Miguel Ángel Schultz
La inseguridad sigue creciendo en el país, al igual que la capacidad de fuego de los grupos armados que actúan ya como ejércitos, por el número de integrantes de las bandas de sicarios, 120 en 25 camionetas, que participan en los ataques a instalaciones de autoridades de Gobierno, como ocurrió en Villa Unión, Coahuila, el pasado sábado 30 de noviembre, con una cuota de 23 muertos, a escasas horas de la celebración del primer año de la toma de protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, que, sin duda, ensombrece el festejo.
Sin duda este acontecimiento es una vuelta de tuerca más hacia el Gobierno de la Cuarta Transformación, que se muestra incapaz de contener el baño de sangre en el que está sumido el país, más aún cuando este miércoles 4 de diciembre se cumple un mes de la brutal masacre de integrantes de la colonia LeBaron, donde fueron sacrificadas tres mujeres y seis niños, en un camino rural de Bavispe, Sonora, colindante con Chihuahua y en la proximidades de la frontera con Arizona, Estados Unidos.
Estos acontecimientos no pueden ser obra de la casualidad, hay elementos para poder decir que son planeados desde tiempo atrás, para impedir que el Gobierno de la Cuarta Transformación se consolide, ya que mientras las masacres se intensifican, grupos sociales y partidos políticos continúan exigiendo se responda con la fuerza de las armas los ataques perpetrados por las bandas armadas, a lo que el presidente contesta que no lo hará, ni variará su estrategia, para enfrentar la violencia de la delincuencia.
Resulta inaudito, aunque ya ha sucedido a lo largo de la historia del país, que existan mexicanos y mexicanas, que estén por una intervención armada de los Estados Unidos en México, como la que se dice dirigente de las Chalecos México -vil plagio de los Chalecos Amarillos de Francia-, Alejandra Morán Ramírez, que justifica la intervención extranjera al afirmar, que ante la incapacidad del Gobierno pueden ayudar en el ámbito internacional. Su discurso de verdades a medias la hace reivindicar las movilizaciones a las que ha venido convocando, como resultado del malestar de la sociedad civil.
Sin embargo, en el llamado a la manifestación anti Andrés Manuel López Obrador, lo hicieron los representantes de los partidos Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, y de la Revolución Democrática (PRD), Ángel Ávila -presidente provisional perredista-. Además del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, ausente por estar en el extranjero, justificó, y su esposa Margarita Zavala, ambos promotores del partido México Libre, que sí estuvo presente.
El ex presidente de México, del PAN, Vicente Fox Quesada, que marchó en León, Guanajuato, declaró que “es un pillo, ha engañado al pueblo de México, su Gobierno ha tenido cero resultados, absolutamente cero resultados. Todo es circo, se la pasa más que hablar, hablar y hablar engañando a medio México”.
Adelantó que de manera democrática hay que ponerle “freno al caballo desbocado de López Obrador en el 2021, tenemos que arrebatarle el Congreso entre todos, echarle montón, porque si no lo paremos, ahí México será destruido, destruido irremisiblemente como está Venezuela, como fue Cuba, como otros tantos países que han caído en las garras del populismo”.
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