* No basta con establecer sanciones para erradicar la violencia, es necesario un cambio de paradigma radical, afirma la senadora
Ciudad de México.- La presidenta de la Comisión de Justicia del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, aseguró que la importancia de erradicar la violencia comunitaria radica en garantizar a las mujeres el acceso a una vida libre de violencia, el libre tránsito, el respeto a su integridad y el desarrollo pleno en todas las esferas de su vida cotidiana.
Durante el ciclo de conferencias “Mujeres por una vida libre de violencia comunitaria”, sostuvo que no basta con establecer sanciones para erradicar la violencia, sino que es necesario un cambio de paradigma radical, en el que se elimine la noción patriarcal de la superioridad de los hombres sobre las mujeres.
“Un paradigma en el que las mujeres no sean vistas como sus propiedades, ni como un instrumento o una servidumbre. Una sociedad en la que todas las personas tengamos, en efecto, los mismos derechos. Una sociedad justa en la que ser mujer sea sinónimo de poder y de libertad”, indicó.
Sánchez Cordero puntualizó que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia señala que violencia en la comunidad son los actos individuales o colectivos que transgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración, discriminación, marginación o exclusión en el ámbito público.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de las mujeres de más de 15 años en México, 45.6 por ciento, es decir, 23 millones de mexicanas, manifestaron haber experimentado violencia en el ámbito comunitario a lo largo de su vida, detalló la legisladora de Morena.
Además, subrayó que las mujeres son quienes sienten mayor temor de salir y ser violentadas en espacios públicos, así como quienes más sufren el impacto de la inseguridad.
Este tipo de violencia, se debe al sistema de valores que privilegia la figura del hombre, al considerarle, por naturaleza, superior, por lo que las mujeres deben soportar todo tipo de violencia, como el hostigamiento sexual callejero, así como actitudes de discriminación, detalló Sánchez Cordero.
La especialista Andrea Vega destacó que el desplazamiento forzado interno se relaciona con la violencia comunitaria, pues es un fenómeno que, aunque parece invisible para muchos países, cifras de organismos internacionales indican que, a diciembre de 2021, en México 379 mil 332 personas sufrieron por esta situación.
“El desplazamiento se debe a violaciones a los derechos humanos, violencia que generan los grupos armados, violencia política y conflictos territoriales, y las más afectadas son niñas y mujeres”, denunció.
Celia Aguilar Setién, directora General de Planeación y Evaluación del Instituto Nacional de las Mujeres, agregó que para atender esta circunstancia no sólo se necesitan leyes y políticas públicas, sino que debe haber una articulación de los poderes del Estado, así como entre estados y municipios, “porque para abatir la violencia comunitaria debe haber voluntad política”.
Xadani Arvizu, del Instituto Nacional de las Mujeres, dijo que el ámbito comunitario es donde hay más violencia, pues los datos arrojan que, en el 2021, cinco de cada 10 mujeres sufrieron agresiones; “el primer tipo de violencia que padecen niñas y mujeres es la agresión sexual que representa 42.2 por ciento, psicología 20.7 y física 9.6”, puntualizó.