Permanecen más de 500 personas en albergue de Santa Lucía del Camino

Lizette Mendoza Alavéz

Damnificados
“Perdí todo, el río se desbordo, no pudimos sacar nada”
Alrededor de 500 damnificados que permanecen en el albergue instalado en la “Casa Ejidal” de Santa Lucia del Camino claman por ayuda, sobre todo víveres para sobrellevar la contingencia que los ha dejado sin patrimonio.

Cobijas, agua embotellada, pañales desechables, ropa, calzado y alimentos no perecederos, son las necesidades prioritarias que necesitan los damnificados pertenecientes en su gran mayoría a las colonias de Calicanto, 25 de Enero, Aquiles Serdán, Ampliación Santa Lucia, Fernando Gómez Sandoval, Fraccionamiento Ejidal y la agencia de Rancho Nuevo.

“Nuestra casa está en la colonia Gómez Sandoval, rentábamos y con la lluvia de ayer lo perdimos todo”, dijo Mayra Rojas ahora habitante del albergue.

Para Mayra quien en el momento tiene un semblante triste y preocupado, el panorama es incierto ya que su marido se quedó sin trabajo hace unos días y la bebita de tres semanas que carga en sus brazos, no tiene nada.

“Cuando el agua empezó a entrar a la casa, solo jale la pañalera, una cobija y mi esposo cargó a la bebita, no tenemos nada, mi bebé sólo tiene la ropita que trae puesta, no se qué vamos a hacer”, explicó con la voz quebrantada.

El anterior es solo uno de más de 500 testimonios de vida que se pueden escuchar en el albergue, ya que a decir de Juan López, “Cada quien cuenta la desgracia como la vivió”.

Mientras escuchábamos este testimonio camionetas pertenecientes al DIF estatal, arribaron al lugar, para entregar colchonetas y ropa a estos oaxaqueños que hoy lo perdieron todo.

Estamos trabajando por los colonos de Santa Lucia

Por su parte, Alejandro Díaz Hernández, presidente municipal de Santa Lucia del Camino, explicó que el albergue entró en funcionamiento luego de que el martes el rio Salado se desbordó provocando afectaciones en más de cinco colonias de este municipio.

“Santa Lucia del Camino esta triste, este río nunca había tenido una afluencia de agua tan grande, la población se ve dolida ante esta desgracia”, señaló el edil.

A decir de Díaz Hernández la catástrofe hubiera sido mayor de no ser porque apenas hace un año se desazolvó este río en el tramo correspondiente a este municipio.

“Realizamos este desazolve, previendo una situación como esta, sin embargo esta vez la naturaleza fue devastadora con esta población”, dijo.

En este sentido el munícipe, indicó que fue la colonia Rancho Nuevo, la más afectada por el desbordamiento del río, “en este lugar se registraron más de 300 casas afectadas y la contingencia no ha bajado, por lo que seguimos contabilizando”.

Motivo por el cual expuso que este albergue permanecerá abierto las 24 horas del día hasta que el nivel del agua de las casas baje y existan condiciones para que los habitantes estén vuelvan a habitar sus hogares.

Sin fuentes de trabajo

“Perdí todo, el río se desbordo, no pudimos sacar nada”
Fueron las palabras de Pedro Celestino Pacheco Zaragoza quien relató que desde las once de la mañana del martes el agua se comenzó a salir de una parte del río.

“Estábamos cuidando la parte baja de la casa, cuando de repente se escucho un estruendo (explicó mientras su voz se cortaba) y entonces se metió el agua por completo a la casa, ya no pudimos sacar nada”.

Para Pedro Celestino la crisis por la que está pasando empeora, pues dijo son siete integrantes en su familia, cinco son menores de edad además de él y su esposa y ya no tiene trabajo, debido a que el agua se llevó su principal fuente laboral.

“Las cositas que teníamos andan por el techo, el agua esta hasta arriba de la casa, yo vendo elotes y esquites y la corriente del río arrastró mi triciclo, se llevó todas nuestras pertenencias”, aseguró.

Esta familia que el día de ayer se encontraba sentada sobre unas sillas metálicas en el corredor de la “Casa Ejidal” explicó que al menos por este día ya comieron pero que después no saben que harán.

“Tenemos que empezar de nuevo, la casa ya no sirve, no tenemos nada pero bendito sea Dios todos estamos bien”, finalizó.

Ciudadanía solidarizada

En este albergue estamos trabajando voluntarios del municipio de Santa Lucia, para apoyar a nuestros vecinos en desgracias, comentó Soledad Méndez.

Los servicios que se están dando en este albergue son almuerzo, comida y cena, así como un lugar donde pasar la noche, se les está apoyando con ropa y calzado.

También se les está brindando asistencia médica y social, explicó.

“Afortunadamente el DIF estatal ya nos está apoyando, pero seguimos necesitando comida no perecedera, ropa así como pañales y por su puesto lo más importante manos para apoyar”, abundó.

Un rayo de luz entre la desgracia

Para el presidente municipal de Santa Lucía, los daños pueden aumentar debido a que todavía no baja el nivel del agua de las casas.

“Tenemos hasta el momento dos mil viviendas afectadas, afortunadamente todavía no tenemos reportes de pérdidas humanas ni de desaparecidos”, sostuvo.

Pese a esta situación y cuando todo se veía perdido el edil de Santa Lucia relató que el martes en la noche durante la contingencia suscitada en la colonia Aquiles Serdán, hubo un alumbramiento materno.

“Una señora dio a luz en plena contingencia, afortunadamente ella y el bebé están bien”, con un semblante alegre sostuvo “En las peores desgracias siempre hay un rayo de esperanza”.

Cabe resaltar que ante esta contingencia este albergue sigue solicitando ayuda en especie y de manos para trabajar.

El albergue se encuentra ubicado en el salón de usos múltiples de este municipio en la “Casa Ejidal”, frente al templo de Santa Lucia del Camino.

josé

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