Por Horacio Corro Espinosa
Para el 4 de junio de 2017
Está bien que llueva pero que no provoque muertos. Desafortunadamente se contabilizaron siete de ellos, y miles de damnificados. Aunque el gobierno de Oaxaca nunca emitió ni un boletín al respecto.
Casi medio centenar de municipios están en situación de emergencia. Respecto a este tema, tampoco dijo nada la Dirección de Comunicación Social del Gobierno del Estado.
En Oaxaca, quién más, quién menos, nos encontramos bastante fregados desde hace varios sexenios, y ahora con las aguas por la Tormenta Tropical “Beatriz”, se nos acumuló otro poco de maldición.
Dejó de llover pero las inundaciones y las mordeduras a las orillas de los caminos siguen.
Fue tanto el rumor pluvial, casi 50 horas, que hasta el estilo de escritura de los periodistas era en forma de chipi-chipi. Digo, por la poca fluidez que había en la información.
Antes de que aparecieran estas lluvias, se dejó sentir un calorón cercano a los 40 mil chamucos. En su momento nos quejamos de esa insoportable sequedad.
La lluvia llegó, y ahora no nos gusta el frio. Esperábamos lluvias, es cierto, pero no torrenciales ni tan violentas, lo que ocasionó pérdidas a muchas familias, principalmente por la incomunicación pues sin este medio no hay comida ni los servicios más apremiantes.
En algunos lugares se desplomaron unas verdaderas canicas blancas, macizas, bien apretadas, que al caer sobre el cuerpo dolían como si de macanazos policíacos se trataran.
En otras comunidades los granizos fueron secos, sin lluvia, y la gente los escuchó caer como un sonido de avión.
Seguramente estas lluvias van a provocar musgo en las paredes y champiñones en las axilas y las entrepiernas de muchos habitantes. Con decirles que en el recorrido que hizo el gobernador por una de las zonas afectadas, el agua le llegaba a la cintura.
En esa fotografía se ve, según por la expresión del gobernador, que no le gusta para nada andar entre el lodo. Sin embargo, al secretario de Sevitra, Francisco García López, (de chaleco negro) se ve que es pueblo, nada de eso le espanta.
En una gran parte de la zona mixteca los habitantes se quedaron incomunicados: sin Internet, sin teléfono y sin luz. A oscuras y cómo pudieron, lograron rescatar algunas cosas de sus viviendas.
Fueron decenas de casas destruidas, y a tres días del siniestro no les ha podido llegar la ayuda porque Protección Civil del Gobierno del Estado aún no tiene ni un registro ni un dato de donde solicitar auxilio.
Es más, los consejos municipales de protección civil se quedaron paralizados, sin operar, por desconocimiento del coordinador estatal de protección civil, Amando Bohórquez Reyes.
Aseguran algunas personas que al solicitarle al gobierno apoyos para las familias damnificadas, les dijeron que acudieran a DIF o a Sedesoh, lugares donde deciden qué comunidades serán las beneficiadas. Con esa respuesta todo mundo entiende que la desgracia traída por “Beatriz”, es para beneficiar la imagen de Raúl Bolaños Cacho Cué.
No cabe duda que las desgracias de unos, son fortuna para otros.
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