Miguel Ángel Schultz
La pista de hielo que representó un jugoso negocio del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, se instala de nuevo, pero no el parque de beisbol, como sucedió durante ese triste sexenio, sino en la explana de la Alameda de León, lo que resulta una agresión al Centro Histórico de Oaxaca, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO el 11 de diciembre de 1987.
Sin embargo, ahora Oaxaca, se transformada en una sucursal del polo norte, ya que no solo se instalará en la Alameda esa pista de hielo, sino serán dos, una más estará en la Plaza de la Danza y otro armatoste, un tobogán de hielo, será instalado en el costado sur del ex Convento de Santo Domingo.
Estarán funcionando del 9 de diciembre al 10 de enero, lo que vendrá a impactar nuestra fiesta de Noche de Rábanos, además de las calendas que se efectúan durante el mes de diciembre, costumbres que han hecho internacionalmente famosa a Oaxaca, por lo que los promotores de tales ideas sólo están pensando en su beneficio.
Resulta realmente absurdo que se hayan retirado del Zócalo de la ciudad a los vendedores de buñuelos, con la costumbre de romper el plato donde se comen, reminiscencia prehispánica de la celebración del año nuevo para imponer costumbres que nos son ajenas.
Mala señal que este tipo de artefactos se instalen en la ciudad con lo que se está alterando la forma en que se celebran en Oaxaca, las fiestas decembrinas para convertirnos en una mala copia, primero de la Ciudad de México, donde fueron instaladas las primeras pistas de hielo, por el gobierno el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, del Partido de la Revolución Democrática.
Como dato hay que decir que en la capital del país el promotor de las pistas de hielo fue Hugo Scherer que publicitó al gobierno del Distrito Federal a nivel nacional y del país, al colocar una pista de dimensiones colosales, en el zócalo de la ciudad de México.
Hay que recordar que otra aportación de Ebrard Casaubón fueron la playas artificiales que instaló, el excéntrico jefe de gobierno capitalino hoy, prácticamente en el exilio.
En Oaxaca las pistas de hielo estuvieron a cargo de Alberto Vargas Varela, ex secretario de Administración, que se cuidó de trasparentar el costo que tuvieron las mismas y a quienes fueron los promotores de las mismas, así como el costo total de éstas y no solo de lo que fueron propiamente las pistas de hielo.
De acuerdo con la poca información que se tiene, en el 2011 el costo de la pista de hielo fue de un millón 276 mil pesos; en 2012 se pagaron tres veces la misma suma: tres millones 74 mil pesos por el mismo concepto, dio a conocer la Secretaría de Administración en respuesta a la Solicitud de Información con folio 11976.
Todo ello nos hace ver que si para evitar el saqueo que sufrió Oaxaca en el sexenio pasado tendremos que solicitar información, el objetivo que tienen estas pistas de hielo, aparte de lo obvio que es divertir y entretener a las y los ciudadanos, lo que es un fin loable, pero también hay que poner en la mesa los datos de quiénes serán los beneficiarios y si éstas representan una aportación a la cultura de Oaxaca.
Siendo tan grande el patrimonio cultural que tenemos, hay otras acciones que pueden hacer crecer nuestra cultura, incentivar el turismo, la economía, como lo sería un festival de las culturas de los pueblos de Oaxaca, lo que nos daría aún más prestigio y fama del que tenemos como pueblo crisol de culturas y tradiciones.
Cambiado de tema, comunicadores de Oaxaca nos hemos dado a la tarea de organizar un conversatorio, que realizaremos el próximo viernes a la una de la tarde en el café que se ubica en el Teatro Alcalá, en que abordaremos el ambiente político, social y de respeto de los derechos humanos que existe en Oaxaca y el papel de los periodistas en esta coyuntura.
Mónica Alarcón, Gisela Ramírez Hurtado, Horacio Corro Espinosa, Defino Antonio Vázquez y un servidor, el próximo viernes a la una de la tarde en la cafetería del Teatro Alcalá.
@MiguelAschulz