Por Libre Pensador
*En Noruega la paralizan sus 77 muertos y en México vamos ya en los 50 mil
*La peor violencia es la miseria
*Reforma Política ¿para qué?
*El país de los perdones
* Perdón jóvenes, no hay trabajo ni cabida para ustedes en este México del siglo XXI*Aquí no pasa nada, todos estamos bien
En el último tramo de gobierno, a los mandatarios mexicanos les da por manía convocar a una abstracta y vaga unidad nacional y a pedir mil perdones por lo que no hicieron, no pudieron hacer o no quisieron hacer para revertir la peor violencia que carcome el país desde la dictadura de Porfirio Díaz, la desigualdad social.
En Noruega, el dolor colectivo por una masacre 77 personas, la mayoría adolescentes y jóvenes, paraliza a ese país, millones de flores son tendidas en las calles de Oslo, mientras no pasa de que en el Castillo de Chapultepec se convierta en un templo de lamentos y perdones por la escalofriante cifra de 50 mil muertos y hasta 20 mil desaparecidos en la guerra del gobierno de Calderón a las maffias del crimen organizado.
No pasa que la telenovelera Josefina Vázquez Mota en el Alcázar del Castillo de Chapultepec, busque los reflectores para pedir perdón y se asuste porque la joven Yuriana Armendáriz, del pueblo Creel, Chihuahua, señale con rencor en su voz el tamaño real del presidente Calderón, “ese pequeño presidente que tenemos”.
Ante las cámaras de televisión del Congreso, la joven Yuriana habla con desprecio del presidente Calderón y del obeso gobernador priista de Chihuahua, César Duarte, por su desdén y abulia frente al dolor de las víctimas.
Pocos, poquísimos medios transmiten ese dolor con rabia de la joven del pueblo de Creel y menos la referencia al tamaño del presidente que tenemos todos los mexicanos.
Nuestra tragedia, la del poeta Javier Sicilia y la familia Le Barón que no pidieron estar en el liderazgo del dolor de las víctimas de la violencia desatada en la actual administración del gobierno de Acción Nacional, entre presuntos delincuentes, policías, soldados, marinos y donde mueren víctimas ajenas llamadas eufemísticamente por daños colaterales, no pasa de ser pretexto para que nuestros frívolos legisladores que buscan el voto del 2012 para sus partidos se muestren presuntamente conmovidos.
Yuriana llegó hasta el Castillo a denunciar con un grave acento de voz, una masacre en su pueblo ocurrida el sábado 16 de agosto de 2008, un asesinato colectivo- semejante a los de la SS alemana- donde perdió la vida su único hermano.
Su narración pareció aparentemente cimbrar al auditorio de senadores y diputados, a Josefina que hace que como que se le quiebra la voz, al gritón senador del partido de la familia González Torres, Arturo Escobar; al senador perredista Carlos Navarrete que no pierde oportunidad de lucirse para ser candidato al gobierno del DF cuando está frente a una cámara de televisión.
Josefina, Arturo y Carlos, el trío de los perdones, pero que nunca, leyeron o se enteraron de la tragedia del pueblo de Creel. Hoy inundan de demagogia de los perdones el Alcázar del Castillo de Chapultepec.
Ese sangriento sábado de hace casi cuatro años, narra Yuriana, “un comando armado masacró a 13 personas de nuestra población, entre ellos un niño de 1 año 4 meses que muere en los brazos de su padre; Daniel, de 18 años; Alejandro de 20; Fernando, 19; Christian 22; Carlos, 21; René, 17; Felipe 19.
Todos ellos estudiantes; Alberto, de 27 años, trabajador manual; Luis, de 29 años, carrocero; Fredy, 34 años, transportista; Alfredo, 36 años, comerciante; Edgar, 33 años, maestro; y Edgar, ya no están con nosotros”.
Lo peor es que era una matanza anunciada en Creel. Ningún policía ministerial, municipal o estatal se dieron por enterados, les dejaron el campo libre a los asesinos para cometer los crímenes, impunes hasta ahora.
Ese es el México real, no el de la escenografía del Ángel de la Independencia para depositar restos de héroes que los mismos historiadores del INAH no sabían de quién es quién huesos y calaveras. Investigadores que mejor se hacen los que diosito no les habla y todo lo dejan a la divina providencia.
Es el México donde no pasa nada, más que el miedo y el terror que infunden en una población cercada por la intranquilidad pública que por fin le ha llegado hasta los pies del diputado Francisco Rojas, ahora si asustado por la creciente violencia que agobia a todos los rincones del país, según lo confiesa al siempre protagónico Javier Solórzano en las cámaras del Canal del Congreso.
Javier, es de los periodistas que piensan que él está antes que la noticia. Habla, habla y habla. En “la peor es nada” se la pasan exhibiendo a Javier Sicilia en su portada cada vez que abraza a Calderón y ahora a Manlio Fabio Beltrones. Carmen se venga en el dolor del poeta, otros se ensañan en el periódico salinista que dirige Pablo Hiriart, que al igual que otros periódicos capitalinos, piensan más en la publicidad oficial, que en tener y servir a lectores.
Sicilia ha cometido errores porque no es político ni periodista. No ha tenido tiempo de vivir el duelo de su hijo y eso difícilmente lo entienden Carlos Fazio, que vive del archivo de su finado suegro Gregorio Selser, lucra como otros furibundos prohombres de la izquierda con los presupuestos de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, más dedicado a formar militantes que nutran las pantanosas aguas perredistas que a formar profesionistas con empleo y otros que en la peor es nada quieren ver a Sicilia colocado de hinojos ante Andrés Manuel López Obrador.
El poeta seguirá cometiendo errores, abrazando y demostrando su depresión a flor de piel, y lamentablemente hay quienes, aunque lo niegan, usan su dolorosa causa en busca de puestos políticos, como en la fantasiosa Comisión de la Verdad, otra burocracia tan cara e inútil como la Comisión Nacional de Derechos Humanos que va de recomendación en recomendación en un país incendiado por el dolor, el miedo y ahora de perdones.
Otra reforma política para qué, para aumentar el presupuesto de la clase ociosa mexicana, para apaciguar con cañonazos de dietas a los oportunistas del Movimiento por la Paz con justicia y Dignidad que buscan acomodarse en los presupuestos públicos.
Reclama el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad una Comisión de la Verdad, otra forma de mediatizar y burocratizar los reclamos de dolor por los crímenes de este sexenio en esa lucha incierta que sólo ha servido para colocar a las Fuerzas Armadas en la palestra de la intervención de la vida civil y armar a una superpolicía federal expresamente al servicio del actual inquilino de Los Pinos.
En los tiempos de Porfirio Díaz se le llamaba “rurales” que en la prolongación de la dictadura servían para reprimir las inconformidades sociales.
Debiera instalarse una Comisión de la Verdad para conocer con veracidad si los restos de los héroes de la Independencia son todos los que dicen que son, porque a estas horas la celebración del Bicentenario que organizó el bufón historiador oficial del calderonismo, Juan Manuel Villalpando ha terminado en otro espectáculo más en el Ángel de la Independencia.
Terminaron los restos de esos presuntos héroes en un destino similar a los que tuvieron los de Fray Servando Teresa de Mier, alquilados para un circo.
¿A qué tipo de unidad llama el presidente Calderón al regresar a las bóvedas de la estatua del arquitecto Antonio Rivas Mercado a los restos de los héroes de un país fragmentado por las discordias, la angustia, el hambre de justicia y la desigualdad social?
¿A qué tipo de unidad llama cuando elogia a héroes que se traicionaban unos a otros, un Hidalgo traicionado por Allende y Aldama antes de ser fusilados los tres en Chihuahua?
¿A una unidad de traiciones? ¿A una unidad de simulaciones, de abrazos y besos en el Castillo de Chapultepec?
Calderón llama a una unidad cuando sus antepasados políticos Miguel Miramón y Tomás Mejía la rompieron en el siglo antepasado para traer a México a la pareja de ingenuos llamados Maximiliano y Carlota y provocar un costoso debilitamiento de una república con la invasión de las huestes del ejército napoleónico después de haber perdido más de la mitad de su territorio en otra guerra con los Estados Unidos en la que los mexicanos fueron incapaces de unirse contra el invasor.
Calderón dio un paseo de la historia pero a su modo, con el recurrente estribillo de la unidad nacional, el mismo con el que terminaban los sexenios los presidentes del tan odiado, por los panistas, régimen del PRI que está por regresar, según el expresidente Vicente Fox, de quien pensábamos que después de él no había tenido México un presidente tan peor como Santa Anna en el siglo XIX.
Otra Comisión de la Verdad es necesaria pero no para esclarecer los crímenes en Ruanda o en Siria o Chechenia, urge para aclarar si los datos que publicó el Consejo Nacional de Evaluación de Programas Sociales (Coneval) sobre los niveles de pobreza son ciertos porque el PRI sostiene que las manipula, las maquilla y las presenta como si fueran causa de la crisis del 2009.
Según el PRI el Coneval minimiza el constante impacto en el ingreso de 58.5 millones de ciudadanos ubicados debajo de la línea de bienestar, o sea que se encuentran en condiciones de sobrevivencia, en la vil miseria.
Según el PRI en este fantástico sexenio de la unidad nacional se han creado 12.2 millones de pobres más a la velocidad de 8 mil cada día, 348 cada hora y 6 cada minuto. Según Coneval los pobres son los mismos de siempre. O sea los mismos molestos datos de siempre desde la era de don Porfirio ya que sólo la pobreza creció de 48.8 millones a 52 millones entre 2008 y 2010 por esa maldita crisis que siempre nos viene de afuera.
Y solamente 11 millones 700 mil de amigos mexicanos y amigas mexicanas mendigan en las calles de las ciudades por un bolillo o una tortilla y son hipotéticamente clientes en el seguro popular.
Por eso con esos pobres multidimensionales que subieron a 4 millones 800 mil personas, según dice el máximo experto de Coneval, el magnífico Gonzalo Hernández Licona, el país no avanza y por eso entendemos que el presidente Calderón llama a la unidad nacional porque este benemérito país no avanza en la transa, porque está lleno de pobres y miserables que concentran la mayor parte del ingreso nacional en Telmex y Televisa.
Para el ciclo escolar 2011-2012, otra generación perdida que entra a la UNAM o al IPN, o a los Colegios de Bachilleres y a esa honorable institución patito llamada Universidad Autónoma de la Ciudad de México, si en las demandas de empleo, los que tienen títulos son los que menos oportunidad tienen de encontrar un trabajo.
El Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas) y del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuntan con certeza de que más de 16 millones de jóvenes, entre 15 y 29 años, carecen de empleo en el país, o sea la mitad de la fuerza de trabajo desempleada.
A estas alturas, hay que pedirles perdón a los jóvenes porque no tienen trabajo ni futuro en su país aunque juzguemos desfasados las solicitudes de perdones de dos buenos cristianos Javier Sicilia y Alejandro Solalinde, quienes tratan , dentro de sus místicas creencias, encontrarle una respuesta con perdones hasta a los mismísimos asesinos de los Zetas, a la brutal crueldad de los crímenes cometidos en la guerra del narcotráfico.
Si los jóvenes no encuentran empleo en las instituciones supuestamente organizadas para ello, hacia dónde deben dirigirse para sobrevivir. Los caminos que les quedan son muy estrechos, uno conduce a la delincuencia y la otra hacia los Estados Unidos.
Pero el país no está para perdones, sino para hacer justicia porque Calderón va por el mismo sendero de su odiado presidente priista José López Portillo, quien en el último informe de gobierno lloró por los pobres en 1982. Ya tenemos suficientes presidentes llorones. Si fuera por perdones todos los amigos mexicanos y amigas mexicanas fuéramos tan ricos como Slim o Azcárraga.
Por esa vía de perdones hay que perdonar a los asesinos de Aguas Blancas, Acteal, de los 18 jóvenes masacrados en Salvárcar confundidos como delincuentes por Calderón, de las locutoras triquis Teresa Bautista y Felicitas Martínez de 22 y 20 años de edad, de la activista social Beatriz Cariño, de la reportera Yolanda Ordaz y de los otros 70 periodistas asesinados en el país donde no pasa nada, más que perdone usted, perdón, perdón por hablar, por respirar, por vivir.
Perdón también al secretario de Marina, Francisco Saynez, por las críticas que recibió al relacionar a las organizaciones de derechos humanos con las organizaciones del narcotráfico. Perdón almirante, al padre Concha en el Castillo se le zafó un tornillo.
Perdonamos al presidente Calderón, a su candidato cantinflesco Ernesto Cordero y a todos los presidentes y gobernadores de todos los benditos partidos por su incapacidad crónica para ser verdaderos mandatarios del país y de sus estados.
Perdón a todos los legisladores de todos los partidos, a los dirigentes de todos los partidos políticos, a los consejeros electorales del IFE y del TRIFE, a los jueces, magistrados, ministerios públicos, policías, presidentes municipales, a los periodistas de Televisa, Milenio TV, de Canal Azteca, de Canal 22, de todos los periódicos y medios digitales del nuevo oficialismo, por mentir y disminuir las tragedias.
A todos los perdonamos por firmar el acuerdo de no hablar más de violencia en este país, a todos los perdonamos porque ha llegado el maldito momento de estar unidos y dejar a un lado nuestros mezquinos intereses particulares de justicia y de una mínima igualdad social.
Perdón también al virtuoso presidente del Movimiento Nacional por la Esperanza y líder de la Izquierda Democrática Nacional del PRD, excelentísimo señor don René Bejarano, quien- despojado de todas las ligas de Ahumada- anuncia una nueva gira por la república en busca del voto para su candidato presidencial, Manuel López Obrador.
Este es México. ¡Viva la esperanza, vivan los pobres! Qué haríamos sin ellos. Bendito y sagrado país.
A todos los amigos mexicanos y amigas mexicanas, perdón. Estamos en México, la tierra donde no pasa nada, la tierra del perdón, todo ocurre en Noruega. Aquí todos estamos bien.
me1s alle1 de ceuiqalur cosa, de ceuiqalur diferencia como personas, como sea que fuere, somos seres humanos (creo) y como parte de la sociedad en que nos toco vivir por lo que fuera que fuese, creo que estas ime1genes son muy fuertes, en el sentido no de lo que se puede ver gre1ficamente (que de por si es revelador) sino en lo que hay detre1s de las mismas: un paeds vilipendiado por las mafias que caminan libremente por las calles, haciendo sus propias leyes a cada paso que dan, sin preocuparse por las consecuencias, por que a casi 6 af1os de la llamada guerra contra el narco parece ser que los me1s afectados hemos sido nosotros: la gente comfan, la gente de a pie, los ciudadanos que tratamos de mantener a flote este barco que llamamos Me9xico y que parece no tener tripulacif3n alguna tristemente el origen de todo este tren de sucesos no es nuevo, no es reciente y si tratamos de arrancarlo, como lo han intentado los poderes de la federacif3n, solo estamos atacando una porcif3n, la me1s visible, la me1s superficial, por que la base del iceberg esa, creo casi con seguridad, todos la podemos ver, pero nadie la puede medir.Como bien mencionas, son af1os y af1os y af1os de corrupcion, de que las clases gobernantes se alejaron de sus gobernados, de que dejamos el camino de la modernizacif3n y tomamos el camino de los compadrazgos, y no quiero sonar demagogo aqued, puedes tener un re9gimen monarquico, pero buscar que la nacif3n sea moderna y avance contra todo lo que le avienten, aunque sean, bombas atf3micas. son af1os que dejamos que el paeds corriera pre1cticamente como una anarqueda encabezada por un grupo de monos salvajes estos son algunos de los resultados y el panorama no pinta a que esto se resolvere1 maf1ana no con marchas y si con me1s cade1veres en las calles.
Me gustaria saver Que nombre yevava el hombre de la primers foto q tiene sus boats y su sombrero en UN lado.?? X favor Xq se parese a mi hermano q ya Yemenis 3 Amos sin saver de el. Gracias
Como puedo buscar los nombres de las personas muertas en estas fotos???