- Llaman organizaciones a generar industria nacional de productos medicinales de la cannabis.
- La legalización debe contemplar la descriminalización de los consumidores y regulación de producción y distribución.
Al inaugurar el seminario internacional “Perspectivas legislativas para la regulación de la cannabis no psicoactiva para su uso medicinal, terapéutico e industrial”, el senador señaló que es necesario regular el consumo y producción de esta planta, ante la grave crisis de inseguridad que vive el país y para impulsar el crecimiento industrial y la generación de empleos.
El presidente de la Comisión de Seguridad Social del Senado de la República comentó que el país atraviesa “una verdadera crisis” de miles de muertos, desempleo y pobreza, debido al prohibicionismo del consumo de drogas y la actual situación económica. Indicó que se puede utilizar esta la marihuana “para hacer una gran industria en México” y resolver esta situación.
Aquí en México nos matamos por la gran ignorancia, porque no hay otra palabra, de estas legislaturas, que no han entendido que tenemos que enfrentar de este problema del narcotráfico y regular las cosas, subrayó el legislador del Grupo Parlamentario del PRD.
Del mismo modo, destacó los beneficios terapéuticos que los derivados de la cannabis tienen en niños con epilepsias refractarias, así como en pacientes con cáncer; “es el mejor antiemético –que impide el vómito– que hay, en serio, y les puedo seguir mencionando todos los beneficios”.
Agregó que es necesario abordar estos temas y discutirlos para beneficio de los mexicanos, de los que vivimos en este país y evitar así las importaciones de estos productos; “tenemos la capacidad y estamos viendo y palpando el beneficio que tienen estas medicinas”.
Hans Mathieu, representante de la Fundación Friedrich Ebert en México, consideró que nuestro país perdió una oportunidad importante para legalizar y descriminalizar el uso de la marihuana, pues la propuesta que se presentó en abril parecía tener “asesoría de traficantes” porque, por un lado, proponía aumentar el consumo, y por otro, no regular su producción y distribución.
Explicó que en México recientemente se han presentado algunas iniciativas de reforma que no consideran dos vertientes: la descriminalización del consumo y la regulación de la producción y distribución para reducir los ingresos ilegales de los narcotraficantes; si las dos cosas no se combinan, las políticas en esta materia no funcionarán y no reducirán el complejo de daños causado por el prohibicionismo.
En tanto, Raúl Elizalde Garza, presidente de la Asociación #PorGrace, manifestó que es momento que los legisladores pierdan el miedo a esta planta y que entiendan que hay diferencia entre sus componentes psicoactivos y el cáñamo industrial.
Indicó que hay mucha desinformación sobre el cáñamo, elemento del que se derivan muchos de los productos terapéuticos y medicinales. Dijo que México tiene que estar a la vanguardia de sus principales socios comerciales, que son Estados Unidos y Canadá, quienes ya tienen una regulación de la marihuana y sus derivados.
Margarita Garfias, presidenta de la Asociación Bienvenido Holanda, destacó la importancia de hacer llegar derivados de la cannabis, como su aceite, a las familias con niños que padecen enfermedades que pueden ser tratadas con este tipo de productos medicinales.