Diez poblaciones del este de Japón han advertido a sus habitantes que no usen agua del grifo para los niños después de que descubrieran altos niveles de yodo 131 radiactivo.
La aldea de Iitate en la prefectura de Fukushima, 40 kilómetros al noroeste de dañada central nuclear, ha instado a todos sus residentes a abstenerse de beber agua del grifo.
Unas muestras del agua de la aldea tomadas el 20 de marzo contenían 965 becquerelios de yodo 131 por litro, más de 3 veces el límite del Gobierno, que es de 300. El miércoles las mediciones bajaron a 220 becquerelios.
También se detectaron altos niveles de yodo 131 en poblaciones cercanas, que excedían el nivel de seguridad para bebés de menos de un año.