Por: Salvador Hernández
A mediados de los ochentas del siglo pasado, los alumnos del taller de artes plásticas “Rufino Tamayo”, hicieron un movimiento debido a que las autoridades estatales y culturales de ese entonces, querían desalojarlos para instalar una oficina del registro civil. Vale mencionar que dicho espacio -un exconvento del siglo XVII, anexo a la iglesia del Carmen Alto-, albergaba al Ágora de Fonapas. El lugar contaba con una sala de proyecciones, galería para exposiciones, auditorio, cafetería, además de un hermoso patio de cantera verde.
La intención era convertir el exconvento de las Carmelitas Descalzas, en un hotel de cinco estrellas, al igual que el de Santa Catalina de Siena -fundado en 1579-, y que se encuentra unas calles más abajo. Actualmente, se encuentra dado en comodato a una cadena hotelera, con pinturas del siglo XVI en las habitaciones, según cuentan los privilegiados que llegan a hospedarse en dicho inmueble.
Pues bien, sólo unos meses estuvo el “Rufino Tamayo”, que, ante la intolerancia gubernamental, una madrugada, los pocos estudiantes que estaban fueron desalojados por las fuerzas vivas, destruyendo piedras originarias de Bavaria o Baviera, únicas en su formato, y que se utilizaban para hacer litografías. La destrucción fue total, y en una noche el espacio cultural, desapareció por completo, para convertirla en una de las tres oficinas del registro en la ciudad de Oaxaca.
Asimismo, hace unos meses se quiso desalojar a los catedráticos de la Casa de la Cultura Oaxaqueña (CCO), so pretexto de que no había dinero para liquidarles sus salarios. Los académicos tomaron el edificio colonial y mantuvieron un plantón varios días, logrando la salida del director Guillermo García Manzano y la restitución de su fuente de empleo. La CCO está instalada en el exconvento de “Los siete Príncipes”, construido en 1781.
El conflicto en el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), se originó el pasado 28 de enero 2021 porque el presidente de la A.C, “Amigos del Museo”, Rubén Leyva, le pidió a la directora Cecilia Mingüer que desalojara el recinto, sin mencionar los nueve meses de salarios caídos y prestaciones de ley que les adeudan a otr@s diecinueve trabajador@s.
Sintiéndose intimidada por elementos policiacos que arribaron al espacio cultural, solicitó el apoyo a la prensa local y a la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca. De igual manera, la encargada del recinto mencionó que Leyva, y demás miembros de la directiva, llevan diez años fungiendo como tal, cuando el periodo para dirigir la A.C, es de cuatro.
De inmediato, el gremio artístico se solidarizó tanto en forma presencial como por las redes sociales. Se desconoce el fin por el que los “Amigos del MACO” trataron de desalojarla.; sin embargo, el rumor que existe, es el de privatizar el espacio que hace veintinueve años el maestro Francisco Toledo, junto a Rodolfo Morales y Arnulfo Mendoza, entre otros, echaron a andar.
Hace falta que se restructure y transparente el funcionamiento dicho museo, que es sin duda un espacio público, para bien del gremio artístico y cultural oaxaqueño, y no sólo para unos cuantos.
La presencia de Francisco Toledo, quien fue ejemplo de generosidad, aun representa un manto protector a esta institución que promovió y fundó, al lado de otros creadores plásticos, tan es así, que al momento de escribir estas líneas trascendió que el pintor, escultor e instalador Alberto Aragón Reyes, originario de Oaxaca (1980), aportará recursos para abonar parte de los sueldos que se les adeudan a las y los trabajadores y funcionarios de dicha institución museística desde hace nueve meses.
El donativo del creador plástico se debe a una invitación de los integrantes de la asociación civil Amigos del MACO y en agradecimiento a que este espacio fue invitado a exponer su obra en 2017.
Esperemos que esta crisis sea para bien del arte y la cultura en Oaxaca, que pueda representar también la cancelación de la privatización de los edificios emblemáticos que forman parte del patrimonio cultural tangible e intangible del pueblo de Oaxaca.