Hasta el momento siguen en poder de las autoridades municipales de San Dionisio Ocotepec, los 12 elementos de los cuerpos de seguridad de Oaxaca, que fueron retenidos por los pobladores de este municipio de indígenas zapotecos, que se localiza a 60 kilómetros de la capital del estado de Oaxaca, desde el pasado día miércoles.

Así los reconoció la Secretaría General de Gobierno de Oaxaca en un corte informativo emitido minutos antes de la 23 horas, en el que se asegura que el representante de la Secretaría General de Gobierno, Edgar Iván Gómez Castro; el comandante de la Policía Estatal de Secretaría de Seguridad Publica, Cornelio Figueroa Altamirano y el agente del ministerio público, Juan Francisco Gómez Martínez, adscrito a Tlacolula de Matamoros se encuentran en el lugar de los hechos en permanente contacto con la comunidad.

Entre los retenidos se encuentran tres mujeres, un bombero y un menor de edad, de 16 años, quienes supuestamente según versiones que dieron inicialmente andaban tras de un automóvil, pero también dijeron que se habían extraviado por el camino, lo que despertaron la duda de los pobladores del lugar que decidieron retenerlos.

En el boletín de prensa se señala que “en el transcurso de este día se han buscado diferentes rutas de solución para lograr la entrega de los doce elementos policiacos que se encuentran en la población. El agente del ministerio público de Tlacolula de Matamoros se apersonó desde la noche del miércoles”.

Los elementos de la Policía Estatal son: Héctor Díaz Hernández, Jorge Alberto Peña Morales, así como Darío Díaz Sosa, Rigoberto Álvarez Hernández y Jaciel Amisaid Rivas Pérez. Loa otros detenidos son Saulo Galis Martínez y los hermanos, Vianey, Juan Carlos y Cristian Velázquez Cruz, quienes iban acompañados de las agentes Adilene Aragón Ramírez, Doraida Vicente Gómez y Sofía Pérez, que fueron separadas de sus compañeros y una de ella se encuentra embarazada.

A algunos de los policías los mantuvieron hincados, por el enojo de los habitantes que se incrementó al lugar el director del área de investigaciones, Héctor Díaz, que en forma prepotente y portando armas largas vestidos de civil, quiso liberar a los retenidos. A los policías se les encontró 50 mil pesos en efectivo, 20 celulares y dos armas largas, asi como fajos de papel periódico recortados como billetes, por lo cual fueron despojados de sus pertenencias y puestos a disposición de la población que afirman que solo los entregaran a la Marina Armada de México o Ejército y que en caso que haga acto de presencia los cuerpos antimotines de la Policía Estatal los enfrentara.