Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
Sólo un ciego podría decir que los bloqueos carreteros no afectan a la población, ni causan un severo daño a la población en su economía, pero ha resultado ser una medida de presión eficaz de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Los cierres carreteros son un yugo que los gobiernos federal, estatal y municipal no se han podido quitar, debido al respaldo que tienen los maestros en la sociedad y el rechazo que tienen los gobiernos de Gabino Cué y de Enrique Peña Nieto.
Pero de eso a decir que en Oaxaca hay escasez de alimentos y gasolina, es realmente exagerado, como lo han manejado las grandes cadenas televisivas del país, así como las radiales, la prensa escrita y algunas redes sociales.
Los compromisos publicitarios y de negocios que tienen algunos conductores de medios electrónicos y la prensa escrita en la entidad, desde luego que secundar las campañas negras ideadas por los estrategas comunicólogos del gobierno, tienen que servir a quienes los contratan.
Es bien sabido que las compras de pánico por sí mismas, si generan escasez de productos y es lo que han tratado de inducir, la falta de alimentos. Resulta evidente que los gobiernos del estado y federal, no intervienen para detener ese ambiente de crispación que están generando ellos mismos.
Los elementos para esa psicosis de escasez la dan los propios integrantes de la Sección 22 del SNTE y aliados, enamorados de esos métodos, del bloqueo y la barricada, que no sólo violan derechos humanos de los ciudadanos, que se ven impedidos a la movilidad y tener las garantías para realizar su vida cotidiana, con normalidad.
Salta a la vista, que la falta de capacidad e inteligencia de los mandos policiacos federales, que viviendo aquí en Oaxaca puedo advertir que el domingo era el peor día para un desalojo en ese lugar por ser día de plaza, donde se concentran más de cinco mil personas, con una población cercana a los 18 mil habitantes.
Tan torpes en la interpretación de los hechos de Nochixtlán, que han estado repite y repite, que de los muertos, ninguno era maestro como si ello justificara que hubieran sido asesinados o que si los mataron fueron por metiches, sin comprender el valor de la solidaridad.
Esa misma torpeza está exhibiendo en su campaña de desabasto, no podemos decir gobernador, Gabino Cué, que no está advirtiendo que la campaña que está impulsando de desabasto ficción, para manipular a la opinión pública, para que la sociedad repudie a los maestros, se le terminará revirtiéndosele y el coordinador de comunicación, Miguel Ángel Muñoz, debe ya refrescar sus estrategias.
A la par de esa campaña, emprendió otra en contra de quienes fueron sus aliados, Flavio Sosa, Zenen Bravo, Francisco Martínez, Germán Mendoza Nube y Erangelio Mendoza, entre otros más. Está llegando a un estado psicótico Gabino Cué, quien siente que todos los árboles lo siguen y que todos lo reconocen como un estadista.
Sin aceptar que su desgobierno lo tienen al borde de la picota, y sigue sin entender que fue él quien por sus malos resultados como gobernante, llevó a la derrota electoral a sus antiguos aliados de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que incluso lo ven también como apestado.
@MiguelAschulz