* Charla donde jóvenes diseñadores ofrecieron una perspectiva de los procesos ilustrativos a lo largo de los años
* En el marco del festival ILUSTRAFUL, dentro de las actividades de la Feria Universitaria del Libro
Pachuca de Soto, Hgo.- En el marco del festival ILUSTRAFUL que se realizó dentro de las actividades de la Feria Universitaria del Libro que organizan la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) y su Patronato, se llevó a cabo una charla donde cuatro jóvenes diseñadores ofrecieron a los asistentes una perspectiva de los procesos ilustrativos a lo largo de los años.
En el auditorio “Josefina García Quintanar”, explicaron que desde las pinturas rupestres hasta las películas de nuestros días, el dibujo ha sido la base de cualquier ilustración y a su vez, todos los procesos de ilustración han estado ligados a la tecnología como antaño fuera la imprenta, pasando por las máquinas de escribir para llegar hoy a la fiel compañera del ser humano: la computadora que desde la visión de estos diseñadores, algunas veces puede ser tu más grande enemiga.
En este contexto, Abril Castillo, señaló que si bien la tecnología ha logrado acortar distancias, reducir costos, y revolucionar las artes gráficas, es esta misma la que puede en cierta medida ha vuelto a los seres humanos sustituibles, lo que ocasiona el desempleo de muchos otros…
“Con la tecnología evidentemente hay una reducción de costos porque ya hoy no hay que imprimir los originales y hoy todo es virtual. Esta misma virtualidad de los dibujos, las películas, los juegos, de los blogs, las redes, etc., hace que las posibilidades sean más grandes… entonces hay tendencias que por un lado llevan a un hiperrealismo donde es posible crear un mundo virtual casi tangible, pero también te llevan a no depender de la materia prima humana, un ejemplo lo encontramos en las nuevas películas donde se pueden insertar personajes que no existen y dejando a los actores sin ese trabajo”.
Por su parte, Jorge Mendoza, subrayó durante la FUL 2014 que se realízó, entre el 22 y 31 de agosto pasado, que si bien la tecnología ha venido a mejorar los trabajos ilustrativos también ha hecho a las nuevas generaciones dependientes de la tecnología, perdiendo la esencia de lo tradicional.
“Hoy en día las nuevas generaciones viven en un mundo digital, lo cual es muy padre porque se pueden hacer mil y una cosas maravillosas en el ámbito del diseño y el arte pero es muy triste ver que si tú le quitas una computadora a los estudiantes y los pones a trabajar con papel con materiales reales, sufren y sufren porque no tienen “el control Z” y eso es muy nostálgico”, señaló el ilustrador, por lo que invitó a los jóvenes a que no pierdan la esencia de lo tradicional, a recuperar las técnicas “antiguas”, pero que han sido por años la base del éxito de grandes obras.
Durante la inauguración de la IlustraFUL, el agregado de Cooperación Internacional e Intercambios artísticos de la embajada de Francia Rafael Meltz, impartió la conferencia “La novela gráfica contemporánea en Francia”, la que, dijo, es un tipo de historieta con temáticas para adultos o lectores maduros surgida a finales del siglo XIX, en Francia, que hace el uso del término equivalente roman graphique.
“Son historias de autor, lo que significa que el escritor también es el propio dibujante de la obra, por lo que generalmente son autoconclusivas”.
Durante su disertación realizó un recorrido por la novela gráfica francesa, pasando por historias como Las aventuras de Tintín, de Georges Remi; Los Pitufos, de Peyo; Astérix, el Galo, de René Goscinny; El garaje hermético, del ilustrador francés Moebius y otros.
Meltz destacó que José Guadalupe Posadas es uno de los mejores grabadores en el mundo y que México tiene una gran tradición de ilustradores, pero que lamentablemente no existen los suficientes espacios para que se consoliden en el mundo editorial.
Asimismo se presentaron “Las historietas de El Buen Tono” (1904-1922), una plática sobre la litografía al servicio de la industria editorial, realizada por la autora, Thelma Camacho Morfín, donde muestra la relación de la industria del arte con con la empresa tabaquera El Buen Tono.
El texto básicamente habla sobre Juan Bautista Urrutia, autor de las historietas impresas en las cajetillas de cigarros y la forma cómo la compañía, fundada a fines del siglo XIX, siempre buscó identificación con empleados en la elaboración de sus productos.
Bautista Urrutia fue un famoso litógrafo la época revolucionaria que conoció a Ernesto Pugibet e hicieron complicidad en la publicación de viñetas con temáticas inspiradas en historias de España y Francia.