, en la Ciudad de México, por diversos movimientos sociales.

En Oaxaca, los ferrocarrileros presos por esa insurrección obrera, los mantuvieron en la cárcel del ex convento de Santa Catalina, que era una pocilga, en ese entonces, hoy convertido en el lujoso hotel de “La Quinta Real”, que “refleja el esplendor virreinal de la Nueva España”, según dice la publicidad con la que se promueve el lugar, donde estuvieron por años presos políticos de Oaxaca, de los que hoy nadie se acuerda.

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Demetrio Vallejo nació en El Espinal, Oaxaca, el 6 de noviembre de 1910 y murió el 24 de diciembre de 1985; fue autodidacta, pues tenía estudios de tercero de primaria, miembro del Partido Comunista de México (PCM), por aquellos años proscrito en el país, del que fue expulsado, por lo que formó parte del Partido Obrero Campesino Mexicano (PCOM) y al salir de la cárcel organizó el Partido Mexicano de los Trabajadores.

Llegó a ser el dirigente del sindicato de rieleros con una votación inimaginable, al alcanzar 59 mil 759 votos a su favor y su opositor nueve, por lo que ocupó la Secretaría General del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM). Su actividad sindical la inició con los paros realizados en los meses de julio y agosto de 1958, donde los trabajadores ferrocarrileros de Oaxaca, del Istmo y de los Valles Centrales, tuvieron una decidida participación, particularmente la Sección 13 de Matías Romero de la que era representante y que acudió a la ciudad de México al llamado de la Sección 15, que se pronunció por un incremento salarial  y que terminó con el estallido de paros escalonados, arrancando un convenio a favor de los trabajadores.

Sin embargo, al continuar con sus demandas de mejores condiciones de vida y de trabajo, el gobierno federal decidió poner fin a la lucha de los ferrocarrileros, que se había extendido ya a otros sectores obreros del país, como en de los petroleros, por lo que sin miramientos, fue reprimida la lucha de los ferrocarrileros en marzo de 1959. En la ciudad de Oaxaca la sede del Sindicato de Ferrocarrileros, ubicada en la primera calle de Sabino Crespo, fue tomada por asalto por los soldados y los dirigentes locales hechos prisioneros, mantenidos en lo que es el Palacio Federal, que es el antiguo palacio del Arzobispado ubicado en la Avenida Independencia, frente a la Catedral de Oaxaca.

 

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Estas luchas sociales en las que han participado los trabajadores oaxaqueños, junto con campesinos e indígenas, así como otros sectores, no pueden perderse en la desmemoria, por lo que resulta necesario que el Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur, que fue inaugurado el 12 de octubre de 2003, no sea sólo una referencia de la importancia que tuvo el tren en Oaxaca.

Sino que ese museo sea parte de la memoria viva de las mejores causas sociales del pueblo de Oaxaca, que nos recuerde el sacrificio hecho por los y las oaxaqueñas de otros tiempos, para que las generaciones del futuro tengan conocimiento de los vientos libertarios que se gestan aquí, en nuestro estado, por lo que este museo debe llevar el nombre de Demetrio Vallejo.

Los tiempos que vivimos son difíciles, más aun cuando en Estados Unidos, se inicia un cambio hacia el endurecimiento de la política del país, que más invasiones armadas ha llevado a cabo contra otras naciones en el mundo, incluyendo el nuestro, al que le cercenó la mitad del territorio con guerras injustas; por ello, ante este panorama sombrío se está obligado a abrevar de nuestra historia, de hombres como Demetrio Vallejo, que pudieron enfrentar los turbulentos años que le tocó vivir y que ahora nos tocará a nosotros afrontarlos. @MiguelAschulz

oaxacaentrelineas@gmail.com

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