Lizette Mendoza Alavéz
La actividad ecoturística en Oaxaca se ha posicionado como una de las formas más importante para que las comunidades rurales obtengan recursos económicos, señaló el gerente regional de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), Salvador Anta Fonseca.
“Casi todos los pueblos mancomunados registran asistencia del cien por ciento todas las semanas, dejando ganancias para que las comunidades recuperen su capital invertido, reciban utilidades y se vuelva a reinvertir en su propio proyecto, es decir ya lograron tener su autonomía financiera”, explicó.
La clave para que estos proyectos triunfen es la difusión y promoción que se les dé, muchos proyectos recién surgidos no tienen gente porque no los conocen, lo importante es darlos a conocer y es aquí donde los gobiernos estatal y federal hacen una gran tarea, apuntó en entrevista.
El ecoturismo en Oaxaca es una actividad relativamente reciente, la cual se inició en la década de los 90. “Afortunadamente ahora, ya se tiene una infraestructura cimentada, así como una serie de experiencias gratamente satisfactorias”, dijo.
Tenemos dos tipos de ecoturismo, el primero es el comunitario, que se basa en los proyectos que realiza el grueso de la comunidad y el segundo es el ecoturismo de “experiencias” el cual solamente lo ejercen algunos o un miembro de la comunidad.
Anta Fonseca explicó que el segundo tipo nació en la Sierra Juárez, con el proyecto de pueblos mancomunados, en la localidad de “Benito Juárez”.
“Gracias al proyecto en Benito Juárez, se logró que la comunidad de Santa Catarina Ixtepeji implementará en su comunidad un proyecto que reuniera los dos tipos de ecoturismo desarrollados en Oaxaca”, puntualizó.
Hoy podemos encontrar camino a la Sierra Juárez varios pueblitos que ya ofertan servicios de alimentación, hospedaje y paseos por senderos, lo cual sin duda alguna en un futuro podrán ser proyectos sustentables para sus comunidades, añadió.
Los proyectos más importantes de ecoturismo se encuentran en la Sierra Juárez, ya que es en este lugar donde se reúnen las características óptimas para el desarrollo de esta rama del turismo.
Las cuales, a decir de Anta Fonseca, son la cercanía con la capital del estado, la belleza escénica de los bosques, la capacidad de la administración de las comunidades pertenecientes a esta región, para tener una oferta importante de trabajo.
En este sentido, abundó que en regiones como la Mixteca, la Costa, la Cañada y el Istmo ya se empieza a observar este fenómeno del ecoturismo. En estas zonas, los proyectos ecoturísticos giran en torno a las cualidades de la biosfera del lugar.
Por citar un ejemplo, mencionó que en la Cañada, la principal actividad consiste en la observación de la guacamaya verde al igual que en las poblaciones del Chilar en San Felipe Tejelapam y Santa María Tecomavaca.
Apuntó que de igual forma en la región de la Mixteca, se están concretizando los proyectos de observación de paisajes, en las comunidades de Santiago Apoala y Santiago Yosondua.
En lo que respecta a la Costa, informó que la “red de humedales” se está consolidando como el principal ofertante de visitas a la zona de Los Manglares.
En el caso del Papaloapam, dio a conocer que ya se están implementado la observación de especies, como el mono araña, en el paraje denominado “Cerro Chango”.
En el Istmo de Tehuantepec, explicó que es la Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), quien esta posicionando el tema de café, como uno de los más importantes atractivos turísticos de la zona.
Para Anta Fonseca, este gran conglomerado que calificó como “proyectos jóvenes y nuevos” es sin duda alguna un paso muy importante para el desarrollo del ecoturismo en la entidad.
En este contexto, dijo sentirse muy satisfecho, ya que hace dos semanas San Juan Atepec, se unió a la lista de pueblos ecoturísticos de Oaxaca, con la apertura al público del “Parque Bicentenario”.
“La apertura de este pueblo, solo quiere decir que en Oaxaca, cada comunidad esta tratando de presentar una característica propia para abrirse paso y entrar al mercado ecoturístico”, indicó.
Cabe resaltar que aparte del apoyo que los propios habitantes de las comunidades le dan a estos proyectos, también instituciones como la CONAFOR, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación inyectan recursos económicos en pro del desarrollo de estas poblaciones.
“Lo que hemos hecho, es tratar de complementar recursos, en beneficio del buen desarrollo de los proyectos”.
Es importante resaltar que el hecho de que este panorama sea alentador, no quiere decir que todos los proyectos ecoturísticos sean factibles para su desarrollo, por eso es importante pedir asesoría para que así se pueda saber cuándo y cómo invertir, finalizó.