Retomado de Prensa Latina
Guatemala.- La Premio Nobel de la Paz 1992, la guatemalteca Rigoberta Menchú, calificó hoy de connotación política el asesinato aquí del afamado cantautor argentino Facundo Cabral.
Me resisto a creer que sea un crimen común, fue planificado, es un mensaje enviado a la izquierda latinoamericana y a quienes queremos cambiar para mejor la realidad del continente, aseguró Menchú en el mismo lugar del hecho.
Cabral fue acribillado a balazos alrededor de las 05:00 hora local en un conocido nudo vial de la ciudad, el Trébol, cuando se dirigía al aeropuerto para viajar a Nicaragua donde se presentaría en concierto como hizo en esta capital y en Quetzaltenango.
La dirigente indígena guatemalteca acudió al sitio para conocer los pormenores de lo ocurrido con quien consideraba su amigo, con quien compartía ideales por muchos años pues lo conoció muy joven, dijo.
Rememoró cómo su hermano -como también lo llamó- en muchas ocasiones le cantaba cuando coincidían en reuniones privadas.
Esto es un crimen político, también dirigido a afectar las relaciones entre ambas naciones, es un sabotaje a la democracia en Guatemala, enfatizó sobre el suceso, uno más, afirmó, de los tantos y tantos que enlutan a nuestro país.
Menchú exigió una investigación exhaustiva, que el Gobierno y el Ministerio Público actúen con mucha energía y a los culpables les den la pena máxima. ÂíQue se pudran en la cárcel!, exclamó.
Decenas de personas se van aglomerando en los alrededores del lugar, muchas derramando lágrimas y depositando flores por una figura de relevancia mundial de la canción y la composición musical, con gritos acompasados pidiendo justicia.
Transmisiones televisivas en vivo desde el Trébol aseguran que fue localizado un vehículo, con perforaciones de bala en su parte posterior, presuntamente utilizado por los sicarios en la agresión.
Antes se habló de personas detenidas, pero no ha sido confirmado hasta el momento.
De ocho a 10 disparos de fusiles de asalto recibió Cabral en cabeza y tórax, dijo un jefe de bomberos municipales, hasta cuya estación frente al Trébol llegaron los carros de él y una escolta en postrer esfuerzo por recibir protección ante el ataque.
A pesar de salir los socorristas inmediatamente al escuchar las detonaciones fueron incapaces de revivir a Cabral, fallecido al instante, pero sí lo lograron con un empresario guatemalteco que lo acompañaba.