Para ello, explicó deberá tomarse en cuenta los niveles establecidos nacional e internacionalmente como los mínimos necesarios de sobrevivencia física de una persona, lo anterior con la finalidad de proteger la organización y el desarrollo de la familia.
Mediante una iniciativa que adiciona un párrafo al artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo, el legislador por Oaxaca señaló que el cálculo actual no es representativo de las necesidades alimentarias y demás que tiene hoy en día un jefe de familia.
Recordó que el artículo 123 de la Constitución, en su fracción VI establece: “Que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y proveer a la educación obligatoria de sus hijos”.
Sin embargo, aseguró que cumplir el objetivo de mejorar los niveles de vida de los mexicanos no se ha cumplido en los últimos sexenios, “pues de 1982 a la fecha, el denominado salario mínimo ha perdido un 75 por ciento de su poder adquisitivo, y en la actualidad se encuentra en condición de pobreza, por lo menos la mitad de la población”.
Asimismo, sostuvo que el discurso de no aumentar los salarios porque la inflación se disparará, es desde hace mucho tiempo un argumento esgrimido por el Banco de México.
“Así, pues, creo también que las políticas gubernamentales, en este contexto, han preferido mantener un salario mínimo, dicen ellos, antiinflacionario; un salario mínimo, dicen ellos, competitivo; un salario mínimo han planteado a favor de la productividad, productividad, que por cierto ha crecido, dicen algunos, como espuma, pero a costa del empobrecimiento alimentario de los mexicanos”, mencionó.
El senador perredista informó que en México, de los 49 millones 500 mil personas que se consideran ocupadas en la nación, seis millones 500 mil tienen la remuneración de un solo salario mínimo.
“1.5 millones de familias son las que ahí conviven y que de esos mil 232 pesos del salario mínimo, se tienen que alimentar, pues, al menos cuatro personas por día, que es lo que ganan ellos mensualmente”, resaltó.
Por ello, reiteró la necesidad de que el cálculo y los aumentos del denominado salario mínimo deben considerar los niveles nutricionales, los niveles calóricos y los niveles proteínicos que una persona debe consumir para vivir con dignidad.
La iniciativa fue turnada a las comisiones unidas de Trabajo y Previsión Social y la de Estudios Legislativos, Segunda para su análisis y posterior dictamen.
