Integrantes de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort) y del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), acusados de actuar como “paramilitares”, ocuparon a balazos el edificio del municipio autónomo de San Juan Copala, hiriendo de gravedad a una persona.
Reina Martínez Sánchez, vocera del plantón que mujeres de esa etnia mantiene en inmediaciones de Santo Domingo de Guzmán en esta capital, señaló que en la balacera, ocurrida esta mañana, fue herida de gravedad María Rosa Francisco de 35 años de edad, quien en días pasados estuvo secuestrada por los paramilitares.
Martínez Sánchez, del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), dijo que los paramilitares no han dejado de disparar sus armas de fuego de grueso calibre y dieron 24 horas de plazo a sus compañeros para abandonar sus hogares o de lo contrario serán asesinados.
“No es una simple amenaza, porque en meses pasados hicieron una acción similar en San Miguel Copala, donde asesinaron a 12 compañeros en la cancha municipal”, recordó.
Indicó que sus compañeros no pueden trasladar a la lesionada porque los paramilitares siguen disparando y tienen rodeada la comunidad, nadie puede salir de su casa, y ninguna autoridad –ni federal ni estatal ni municipal– quiere ingresar a San Juan Copala”.
Ante esta situación, llamó a las organizaciones de derechos humanos, a los movimientos sociales “y a todos aquellos que crean que los triquis merecen vivir dignamente, a que denuncien esta situación y demanden que el gobierno otorgue garantías al municipio de San Juan Copala y se detenga a los asesinos”.
Apenas anoche, a petición del subsecretario general de Gobierno, Joaquín Rodríguez Palacios, las mujeres triquis retiraron su plantón del antiguo Palacio de Gobierno, que habían instalado el 11 de agosto, para exigir el esclarecimiento de los múltiples asesinatos de sus compañeros y de los activistas Beatriz Alberta Cariño Trujillo, mexicana, y del finlandés Jyri Jaakkola.
Las manifestantes pusieron como condición el envío de 10 toneladas de maíz al municipio autónomo de San Juan Copala para atender las necesidades de los pobladores, debido a la escasez de víveres por el asedio de paramilitares, y el envío de agentes de la Policía Estatal Preventiva para la realización de rondines con el fin de evitar nuevos hechos de violencia.