Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
La salida de Benjamín Robles Montoya del PRD se ha convertido en un Tsunami político cuyos efectos están por venir, mientras la dirigencia estatal, que preside Carol Antonio Altamirano y la nacional, Agustín Basave, esperan superarla obviando la crisis interna generada por la controvertida elección de su candidato a gobernador, José Antonio Estefan Garfias, efectuada el pasado miércoles 24, por lo que sólo salieron a dar respuesta y a explicar los hechos a la sociedad, por decir a los electores, el jueves, para asumir la actitud de aquí no pasa nada, cuando si pasa, hay que ver lo que está ocurriendo en la dirigencia nacional del PRD, donde los cuestionamientos están creciendo.
Tal vez si fuera una elección de los órganos directivos internos del PRD, se pudiera considerar que partiendo de la razón legal, la crisis será superada al paso del tiempo y poniendo parches con los inconformes a través de negociaciones y componendas, pero en este caso está en juego la gubernatura de un estado, cuyas características sociales son únicas, donde el panorama electoral es sumamente complejo y competido.
Por lo pronto, el candidato del PRI a la gubernatura, Alejandro Murat Hinojosa, insiste en llamar a Benjamín y a sus seguidores, para que se sumen a su campaña, según lo expresa en todos los medios que lo entrevistan. Sin embargo, la invitación no es para que sea candidato. En tanto, Manuel Pérez Morales del Partido Social Demócrata (PSD), ha manifestado su disposición de hacer de Robles Montoya su candidato a gobernador, aunque se dice que Benjamín contempla la posibilidad de ir por Encuentro Social, lo que sería una estaca en el corazón del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Y eso de aquí no pasa nada, es una verdad a medias, porque hasta el propio PRD se ha fracturado por la poca transparencia en sus procesos internos de elección, pero esas son las reglas y cultura políticas del Sol Azteca, que debe desterrar y reconfigurarse sobre sus principios democráticos.
Hay que recordar que por los hechos lamentables de Iguala, Guerrero, donde fueron atacados los estudiantes de Ayotzinapa, el 26 de septiembre del año 2014, fecha desde la que no aparecen 43 jóvenes normalistas, Cuauhtémoc Cárdenas pidió el 16 de noviembre la renuncia de toda la dirigencia nacional PRD, nombrada apenas el 5 de octubre de ese año presidida por Carlos Navarrete, quien renunció el 7 de noviembre del 2015, para dar paso a Agustín Basave, que pese a ser ex priista sin militancia en el PRD, asumió la dirigencia nacional del Sol Azteca.
Días después, el 25 de noviembre del 2014, el dirigente moral del PRD, precisamente por los oídos sordos, la ceguera con la que impone sus acuerdos y esa legalidad ilegal, que pone en práctica el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas renunció a su militancia. Aquí reproduzco parte de esa carta de renuncia.
“Mantenemos profundas diferencias en nuestras visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido, en particular de las medidas que deben adoptarse para recuperar la credibilidad de la organización y de manera especial de sus dirigentes ante la opinión pública, indispensables para lograr su reposicionamiento como una verdadera opción política de carácter y alcances nacionales, única forma en que le sea útil al país”.
Y en otro párrafo expresa: “Está apunto de disolverse o de quedar como una simple franquicia político-electoral subordinada a intereses ajenos a los de su amplia base, todo esto por la pérdida de la credibilidad, presencia y autoridad moral de sus dirigentes”.
Por ello, tirar a loco a Robles Montoya es un error, por lo que deberían de atender y escuchar sus reclamos e inconformidades. Más aun cuando se está por elegir a sus candidatos a diputados locales y presidentes municipales, lo que representa, la conformación de las planillas de concejales, por lo que hacerlos con métodos inapropiados de elección, las fracturas se irán haciendo más grandes y suponiendo que llegará a ganar la coalición que encabeza el PRD, sería un gobierno con serios problemas de legitimidad y gobernabilidad.
El Entre
El equipo de campaña de Alejandro Murat, por indicaciones de éste, ha determinado alejar lo más posible a todo aquello que huela a su papá, por eso se dice no aparecen, por lo menos en público, los cuates del progenitor como Juan Díaz Pimentel o quien fuera secretario de Finanzas, Flavio Baylis entre otros más, aunque este sólo es la forma, porque ya se verá al paso de los días los estilos personales de tomar la decisiones, si es verdad que se alejó de la mano de su padre y empezó a crecer por su cuenta, si se hecho a remojar en agua de cal, como maíz pozolero, para perder la cascara o solo está maquillado.
Las Líneas
Dentro del ánimo de los que toman las decisiones al interior del PRI se dice que los que pintan en serio para ser el candidato del tricolor a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez son tres: Alfonso José Gómez Sandoval Hernández; Manuel Esteban de Esesarte Pesqueira y Martha Alicia Escamilla León. Estos tres se volvieron dos, Alfonso y Martha Alicia, que Esesarte se orilló a la orilla, a favor de Sandoval, y que ayer se inscribieron en la sede del PRI estatal para participar en la contienda. También se afirma que los resultados de las encuestas serán la pauta para decidir por los candidatos. Les aseguraron que no les pasará lo que a los senadores Eviel y Benjamín, que iban arriba en las encuestas, pero perdieron las candidaturas; que aquí eso no pasará porque se busca que gane su candidato a gobernador Alejandro Murat, que está bajo en las encuestas que se han levantado hasta el día de hoy.
@MiguelAschulz
