Entrelineas
Miguel Ángel Schultz
El gobierno del estado dio a conocer que recula en su determinación de construir el Centro de Convenciones en el Cerro del Fortín, luego de 18 meses de insistir en una obra que solo beneficiaría a José Zorrilla, dueño del hotel Victoria colindante con el lugar donde se edificaría esa obra con valor de 600 millones de pesos. Hay que decir que José Zorrilla es el secretario de Turismo y Desarrollo Económico y por si fuera poco la dependencia que preside sería la encargada de la obra, pasando por encima de la Secretaría de las Infraestructuras y el Ordenamiento Territorial Sustentable de Oaxaca.
En estos 18 meses pocos, muy pocos alzaron la voz, para oponerse a una decisión absurda del gobierno, que dañaba y daño el lugar origen del nombre del estado de Oaxaca, no solo de la ciudad; el Cerro del Fortín aparece en los códices aztecas como Huaxyacac, de donde nos viene el nombre.
Dentro de los pocos que se opusieron se encuentra los pintores Francisco Toledo, Sergio Hernández así como el empresario y comunicador Humberto López Lena, que abrió las puertas de Encuentro, prensa, radio y Televisión, a quienes decidieron enfrentar el poder del dinero y del gobierno, por lo que hay que decirlo, que las frecuencias de Encuentro se abrieron a la crítica, cuando otros medios de comunicación y comunicadores se volvieron serviles al servicio de los intereses del negocio.
El mérito se tuvo al tener el valor de alzar la voz en condiciones adversas. Que se le dijo al gobernador Gabino Cué: estás equivocado; quién hasta ayer se empeñaba en imponer su ley para favorecer, a su amigo, José Zorrilla.
Recuerdo una frase del luchador sindical Rafael Galván, líder de los electricistas democráticos de este país en los años 70s, que decía: “se debe reconocer el valor de quienes tocan los tambores del alba, cuando las sombras de la noche aún no se retiran”.
Y en este caso, hay que reconocer a Francisco Toledo, Sergio Hernández y Humberto López Lena que me abrió las puertas de sus espacios informativos, luego de ser censurado en otras frecuencias radiofónicas, por compartir la oposición a la construcción de ese negocio del Centro de Convenciones.
No podemos reconocer que el gobernador corrigió el rumbo, que dio marcha atrás, por un ataque súbito de conciencia democrática. Dio marcha atrás por el malestar que se seguía extendiendo entre todos los citadinos y citadinas de Oaxaca. Dio marcha atrás por el enojo de los habitantes del estado y aun del país, porque el centro Histórico de Oaxaca es patrimonio de la Humanidad y no de los negociantes del poder y sobre todo porque no tenía razón.
Mal quedan quienes fueron sumisos al autoritarismo como el presidente municipal de Oaxaca, Javier Villacaña; Oscar Cruz, ex presidente municipal de Juchitán, ex senador del PRD, ex dirigente estatal del PRD y estratega de la imposición. Mal queda Gustavo Meixuiro, consejero presidente del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca y su amañada consulta, que costó 3.5 millones del erario público. Muy mal quedan todos aquellos que vendieron sus almas al mejor postor, como los partidos políticos, sus diputados, sus funcionarios y sus precandidatos que aplaudieron la obra.
A diferencia de voces ligadas con la UNESCO, con el Instituto Nacional de Antropología e Historia, de intelectuales, artistas e intelectuales que demostraban con argumentos que el Cerro del Fortín, era el peor lugar para edificar el Centro de Convenciones.
Es necesario deslindar responsabilidades porque se causó un grave daño ambiental al Cerro del Fortín en su sotobosque, se destruyó el parque de la Amistad que nos hermanaba con Palo Alto California, Estados Unidos, que se derribaron árboles sembrados por los jóvenes de hace 50 años. Aun en boletín de prensa del gobierno donde se da a conocer la cancelación de la obra, se dice que está se realizaría en las inmediaciones, lo que desde siempre fue una mentira, porque ésta se ubica el costado sur oriente del Fortín.
También hay se deben tomar en serio las amenazas a Francisco Toledo y Sergio Hernández, porque la fiera está herida, al tocarle lo más sagrado: la lana.
Se les fue el negocio a los socios, lo que seguramente los tiene embravecidos y con ánimos de venganza, por ello la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) debe profundizar sus investigaciones y cortar de raíz esas venas que alimentan con recursos monetarios la campaña de ofensas, de denostación de insultos a Francisco Toledo y Sergio Hernández, que buscan crear el desprestigio social de estos creadores oaxaqueños para generar las condiciones para ser agredidos a placer, justificando un atentado a sus vidas con la frase: “ustedes se lo buscaron”.
@MiguelAschulz