* Pide no esperar a tener sed por ser un mecanismo tardío del cuerpo, indica que ya existe deshidratación
Oaxaca, Oax.- Alrededor del 70 por ciento del peso corporal en el ser humano se compone de agua, y un descenso de tan solo el dos por ciento, puede desencadenar dificultades que van desde somnolencia, pérdida momentánea de memoria, dificultad para realizar operaciones matemáticas básicas, problemas al enfocar la vista y fatiga, advierte el área médica de la delegación en Oaxaca del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Beber de seis a ocho vasos de agua al día, es esencial para posibilitar el transporte de nutrientes a las células, ayudar a la digestión (al diluir los nutrientes de los alimentos), contribuir a regular la temperatura corporal mediante la sudoración, además de permitir que el intestino absorba parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible eliminar todo lo que el cuerpo no necesita, a través de secreciones y orina, por lo que también previene el estreñimiento.
Mantenerse hidratado es más difícil durante los meses de calor ya que el cuerpo transpira en mayor medida para así poder conservar la temperatura corporal normal. Por ello es importante promover una ingesta de líquidos adecuada y saludable, durante la actual temporada sin tener que esperar a tener sed (puesto que es un mecanismo tardío del cerebro, el cual indica que ya existe una pérdida del uno al dos por ciento de líquidos).
Ante ello, médicos del IMSS recomiendan: consumir agua en las comidas, contar los vasos que se toman al día, procurar llevar siempre una botella de agua, beber la cantidad adecuada durante el día aunque no se tenga sed, tomar agua purificada, clorada o hervida (para clorar el agua se deben agregar dos gotas de cloro por cada litro, dejarla reposar por 30 minutos, en caso de hervirla esperar tres minutos a partir del primer hervor).
Las mujeres necesitan ingerir dos litros de líquido al día provenientes de alimentos y bebidas, mientras que los hombres necesitan 2.5 litros diarios. Algunos alimentos, especialmente las frutas y verduras, pueden aportar líquido, pero es necesario además consumir agua para completar los requerimientos. Se estima que el agua de los alimentos alcanza alrededor de los 800 mililitros al día.
La actividad física aumenta significativamente las pérdidas de agua por transpiración y puede oscilar entre unos pocos mililitros hasta los ocho litros diarios. Por ello, es recomendable hidratarse antes, durante y después de la actividad física con pequeñas tomas de agua cuando se realice cualquier tipo de actividad física, ya sea intensa o liviana (gimnasia, caminata o ejercicios suaves)”, informó el área médica del IMSS.
Así mismo recomendaron enfáticamente evitar ejercitarse durante las horas en que la temperatura es más elevada, prefiriendo la primera hora de la mañana o la última de la tarde, ya que los padecimientos ocasionados por deshidratación se incrementan considerablemente, siendo el más común el agotamiento o colapso por calor el cual se produce a consecuencia de la pérdida excesiva de líquidos o sodio.
El color de la orina es una señal del nivel de hidratación. Ésta debe ser amarillo claro para que uno se encuentre dentro de niveles saludables. Si, en cambio, la orina es de olor fuerte y de color oscuro, es probable que exista cierto grado menor de deshidratación.