Ni sacerdotes se salvan en Tamaulipas, matan a uno en balacera

Foto de archivo

México, DF. El sacerdote católico Marco Durán resulto muerto al quedar en medio de fuego cruzado entre elementos del Ejército y alzados en armas, cuando circulaba en su vehículo, en las proximidades de la iglesia que dirigía.
La noticia la confirmó este sábado la Diócesis de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, a través de su vocero Alán Camargo.

“El Padre Marco no es sólo una víctima más de esta alzada de odio entre hermanos. Se trata de un hombre elegido para el servicio del pueblo de Dios, en estas tierras manchadas de sangre”, citó un comunicado de la Diócesis confirmando la muerte.
El ministro de la iglesia falleció cuando recibía atención medica en un hospital de la localidad, ya que extraoficialmente se supo que una bala lo hirió en el pecho, destrozándole el pulmón.
Aunque en la escueta comunicación no se dieron detalles, varios medios locales indicaron que una bala impactó en el pecho del sacerdote y le destrozó su pulmón, lesión por la que fue tratado en el hospital donde falleció. A continuación reproducimos:

Comunicado de la Diócesis

Con profunda consternación comunicamos a la Diócesis, a la Iglesia y a nuestra sociedad, el dramático fallecimiento de nuestro hermano Marco Antonio Durán Romero.

Pbro. Marco Antonio
¡Sangre de mártires, semilla de cristianos!

En el contexto de violencia e inseguridad que vivimos nuestros Estados y Municipios han sido múltiples las víctimas inocentes y las familias que han padecido el dolor y la ruptura, el temor y muerte.

El Padre Marco no es solo una víctima más de esta alzada de odio entre hermanos. Se trata de un hombre elegido para el servicio del pueblo de Dios, en estas tierras manchadas de sangre.

La sangre del Padre Marco víctima inocente, significa una voz que clama al cielo pidiendo compasión y paz para nuestro pueblo, significa una llamada a todos los fieles y ciudadanos, para que continuemos orando y comprometiéndonos en el trabajo por la justicia y la paz, significa la voz viva y fuerte de Dios mismo, para que todos volvamos nuestra mirada al cielo y enderecemos nuestros caminos.

Encomendamos el alma de nuestro hermano sacerdote a la misericordia de Dios. Pedimos la intercesión de la Virgen María para que Dios tenga piedad de este pueblo peregrino y nos de paz.

A la brevedad entregaremos otro comunicado para informar sobre los pormenores de los servicios funerarios.

Pbro. Lic. Roberto Sifuentes Aranda
Administrador Diocesano

H. Matamoros, Tamaulipas, julio 2 de 2011.

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