Política en Movimiento/Angélica Beltrán
CDMX a 3 de septiembre, 2024 (Noticias de México).- Magistral la disertación del coordinador de los diputados de Morena, Ricardo Monreal Ávila, catedrático de la maestría en la Facultad de Derecho de la UNAM. Esto, en el arranque de 66 Legislatura el pasado domingo, en respuesta a la orden de jueces federales de suspender discusión y aprobación de la Reforma Judicial en la Cámara de Diputados.
Y es que la oposición, llámese PAN, ha emprendido acciones tan burdas para evitar que se consume la reforma judicial, como son los juicios de amparo promovidos para suspender el trabajo legislativo en la materia; lo cual resultó improcedente. Lástima por ellos.
Pues, además de ser una orden sin sustento jurídico, mostró un desespero por parte de la oposición, PAN, interesada en mantener un poder a modo, conformado por cuotas de partido, como es la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Aunada a esa orden de suspensión, los opositores añadieron otra burda acción, y la declaración de un “estudiante” universitario para solicitar remover a Monreal Ávila de las aulas de la UNAM.
No obstante, las piedritas que ha ido colocando la oposición para obstaculizar la discusión de la Reforma Judicial, la respuesta del líder de Morena fue tan contundente en términos jurídicos y políticos que la oposición debe, en realidad, comenzar la auto reflexión, porque no da una.
Así, con argumentos jurídicos para explicar por qué la “orden de suspensión” es improcedente, Monreal Ávila no sólo dio cátedra ante el pleno de la Cámara de Diputados la noche del domingo; sino el presidente de la Jucopo (docto en la materia y sensible en lo político) demostró que sí hará uso del diálogo y los argumentos y no de la aplanadora legislativa.
De tal modo que no se puede admitir la suspensión porque viola la Constitución, al violar el principio de legalidad. Pues de acuerdo con el Artículo 65 de la Ley de Amparo, en caso de reformas a la Constitución, el juicio de amparo es improcedente.
Además, el Artículo 39 de la Constitución establece que el pueblo puede darse el sistema de Gobierno que decida y ese derecho es inalienable.
En tanto, el Artículo 135 de la Carta Magna fija un mecanismo para realizar adiciones y reformas a la misma Constitución; y en estos refieren que el “poder reformador de la Constitución” recae en el Congreso de la Unión, cuyo poder de sus integrantes (diputados y senadores) fue otorgado por la ciudadanía en las urnas. Así, “ese Poder constituyente lo ejercemos la mayoría calificada de esta asamblea”, asentó.
Además, las normas que componen la Constitución constituyen la fuente de todo el ordenamiento jurídico, y deben considerarse como mandatos inmunes a cualquier tipo de control jurisdiccional.
Así de claro lo expuso Monreal Ávila en el inicio de lo que será el debate de la Reforma Judicial en el pleno de la Cámara de Diputados esta misma semana, en que el coordinador parlamentario proyecta será discutida y aprobada dicha reforma.
Tras la argumentación jurídica no podía faltar la sentencia política, por lo que Monreal Ávila, quien cuenta con el respaldo y el respeto de sus compañeros de bancada, sentenció “no nos vamos a someter a la tiranía de la toga y el birrete”.
Y siguiendo con las sentencias políticas, el versado diputado, legislador en más de seis ocasiones y ex gobernador de Zacatecas, consideró que los jueces que emitieron la orden deben sentirse avergonzados por actuar como abogados huizacheros; esto es, mañosos, deshonestos y de poca monta.
Así, la orden para suspender discusión de la Reforma Judicial ordenada por dos jueces, quedó en el basurero; pero no de la historia, sino de la Cámara de Diputados, por no tener sustento jurídico.
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