Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Extrañamente ayer jueves no hubo bloqueos carreteros por parte de integrantes de la Sección 22 del SNTE-CNTE, ni en Nochixtlán, pueblo mártir de la Mixteca, ni en el Istmo de Tehuantepec, donde se mantuvo un bloqueo día y noche, en el Canal 33, desde la aprehensión de los principales dirigentes gremiales, Francisco Villalobos y Rubén Núñez.
Aun así, algunos dirigentes empresariales insisten en ir al paro indefinido de actividades a partir del 8 de agosto, para demandar se ponga un alto al vandalismo de las protestas de los integrantes de la 22 y de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que ya no sólo se conformaron con cerrar carreteras, sino han optado hasta por bloquear las vías del tren, como ha sucedido en Michoacán.
Pese a la disminución del tono de las protestas magisteriales, la inconformidad empresarial va en aumento, tanto que el propio secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, tuvo que salir a declarar, que no hay razón de la postura empresarial, porque el conflicto con la Reforma Educativa, ya va de salida, por lo que estabilidad se ha ido restableciendo en las entidades más impactadas por el activismo radical de la SNTE-CNTE -Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán-.
Esta calma chicha que se respira en Oaxaca, se da luego del fracaso de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) al boicot de la Guelaguetza, que demostró su falta de respaldo al menos en la ciudad, heroica de Oaxaca, como le llaman algunos, luego de haber sobrevivido al conflicto del estallido social del 2006, donde la fuerzas federales y estatales no la pudieron doblar en su apoyo, luego del fallido desalojo del plantón magisterial el 14 junio de ese año.
Pero también ante esta calma -ayer sin bloqueos- se crean las condiciones para que sean liberados sus máximos dirigentes, Francisco Villalobos, secretario de Organización y Rubén Núñez, secretario General, apresados el 11 y 12 de junio pasado, por la tonta idea gubernamental que creyó que con un manotazo sobre la mesa, terminaría de tajo con lo poco que le quedaba de beligerante a la 22.
Es bien cierto que el descredito de los dirigentes dentro de las bases de la 22 los tenían en una situación de debilidad, pero de eso a ser traicionados y entregados a las fauces de la oligarquía gobernante, hay mucha distancia.
Sin embargo, los ideólogos, estrategas y concejeros de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Gobierno de Oaxaca, esperaban una reacción similar a la del SNTE, que traicionó a su presidenta vitalicia, Elba Esther Gordillo, y la dejaron abandonada a su propia suerte, por lo que ahora se pudre, literalmente en la cárcel, consumida por diversas enfermedades.
Pero ello no ocurrió en Oaxaca, la Sección 22 en su última asamblea, ratificó como máximos dirigentes a Rubén Núñez y Francisco Villalobos, por lo que de nada sirvió que el CEN del SNTE, haya acordado reconocer a una Comisión Ejecutiva que designara la asamblea estatal de la 22, para despertar la ambición de liderazgos emergentes dentro del Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación.
Por ello mismo no deben equivocarse de nuevo los estrategas gubernamentales, internos y externos, al estar empujando a dirigentes que siempre han demostrado que sólo ocupan los cargos directivos de las organizaciones empresariales, para favorecerse de los ríos revueltos porque son más pecadores que hombres de negocios.
De darse otro hecho más de violencia, como los lamentables acontecimientos de Nochixtlán del 19 de junio, sólo volverá a avivar el fuego del malestar popular, que ya no está dispuesto a seguir soportando tanto abuso del poder como los son la devaluación del peso, el aumento en los combustibles y la energía eléctrica, la inseguridad y la falta de gobierno en Oaxaca.
@miguelaschulz