* La educación debe formar a las personas no solo en conocimientos académicos, sino también en habilidades para el manejo de conflictos: Investigadora
Ciudad de México.- La educación no solo es un poderoso aglutinador social, sino también uno de los mecanismos más efectivos para construir paz y generar sociedades más justas, señaló Cristina Perales Franco, académica del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE).
En el marco del Día Internacional de la Educación, que se celebra cada enero, la doctora en Educación por el Institute of Education de la University College London destacó el papel crucial que tiene la educación para enfrentar los conflictos y las desigualdades que marcan al mundo actual.
En entrevista, subrayó que la educación debe formar a las personas no solo en conocimientos académicos, sino también en habilidades para el manejo de conflictos, la negociación, el diálogo y la colaboración. “Si concebimos la construcción de paz como un proceso para atender las causas de la violencia, la educación juega un papel esencial porque fomenta el pensamiento crítico”.
Según la académica, la educación no solo permite habitar el mundo, sino comprenderlo y transformarlo. Desde una perspectiva crítica e inspirada en la visión ignaciana, subrayó que aprender a leer el entorno y sus dinámicas posibilita una participación activa y consciente en la sociedad, lo que contribuye a la transformación de realidades sociales y culturales.
Las universidades y escuelas pueden convertirse en espacios seguros para abordar conflictos y buscar soluciones. “Estos espacios educativos pueden ser laboratorios para trabajar con conflictos y violencias, probando maneras pedagógicas de resolverlos. Si articulamos bien la educación, la paz debería ser uno de sus fines principales”, señaló Perales Franco.
La educación en México: desafíos históricos y oportunidades
Reflexionando sobre el sistema educativo en México, la académica del INIDE destacó que enfrenta desafíos históricos derivados de las desigualdades sociales estructurales del país. Estas desigualdades han limitado la capacidad del sistema educativo para alcanzar logros significativos en términos de aprendizaje, transformación social y justicia.
“Tenemos sistemas educativos que cuentan con docentes comprometidos, familias dedicadas e interés por parte de los estudiantes. Sin embargo, aún no logramos los aprendizajes necesarios, no solo en áreas como lectoescritura o matemáticas, sino también en aspectos sociales como la construcción de comunidad y la participación democrática”, señaló.
Perales Franco advirtió que esta falta de aprendizajes clave dificulta la capacidad de la sociedad mexicana para responder a desafíos adicionales, como la violencia o los desastres naturales.
Por ello, destacó la importancia de analizar las causas de estas inequidades desde una perspectiva crítica y de trabajar en la creación de sistemas educativos más justos e inclusivos que promuevan la movilidad social y el fortalecimiento del tejido social.