* Con más inversión en generación renovable, almacenamiento en baterías y captura de bióxido de carbono se podría cubrir las necesidades del país a mitad de Siglo y cumplir con los compromisos climáticos internacionales
Ciudad de México.- Dada la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en todos los sectores, la Comisión de Energía de la International Chamber of Commerce México (ICC-México) realizó un análisis y diálogo sobre las alternativas y desafíos para descarbonizar el sector eléctrico mexicano hacia 2050 y entre los diversos escenarios se encontraron tres vías que permitirían transformar el panorama energético del país.
Además de la necesidad de inversión para generar 30 mil MW adicionales, en el análisis se identificaron tres vías estratégicas que podrían permitir la descarbonización del sistema eléctrico mexicano: Ahorro energético para reducir la demanda; Almacenamiento de energía y captura de bióxido de carbono como medida de compensación.
Durante la sesión se reveló que, en el verano pasado, la demanda eléctrica máxima superó los 52 mil MW, abastecida con una combinación de 42 mil MW de energía convencional y 10 mil MW de fuentes limpias.
Sin embargo, se observó que la contribución de energías limpias durante las horas críticas, como el atardecer, es limitada. Actualmente, México tiene instalados 31 mil MW de energías limpias, de los cuales solo 10 mil MW están disponibles en los momentos de mayor demanda.
Uno de los puntos más relevantes de la discusión fue cómo satisfacer una demanda proyectada de 100 mil MW para 2050, considerando que hoy en día las energías limpias solo aportan una fracción de esa cantidad. Para lograr un sistema completamente limpio, México necesitaría aumentar su capacidad de generación limpia de 10 mil MW a 100 mil MW en los próximos 25 años.
En el diálogo se destacó que la capacidad máxima de energías limpias que se podría instalar en el país (eólica, hidroeléctrica, nuclear, geotérmica, marina, biomasa) para generar energía al atardecer, mediante inversión futura, apenas llegaría a 30 mil MW. En ese escenario es fundamental buscar soluciones para obtener los 60 mil MW faltantes.
En el análisis se destacó que, hay que poner énfasis en tres aspectos centrales para llegar al año 2050 con cero emisiones netas:
1.- Ahorrar energía, incrementar la eficiencia y el autoconsumo hasta lograr reducir 20 mil MW de demanda al Sistema Eléctrico Nacional. Con esta acción, en lugar de necesitar 100 mil MW, se necesitarían solamente 80 mil MW.
2.- Impulsar la generación masiva de energía solar durante el día, almacenando esa energía ya sea en baterías, en plantas de hidroeléctricas autónomas con rebombeo, o bien generando hidrógeno verde para usar estas energías almacenadas después de las siete de la tarde cuando la demanda de la red es máxima. Con estos sistemas de almacenamiento se estima que se podrían aportar unos 22 mil MW a la hora de mayor demanda.
3.- Promover tecnologías de captura, transporte y uso o almacenamiento de bióxido de carbono. Hace falta estudiar más a fondo las opciones, pero se mencionó la posibilidad de inyectarlo en pozos vacíos de gas natural, reformar la infraestructura para gas y aprovecharla, promover el hidrógeno azul o bien explorar otros proyectos como la expansión de algunos bosques. Estas acciones podrían compensar emisiones equivalentes a 18 mil MW de generación a partir de hidrocarburos.
Con la tendencia natural mediante la cual se mantendrían al menos 10 mil MW de energía limpia actual, más 30 mil MW contemplados con nuevas inversiones, sumados a los 60 mil MW que se obtendrían mediante las tres alternativas descritas previamente, se podría cubrir la demanda de 100 mil MW esperada para 2050.
El panel de expertos de la Comisión de Energía de ICC-México también subrayó que habría nuevas demandas eléctricas como la de los vehículos eléctricos, la transformación industrial y el crecimiento de los centros de datos, no contempladas en este análisis. Además, las estimaciones se basaron en un crecimiento económico moderado del 2.5 por ciento anual, pero cualquier aumento en este indicador incrementaría la demanda de energía.
Los desafíos regulatorios, la inversión en líneas de transmisión, la generación a partir de desechos orgánicos y la publicación de Certificados de Energía Limpia fueron algunas de las inquietudes que surgieron durante el análisis. Además, se destacó la importancia de explorar nuevas alternativas como la demanda controlable a futuro, clave para mantener la estabilidad del sistema.
En conclusión, de acuerdo con la Comisión de Energía de la ICC México, la transición hacia un sector eléctrico 100 por ciento limpio y descarbonizado para 2050 es factible, pero requiere planificación, inversión estratégica y un diálogo constante entre los actores clave del sector.