* Con una ovación de pie recibieron a los artistas en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes
Ciudad de México.- Hoy es un día histórico, “honor a quien honor merece”, expresó Lucina Jiménez López, titular del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), al entregar las medallas de Oro de Bellas Artes a la escultora Geles Cabrera (2023) y a los muralistas Arturo Estrada Hernández y Guillermo Monroy Becerril (2024).
En la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, reconoció como “grandes figuras que en verdad tejieron el lienzo de la plástica mexicana y que le dieron rostro y figura a la creación de este siglo XX que caracterizó a México precisamente por su espíritu de lucha social”.
El Gobierno de México, a través del Inbal, otorga las medallas Bellas Artes como la máxima distinción a quienes hacen de su vida un aporte permanente, creativo e innovador al patrimonio artístico de México y a quienes contribuyen a enriquecer la vida cultural de un país diverso, a quienes dialogan con las presentes y futuras generaciones y a quienes ponen en alto el nombre de México a nivel internacional.
Refirió que fue un siglo que transformó al país, “pero que nada de esa transformación hubiera podido ser transmitida desde el corazón y desde el afecto si no hubiera sido por nuestros grandes artistas, si no hubiera sido por quienes pusieron en los lienzos, en los muros, en todas las expresiones artísticas, aquello que esta sociedad soñaba, aquello que esta sociedad planteaba como una posibilidad de nueva existencia”.
Ante Luis Tareke Ortiz, titular del Sistema de Apoyo a la Creación de Proyectos Artísticos y Culturales, en representación de la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, Jiménez López, reconoció que los galardonados representan “ese vínculo entre la historia moderna del México que transitó desde reconocer el valor del arte como un lenguaje universal, hasta la forma en que construyeron escuela, su propio lenguaje y un camino para las siguientes generaciones. Protagonistas de múltiples batallas, no solo en lo artístico, sino en lo político y social, y en aquellas luchas donde no había que guardar silencio”.
Con una ovación de pie recibieron a los artistas, quienes se encontraban acompañados por familiares, amigos y colegas, así como el jurado, que estuvo integrado por la investigadora Miriam Kaiser y los artistas Arnaldo Coen y Mónica Meyer.
Durante la entrega del reconocimiento a Geles Cabrera, su hijo Rafael Cano Cabrera, además de agradecer el reconocimiento, le dirigió unas sentidas palabras a la artista: “El trabajo de ser creador implica una intención profunda de expresar su propio mundo y cuando logras que los espectadores puedan ser parte de ese mundo, apreciarlo, es cuando logras el reconocimiento por tus iguales. Sabes que lo has hecho bien y que perdurara en el tiempo”.
Asimismo, el escultor Pedro Reyes, al dedicarle unas palabras y rememorar su colaboración con la artista, reconoció que le ayudó a entender que “ella se lanzaba a la escultura con sus manos y que esas piezas maravillosas salen del corazón”, en un contexto donde el arte de este siglo (el conceptual).
“Necesita de grandes teorías, grandes justificaciones, y parecería que hiciéramos lo posible para no coger un lápiz o un pedazo de arcilla”. Recordó que ella fue la primera mujer en abrirse camino en una disciplina dominada por hombres e invitó al público a conocer su obra, “porque es una persona que ha experimentado toda su vida y reinventado la práctica de la escultura”.
Al recibir la medalla, Arturo Estrada, quien recientemente cumplió 99 años, expresó: “Hoy fue un día muy especial para mí, y me siento profundamente honrado de estar aquí, frente a ustedes, para recibir este reconocimiento a mi trayectoria como pintor”.
Externó que para él fue fundamental haber convivido con los más grande pintores mexicanos (entre ellos Diego Rivera y Frida Kahlo): “Cada encuentro, cada conversación, cada intercambio ha sido una fuente invaluable de inspiración y aprendizaje. La oportunidad de haber trabajado a su lado y de haber sido parte de ese tejido creativo es un regalo que atesoro profundamente”.
“Cada trazo, cada color y cada composición que he plasmado en la obra están imbuidos de la sabiduría del espíritu de aquellos con quienes tuve el honor de convivir”.
Asimismo, resaltó que una parte fundamental de su carrera fue como profesor: “Me enorgullece muchísimo haber tenido la oportunidad de formar a alumnos en el área de la plástica, transmitir el conocimiento, las técnicas y, sobre todo, la pasión por el arte a las nuevas generaciones. Ver a mis estudiantes desarrollar su propio estilo y encontrar su lugar en el mundo del arte es una satisfacción que no tiene comparación”.
“Ellos son el presente de la plástica mexicana y saber que he podido contribuir a su formación es motivo de una gran satisfacción personal. Este reconocimiento no solo celebra mi trabajo y mi creación, sino que también rinde homenaje a aquellos que me han acompañado, a mi familia, a mis colegas y alumnos”, apuntó.
Al recibir la presea, Guillermo Monroy expresó que, como luchador de izquierda, la lucha social “forma parte de mi completamente con una sensibilidad revolucionaria y plástica que llevo en mi entraña. No podría pintar si no estuviera en la lucha social”.
Al recordar su formación junto a Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, José Chávez Morado y Raúl Anguiano: dijo, “A todos ellos muchas gracias, porque forman parte de mí, de mi lucha por los campesinos, obreros mexicanos, por los estudiantes, por todos los que luchan por estar bien”.
Emocionado, Monroy pidió un aplauso “por nuestro querido México, que nos obliga a seguir luchando por la cultura, por el arte, por la poesía y pido un aplauso por el Inbal, para que no muera. Nosotros formamos un todo que es por la cultura, el amor y la paz”.
GELES CABRERA (2023)
Pionera de la escultura contemporánea mexicana, es una de las primeras mujeres en estudiar y ejercer esta disciplina de manera profesional. Alejada de los cánones nacionalistas y tradicionales: Por medio de materiales como piedra, bronce y alambre exploró la corporalidad. En 1949, a los 22 años, fue la primera mexicana en exponer en el extranjero de manera individual, al presentar sus obras en la extinta galería Mont-Orendáin. Ha participado en más de 20 exposiciones individuales y alrededor de 50 colectivas en México, Estados Unidos, Japón, Austria, Bélgica e Israel. En 1949 formó parte de los 52 miembros que fundaron el Salón de la Plástica Mexicana.
ARTURO ESTRADA HERNÁNDEZ (2024)
Sus pinturas se caracterizan por la alegría y diafanidad del colorido, así como por la exquisitez de sus formas. Alumno de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, tuvo como maestros a Raúl Anguiano, Feliciano Peña, Diego Rivera, Frida Kahlo y José Chávez Morado. Colaboró con José Clemente Orozco en el mural exterior de la Escuela Nacional de Maestros y con Juan O´Gorman en la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas. También asistió a Diego Rivera en los mosaicos del Museo Anahuacalli; después en el estadio de Ciudad Universitaria y apoyó a José Clemente Orozco en el mural exterior de la Escuela Normal.
GUILLERMO MONROY BECERRIL (2024)
Muralista, dibujante y grabador, egresado de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, fue alumno de Frida Kahlo, Diego Rivera, Feliciano Peña, Raúl Anguiano, Agustín Lazo, José Chávez Morado y Everardo Ramírez. Su obra se ha presentado en el Palacio de Bellas Artes, en la Galería de la Plástica Mexicana, en el Museo Anahuacalli, Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, así como en Polonia, Checoslovaquia, Alemania, Rusia, China y Estados Unidos. Entre sus obras están los murales Belisario Domínguez y México 1847, en la Escuela Primaria Belisario Domínguez en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y El beneficio de las vías de comunicación en la tierra, en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes en la Ciudad de México.