Por Libre Pensador
*El fácil expediente de relacionar a las víctimas del crimen organizado antes de investigar
*Funcionarios con atole en la sangre en Radio Educación
*No criminalizar a las víctimas, exige el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad
Karla Corina Serralde Ruiz, una joven de 19 años, trabajadora de Radio Educación, forma parte ya de la larga lista de más de las 60 mil víctimas de la emergencia nacional que vive el país. Los trabajadores de esa emblemática emisora, con una tradición de lucha social, hoy se ve doblemente intimidada por este terrible hecho, por un lado por el crimen de esta joven de 19 años y por la otra por la insensibilidad de las autoridades de la emisora que sembraron mayor terror al impedir que sus trabajadores expresen una mínima solidaridad con la familia de esta nueva víctima de la cadena de hechos criminales que agobia a la nación desde 2007.
El cuerpo decapitado de la joven de 19 años fue identificado el pasado martes 17 de enero. Fue una de las dos víctimas que se encontraban en una camioneta incendiada en la zona de Santa Fé en la delegación de Cuajimalpa. La otra fue Manuel Morales Ramírez, de 28 años, trabajador de una tienda de electrodomésticos. La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal la identificó como trabajadora de Recursos Humanos de Radio Educación. La noticia cimbró a la comunidad de esta emisora que transmite desde sus instalaciones de la Colonia del Valle.
La tragedia de la joven Karla, hija de otra trabajadora de Radio Educación que falleció hace unos meses de cáncer, es triple, por un lado el rápido deslinde que ha hecho el director de la emisora Antonio Tenorio Muñoz Cota de esta tragedia, el terror que se apoderó de parte de los miembros de su sindicato y por el otro el abandono que sufre su familia compuesta por un padre enfermo y dos pequeños niños.
La familia de esta trabajadora fue arrojada al abismo de otra crueldad criminal, la del silencio; bueno ni una esquela y ni siquiera una presencia institucional de la emisora en el sepelio del cuerpo decapitado de esta joven trabajadora de Radio educación.
Con el pretexto de que sus noticiarios no divulgan “nota roja”, apenas la emisora informó escuetamente en su emisión del miércoles 18 de enero y casi en forma vergonzante de una tragedia que les incumbe, no obstante que la joven no era solamente una víctima más de la violencia que azota al país, era una trabajadora de esa institución a la que veían y saludaban todos los días por los pasillos del edificio de Ángel Urraza 622.
Lo extraño es que en la emisora, caracterizada por ser la voz de los más débiles, haya silenciado la tragedia de esta familia. Opta por sumarse al cerco de silencio que se tiende a las víctimas de la violencia de las guerras al crimen organizado. Convoca a recaudar fondos para la cantante Marú Enríquez afectada por un serio problema de salud pero rotundamente ignora la tragedia de la familia de la joven Karla.
Uno de sus productores históricos Cruz Mejía, y uno de los más críticos, apenas alcanzó a pronunciar un leve “estamos muy lastimados” cuando un radioescucha le expresó en su programa Quién Canta, una condolencia por muerte de la joven de 19 años. U n silencio de oprobio y deshonroso se apoderó de la emisora. Este hecho difícilmente hubiera sido callado por Francisco Huerta, fundador de Voz Pública, un programa que ha sido un modelo radiofónico, que este miércoles 26 de enero cumple un aniversario más de su fallecimiento.
La nueva Defensora del Radioescucha, la maestra Beatriz Solís, tendrá que asumir obligatoriamente el reclamo a una emisora que buscó ocultar este deleznable hecho de un crimen que perturbó a quienes escuchamos la terrible noticia del asesinato de la joven trabajadora de Radio Educación.
En el Movimiento por la paz con Justicia y Dignidad una de las preocupaciones centrales es la apresurada forma de criminalizar a las víctimas, dar por hecho que están involucradas con algún hecho delictivo, como ha ocurrido con los dos estudiantes del Tecnológico de Monterrey, o el caso del hijo y amigos del poeta Javier Sicilia, asesinados el año pasado.
La respuesta de la comunidad de Radio Educación ha sido tímida y vergonzante, una verdadera pena para un grupo de trabajadores que han pugnado por una radio crítica y popular. Ni siquiera la duda razonable, se han dejado atemorizar por el terrible hecho criminal del asesinato de la joven Karla y por unas miopes y abúlicas autoridades que en unos meses más terminarán su gestión, la peor de todas, de acuerdo a voces de integrantes de la comunidad.
Para desentenderse de las tragedias, el expediente más cómodo es recurrir criminalizar a las víctimas, antes que exigir una investigación que impida que el asesinato de Karla Corina Serralde Ruiz quede impune.
Este hecho coincide con el informe que ha dado a conocer la organización Human Rights Watch en El Cairo al calificar de “horroroso” en su capítulo México del Informe Mundial 2012, el escenario de violencia delictiva que vive el país con un gobierno incapaz de controlar los actos criminales, de una violencia que ha contribuido al agravamiento del caos y temor que predomina “en muchas regiones del país”.
El informe señala, de acuerdo con una versión los despachos llegados al país, que “en los últimos años se ha producido en México un incremento alarmante de la cantidad de homicidios, que en gran parte han sido consecuencia de violentas pugnas entre poderosas organizaciones delictivas que compiten por el control del narcotráfico y otras actividades lucrativas, como la trata de personas, así como de enfrentamientos entre sus propios miembros”.
Para la Human Rights Watch la violencia ha aumentado horrorosamente en México en los últimos años, dijo Emma Daly, directora de Comunicación de la HRW, en la sede del Sindicato de Periodistas de la capital egipcia.
En el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad hay conciencia de que es un imperativo procurar apoyo a las familias de las víctimas y exigir el esclarecimiento de los crímenes.
En la agenda de los aspirantes presidencial ni soñando están atentos a lo que ocurre en la vida cotidiana de quienes aspiran a gobernar. Este es el caso de las víctimas de la violencia criminal; ni por asomo se expone en las precampañas las tragedias de las familias de los asesinados y de los desaparecidos. Viven en los terrenos de la cómoda omisión. En el mismo caso están nuestros legisladores más preocupados por saltar a otro puesto político al terminar las actuales legislaturas en las Cámaras de Diputados y Senadores. Así se entiende por qué nuestros legisladores son los más flojos del mundo y los más caros para los presupuestos públicos.
De acuerdo la revista The Economist, “los legisladores mexicanos son los mejor pagados de toda América Latina después de los brasileños y también son los que trabajan menos días: sólo 195 al año”.
Según esta revista nuestros legisladores perciben 11 mil 200 dólares mensuales, mientras el salario mínimo en el Distrito Federal apenas supera los 60 pesos diarios y en otras entidades del país es de 59 pesos. Esta revista destaca además que la mayoría de estos legisladores se toman las vacaciones más largas de todos los mexicanos, apenas se reintegrarán a sus tareas legislativas en febrero próximo, si bien nos va.
“Después de una quincena de fiestas navideñas, los mexicanos volvieron a trabajar hace dos semanas. O más bien, la mayoría de ellos lo hizo. Los 500 diputados y 128 senadores terminarán sus vacaciones en febrero”, dice la revista.
Una situación de ignominia mientras en la sierra Tarahumara, durante el año pasado, 28 personas murieron por desnutrición en sus 22 municipios. En tanto, la Caravana del Hambre llegó al Distrito Federal para demostrarle al gobierno que su estrategia contra la violencia a lo mejor tiene algunos mínimos resultados, pero la de carácter social, es un fracaso rotundo cuando las ayudas al campo y a las comunidades indígenas llega como siempre, tarde, muy tarde.
La pradera está seca y reseca, no hay líderes en el país a la altura de la grave contingencia nacional capaces de sacar del desencanto y la desesperanza a una nación que sufre la ausencia de alternativas para el próximo gobierno. Carlos Fuentes lo ha señalado contundentemente: México vive un mal momento “porque los problemas del país están aquí, y los políticos allá, a una distancia brutal con respecto a las respuestas”.
Ojalá fuera con lecturas de novela, poesía, ensayo o historia como se reparara la ignorancia de nuestros políticos, pero no es así, la historia nos demuestra como un hombre que no cursó la primaria como Lázaro Cárdenas es el mejor presidente de México del siglo XX, y un hombre ilustrado como lo fue Benito Juárez, es el mejor presidente del siglo XIX.
Ojalá hubiera líderes políticos sensibles a las tragedias humanas, que no sólo trataran de cooptar líderes de los movimientos sociales para llevarlos al Congreso como lo intentó hacer Manuel López Obrador con el ofrecimiento a Javier Sicilia de ser candidato a senador; o la candidatura que aceptó por el PAN la señora Isabel Miranda de Wallace para ser propuesta como Jefa de Gobierno en el DF.
El problema es de mucho mayor fondo y difícilmente lo perciben en los partidos políticos y sus dirigentes.
Es importante un diálogo nacional sobre las víctimas de la violencia y discutir una nueva estrategia de paz como lo propone el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad. La semana anterior se reunieron representantes de organizaciones de víctimas de 14 entidades del país con el propósito de exigir justicia a las víctimas de la violencia de las guerras entre las bandas del crimen organizado y la ineficaz estrategia gubernamental para restaurar la paz en el país.
El Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad demanda el esclarecimiento de asesinatos y desapariciones; nombrar a las víctimas y su no criminalización; fin de la estrategia de guerra y la construcción de una agenda de seguridad humana y ciudadana; combate a la corrupción y la impunidad; combate a la raíz económica y las ganancias del crimen; atención de emergencia a la juventud y acciones efectivas de recuperación del tejido social, así como la construcción de procesos de democracia participativa y democratización de los medios de comunicación.
En este marco el próximo 30 de enero el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad hará la presentación de su campaña “Ponte en los Zapatos del Otro” que un grupo de artistas e intelectuales lanzará en el Teatro de la Ciudad de México, con el fin de motivar el apoyo ciudadano a las miles de víctimas de la guerra contra el narcotráfico.
Este Movimiento reiteró su compromiso de acompañamiento y solidaridad con todas las víctimas que luchan por la justicia; promover la construcción del memorial de las víctimas en el bosque de Chapultepec, e impulsar diversas acciones en todo el territorio nacional a favor de la memoria y la verdad, así como organizar en todas las entidades federativas los trabajos que conduzcan a la realización del Encuentro Nacional por la Paz y la Justicia, que se llevará a cabo el 21 y 22 de abril en Cuernavaca, Morelos.
Y frente a la escalada de violencia y del número de muertos relacionados con la guerra entre el crimen organizado y los aparatos de seguridad del Estado, el Movimiento por la Paz con justicia y Dignidad propone tejer una red nacional e internacional que articule a todos aquellos ciudadanos y organizaciones sociales que luchan por justicia para las víctimas y paz para los mexicanos.
¿Lo oirán en Radio Educación?