Por Horacio Corro Espinosa/
El viernes de la semana pasada, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, instruyó a la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, para que le diera posesión a Nuvia Mayorga Delgado, como Directora General de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI).
Como todos sabemos, la (CDI) Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, nació el 21 de mayo de 2003, por decreto del expresidente Vicente Fox, para realizar todas las acciones necesarias en favor de los pueblos indígenas de México, según lo establecido por el artículo segundo de nuestra Constitución. Este organismo vino a sustituir al (INI) Instituto Nacional Indigenista de México, cuya creación data de 1948.
Con esto queda claro que la CDI es de suma importancia a nivel nacional para todos los pueblos indígenas, y por lo mismo, se le debe dar el lugar que se merece. Se calcula que la población indígena mexicana es de unos 14 millones de personas, en 52 etnias distribuidas a lo largo y ancho del país.
Si así de importante es esta Comisión, entonces, ¿por qué sectorizarla en la Sedesol?
Con este mensaje, el panorama para los indígenas de México no es nada alentador. Si con Felipe Calderón, prácticamente desapareció este sector, ahora el PRI continúa sobre la misma ruta, y peor todavía. El presupuesto para los pueblos indígenas en este año 2013, es mucho menor que el del año pasado. El presupuesto del 2012 fue de 68 mil millones, y el de este año es de 65 mil millones de pesos.
Y por si esto fuera poco, estos recursos ya están etiquetados para los programas asistenciales como Oportunidades y el Seguro Popular. Entonces, se preguntarán ustedes, ¿qué le toca a los indígenas?
¿Y de esto qué dice nuestra flamante diputada indígena Eufrosina Cruz Mendoza, presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso federal? Nos ha asegurado y nos ha presumido que el presupuesto para Oaxaca es superior a cualquier otro, pero nunca nos ha dicho nada del presupuesto para los indígenas que es 8.8 por ciento menor que el del año pasado.
En uno de sus discursos lacrimosos, la diputada oaxaqueña dijo: “Cuando se nace indígena, duele reconocerse como parte de una minoría sin voz y sin rostro”.
Si esas palabras son verdad, ¿será capaz la diputada Eufrosina de pelear por la bandera panista como lo es la CDI? Debe de recordar que esa Comisión fue creada por Vicente Fox. Hasta ahorita esta diputada no ha emitido ningún posicionamiento al respecto. ¿O será que se quede callada por alguna negociación como lo hizo con el presupuesto para los indígenas?
No cabe duda que aunque digas que eres indio, pero tienes poder en la mano, te olvidarás de quién eres. Sólo se acuerdan de los indios en tiempos de campañas políticas. Y para no ir muy lejos, sólo en Oaxaca, basta penetrar un poco en algunas comunidades para ver el profundo pozo de inmoral olvido en que han caído algunos de estos grupos indígenas. O díganme si miento.
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