* Discurso pronunciado por el director General de Pemex, Emilio Lozoya
México, DF.- El día de hoy, 13 de agosto de 2014, a menos de 48 horas de que el presidente de la República firmara los decretos de ley con los que culminó el proceso legislativo de la Reforma Energética, estamos reunidos para dar a conocer las primeras acciones concretas en que se plasma la mayor transformación del marco jurídico de la industria petrolera desde 1938.
En la Reforma Constitucional se establecieron los plazos para que Petróleos Mexicanos (Pemex) hiciera del conocimiento de las autoridades la propuesta de campos en producción y de áreas de exploración que pretendía conservar la empresa a través de asignaciones en la llamada ronda cero, así como los argumentos técnicos y financieros sobre los que fincaba su propuesta.
La Reforma Constitucional estableció también el término dentro del cual la Secretaría de Energía (Sener), con la asistencia técnica de la Comisión Nacional de Hidrocarburos debía dar respuesta a la propuesta de Pemex.
Celebro, y creo que debemos celebrar todos, que la Sener haya concluido su análisis en forma y que se haya adelantado, incluso, a los tiempos fijados.
Y lo celebro porque, una vez concluida la fase legislativa del ambicioso programa de transformación que ha impulsado el Presidente Enrique Peña Nieto, y en particular, una vez concluido el trabajo del Congreso en materia energética, el país reclama que nos pongamos a trabajar y aterricemos la Reforma Energética.
Que transformemos las promesas de las reformas en hechos que vayan cambiando la realidad de México, que den lugar a un mayor dinamismo en lo económico, a más y mejores empleos sobre todo para nuestros jóvenes y que abran nuevos horizontes de bienestar para todos los mexicanos.
Quiero, por ello, felicitar muy particularmente al Secretario Pedro Joaquín Coldwell, lo mismo que a Juan Carlos Zepeda y su equipo en la Comisión Nacional de Hidrocarburos, por esta muestra inicial de oportunidad y eficiencia para echar a andar la Reforma Energética.
Y quiero agradecerles, al mismo tiempo, la entrega, el profesionalismo y la altura de miras con la que se encararon esta primera y fundamental tarea en la definición de la nueva estructura de la industria petrolera de México.
Las áreas de exploración y los campos en producción asignados a Petróleos Mexicanos garantizan la viabilidad en el corto y mediano plazo de la operación de Petróleos Mexicanos y sientan las bases para su expansión a largo plazo.
Las áreas asignadas representan un balance adecuado entre yacimientos en los cuales Petróleos Mexicanos tiene una gran experiencia y, de hecho, es líder a nivel mundial, así como yacimientos de nuevo tipo sobre los que descansa el futuro petrolero México, y en los que Pemex comienza en estos campos a generar habilidades y conocimiento.
En suma, los campos asignados nos permiten garantizar la estabilización de la producción a costos competitivos en el corto plazo y nos abren la posibilidad de asimilar la tecnología necesaria para el desarrollo de los campos en el futuro.
Las áreas exploratorias asignadas, por otra parte, son aquellas que han sido estudiadas en mayor detalle por Petróleos Mexicanos por lo que existe mayor certeza de descubrir más reservas con costos de descubrimiento relativamente bajos o competitivos.
Estos dos elementos dan mayor certidumbre sobre los resultados de Petróleos Mexicanos en los próximos años. Todo ello, sin embargo, no es suficiente.
Pemex debe ser un actor central en la expansión de la industria petrolera que es el objetivo central de la Reforma Energética. Para ello, debe aprovechar al máximo las herramientas que la propia Reforma pone a nuestra disposición.
Este es el caso, particularmente, de las asociaciones estratégicas que son práctica común en todo el mundo pero que hasta antes de la Reforma no eran disponibles para Petróleos Mexicanos.
Para aprovechar cabalmente las ventajas que la opción de asociarnos con otras empresas nos brinda, hemos diseñado una estrategia que abarca tres frentes.
En primer lugar es el de la migración de los contratos existentes, los CIEPS o Contratos Integrales de Exploración y Producción y los COPS o Contratos de Obra Pública Financiada, a los nuevos esquemas contractuales previstos a partir de la Reforma.
Conviene recordar que estos campos no se sujetarán a licitación dado que ya tienen un contratista titular y estos contratos ya fueron licitados en su momento.
Al alinear de mejor manera los intereses del Gobierno, de Pemex y de los Contratistas, la migración de estos contratos permitirá acelerar la conversión de recursos prospectivos en reservas, y de estas en producción a corto plazo, aumentando así el volumen asociado de utilidades, derechos e impuestos.
El primer paquete consistirá en la migración de los contratos de 11 campos en los próximos seis meses.
Se trata de campos de la Región Sur, y de los activos en Poza Rica Altamira y Burgos en la Región Norte, con más de 569 millones de barriles de reservas 2P y con recursos prospectivos de casi 1,300 millones de barriles.
En estos campos, la inversión requerida para explotar la totalidad de la reserva 2P a lo largo de la vida de estos contratos asciende a 11,380 millones de dólares.
Luego de estos primeros 11 contratos, tenemos también contemplada la migración de otro paquete también de 11 contratos integrales o de obra pública financiada en Chicontepec y en Burgos, con más de 1,600 millones de barriles en reservas 2P. Estos contratos migrarán a las nuevas modalidades entre febrero y agosto de 2015, y la inversión aproximada que se requerirá para explotar las reservas 2P asciende a casi 33 mil millones de dólares.
El segundo frente, y el más importante en el corto plazo en materia de asociaciones es el de la búsqueda de socios para el desarrollo de campos que se le han asignado a Pemex en la Ronda 0.
Se trata de un grupo de 10 proyectos que por su alta complejidad técnica, su intensidad de capital o por otras consideraciones estratégicas dentro de nuestra cartera de proyectos se pueden beneficiar de la participación de compañías que complementen el capital, el conocimiento, y la capacidad operativa de Pemex.
Con ello buscamos una mayor generación de valor y una disminución del riesgo asumido por Petróleos Mexicanos. Podemos agrupar estos 10 proyectos de asociación en cuatro paquetes.
El primer paquete, de campos maduros, incluye 3 campos terrestres en los que nuestro objetivo es optimizar el factor de recuperación y rentabilidad mediante la aplicación de tecnologías de punta.
En conjunto concentran 248 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en reservas 2P y requieren una inversión mínima de 1,700 millones de dólares en los siguientes cinco años.
Este paquete considera también tres campos maduros marinos para una segunda asociación estratégica. Se trata de campos actualmente en producción y que concentran 350 millones de barriles de crudo equivalente en reservas 2P y requerirán una inversión del orden de 6,300 millones de dólares a lo largo de los siguientes seis años.
El segundo paquete está enfocado a tres campos de crudo extra-pesado con densidad menor o igual a 11 grados API; que es como si fuera una miel pesada y por lo tanto representa un reto tecnológico para Petróleos Mexicanos: estos son Ayatsil, Tekel y Utsil.
El campo Ayatsil, el principal del grupo, iniciará producción a finales de 2014.
Estos campos tienen reservas 2P de 747 millones de barriles de petróleo crudo equivalente y supondrán la inversión de más de 6,200 millones de dólares en los siguientes 10 años.
El tercer paquete está asociado al desarrollo de dos campos gigantes de gas en aguas profundas que contienen 212 millones de barriles de petróleo crudo equivalente en reservas 2P y suponen inversiones de 6,800 millones de dólares en un horizonte de diez años.
Estos campos se ubican en la cuenca gasífera de aguas profundas donde está localizado el campo Lakach, por lo que se beneficiarán de las sinergias en materia de infraestructura que hoy en día ya Petróleos Mexicanos está construyendo en esta zona.
El cuarto paquete, tiene como objetivo establecer dos asociaciones estratégicas y está enfocado a desarrollar los campos recientemente descubiertos en aguas profundas en el área de Perdido, en particular, Trión y Exploratus.
Estos campos están aún en proceso de delimitación pero estimamos que concentran reservas 3P con un potencial de 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, y requerirán un mínimo de inversión de 11 mil millones de dólares a lo largo de ocho años.
En resumen, Pemex ha identificado, de entre los campos que se le han asignado, diez oportunidades de asociación estratégica a consolidar en el corto plazo, es en un lapso de 13 meses que comenzará en noviembre del presente año.
Estos primeros proyectos seleccionados nos permitirán aprovechar la posibilidad de establecer asociaciones estratégicas, a las cuales Pemex no tenía posibilidad, y que involucran 1,556 millones de barriles de reservas 2P más los que resulten de la delimitación de los campos en el Área de Perdido a los que ya hice referencia.
En conjunto, los diez proyectos de asociación estratégica, los 10 farm outs como se denominan en inglés, involucran la inversión de 32 mil 295 millones de dólares en horizontes que varían de cinco a diez años dependiendo cada proyecto.
Esta inversión se suma a la inversión en los contratos integrales y de obra pública financiada que mencioné antes y que en su totalidad los CIEP y los COPF representan inversiones por 44 mil millones de dólares.
Es decir, la suma de los farm outs por casi 33 mil millones de dólares, y los CIEP´s y los COPF´s, representan un inversión total de 76 mil millones de dólares a realizarse en nuestro país.
En promedio en los primeros cinco años, las asociaciones, es decir: los farm outs significarán poco más de 4,100 millones de dólares anuales de inversión neta adicional.
Es este, sin duda, un primer efecto dinamizador de corto plazo que debemos contabilizar en el haber de la Reforma Energética impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto y aprobada por distintas fuerzas políticas en el Congreso de la Unión.
Si consideramos que la inversión actual de Petróleos Mexicanos en exploración y producción es del orden de 25 mil millones de dólares anuales, o alrededor de 2 por ciento del PIB, estas 10 propuestas de asociación –los farm outs-, por sí solas, aumentarán la inversión en la industria petrolera en un 16 por ciento o más de tres décimas del Producto Interno Bruto del país. Si además le sumamos los 44 mil millones de dólares asociados a la inversión potencial en los CIEP´s y los COPF´s, estamos hablando de que la inversión en los primeros años después de la Reforma Energética podría estar incrementándose en 25 por ciento, sobre los 25 mil millones de dólares que hoy en día estamos invirtiendo o un neto incremental aproximado de 0.5 por ciento de Producto Interno Bruto.
Adicionalmente, Petróleos Mexicanos está estudiando la posibilidad de extender su estrategia de asociaciones estratégicas en los campos que le han sido asignados en una segunda fase a definir en el 2015.
En este proceso de evaluación están involucrados campos maduros con potencial para aplicar tecnologías de recuperación mejorada; campos de aceite y gas en lutitas y el campo Maximino en aguas profundas que aún se encuentra también en proceso de delimitación.
Por último, en el tercero de los frentes que mencioné al principio de esta intervención, Pemex está trabajando arduamente en la definición de aquellas asociaciones para que podamos fortalecer nuestra posición competitiva y que signifique un desarrollo de competencias técnicas y organizacionales para competir en las rondas 1 y subsecuentes en la Comisión Nacional de Hidrocarburos en los siguientes meses.
Como podrán ustedes apreciar de este recuento de proyectos y acciones, la Reforma Energética está empezando a dar resultados de dinamizar a la industria petrolera desde el primer día.
Por otra parte, es evidente que como resultado de la Reforma y de la utilización de las nuevas facultades que se le confiere a Pemex, nuestra empresa, la empresa de todos los mexicanos, se fortalece y se potencia la capacidad de operación y de inversión.
Mi reconocimiento, muy particular, a todos los compañeros en Petróleos Mexicanos que han venido participando en los procesos que nos han permitido llegar hoy a estos anuncios, y que sin duda constituyen muy buenos augurios de Petróleos Mexicanos para las finanzas públicas y para que todos los mexicanos tengan mejores oportunidades.
Petróleos Mexicanos enfrenta el mayor reto en su historia, el reto de competir en toda la cadena de valor.
Dada la calidad, el profesionalismo y la entrega de los petroleros, estoy seguro que esa competencia la vamos a enfrentar y estaremos a la altura de lo que se espera de nosotros y sin duda Pemex seguirá siendo la empresa más grande del país y la mejor.
Muchas gracias