* En la Sala Manuel M. Ponce recuerdan a la primera mujer compositora de una pieza electrónica con la interpretación de algunas de sus obras a cargo del Ensamble Camerata Armónica
Ciudad de México.- La Secretaría de Cultura federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Subdirección General de Educación e Investigación Artísticas (Sgeia) y el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim), recordaron a la pianista Alicia Urreta en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.
En un emotivo homenaje a la compositora, la directora General del Inbal, Lucina Jiménez López, afirmó que en este recinto cobra vida la contemporaneidad de la literatura y de la música mexicana, pero también se hace un ejercicio de la memoria con ella, como una responsabilidad para quienes nos han permitido llegar aquí y para quienes nos permiten soñar un futuro fructífero para las artes en México.
Tras escuchar los testimonios del pianista Alberto Cruzprieto, el actor Óscar Narváez y la investigadora Pilar López Urreta -hija de la creadora homenajeada-, consideró que en este acto de reconocimiento, estos tres grandes creadores han compartido sus experiencias y trabajo artístico a partir del ejemplo, del diálogo, de la conversación, la complicidad y de la vida de Alicia Urreta.
Asimismo, ponderó en la figura de Urreta a una gran artista, creadora, intelectual y revolucionaria mexicana, con quien este país tiene una deuda y que debe empezar a saldarse, empezando por reconocer las posibilidades de trabajar en su obra y protegerla y, al mismo tiempo, divulgarla como ejemplo a las nuevas generaciones.
Para Jiménez López, la creadora e intelectual mexicana incursionó tanto en el mundo musical, como en un sentido más amplio de la cultura sonora mediante todas las posibilidades que ella exploró, al precisar que hablamos de una gran pianista, compositora y también una mujer que desde su lenguaje musical pudo dejar un aporte a todas las otras disciplinas escénicas; incluso, su obra transita entre lo científico, lo tecnológico y lo artístico, de tal forma que Urreta fue creando ese mismo acervo formativo en su propia trayectoria.
Destacó que Alicia Urreta es una gran intelectual mexicana a la que tenemos que leer, escuchar y seguir en la serie de trayectorias que trazó su vida artística.
Puntualizó que ese legado ayudó a construir una etapa fundamental de la historia cultural de México y la propia configuración del Inbal. A ella le debemos una labor fundamental de ejercicio en el cual lo académico se convierte en una partitura de creación artística, donde no es la repetición de lo sabido la aportación desde el lenguaje de la música, sino la capacidad de ir creando nuevas maneras de ejercer las disciplinas artísticas.
Apuntó que la pianista fue parte vital de la Orquesta Sinfónica Nacional y en la Academia de la Danza Mexicana contribuyó a generar una vocación que existe hasta la fecha, inspirada en ella, en esa labor que realiza la música en el proceso formativo y de construcción del lenguaje dancístico, uno de los legados de la compositora.
Recordó que Alicia Urreta fue la primera mujer que compuso una pieza electrónica y que está presente en el Salón de las Artes Decorativas de París. Siendo ella una mujer vanguardista, por lo que merece que abordemos, exploremos y trabajemos en su obra.
Al hablar de la trayectoria de la pianista, Pilar López Urreta afirmó que durante su infancia destacaron tres cosas: El estudio del piano, el gusto por la lectura y el placer por contar cuentos y narraciones de su invención a otros niños. “Como pianista de la Orquesta Sinfónica Nacional y como solista realizó muchos conciertos en México, en la Unión Soviética, en Estados Unidos, Canadá, Francia y España.
“A lo largo de su carrera participó en innumerables conciertos y estrenos mundiales; obras dedicadas a ella y primeras audiciones en México de compositores como Manuel Enríquez y Mario Lavista.
“A finales de los años cincuenta se interesó por la música contemporánea y empezó a estudiarla y componer de manera autodidacta. En 1965 creó música incidental para la obra de teatro El diálogo del amor con un viejo, de Rodrigo de Cota, bajo la dirección escénica de José Luis Ibáñez”.
Por su parte, el director del Cenidim, Víctor Barrera, señaló que Urreta fue una mujer de espíritu indomable que desafió los límites y se aventuró por senderos inexplorados. “Su quehacer artístico, interdisciplinario, es un testimonio de curiosidad insaciable, de sed de conocimiento, de voluntad inquebrantable para trascender las convenciones y abrir nuevos horizontes.
“Hoy en este acto de homenaje no solo celebramos su obra y su trayectoria, sino que también reflexionamos sobre la importancia de preservar un legado para las generaciones futuras. Las nuevas generaciones de estudiantes, creadores y artistas deben conocer tu historia, estudiar tus composiciones, explorar tus ideas y sumergirse en tu pensamiento estético, filosófico y conceptual”, dijo.
Al referirse a la forma en que conoció a la maestra Urreta, Alberto Cruzprieto dijo sentirse agradecido de que lo puso en contacto con el teatro, dentro de un mundo donde conoció a diversos actores y participó en múltiples puestas en escena, como intérprete y músico. “Otra faceta que me impresionaba mucho de Alicia era la fortaleza y personalidad a prueba de todo. Tenía cercanía con los jóvenes y a muchos nos enseñó el mundo de la música contemporánea”.
A su vez, Oscar Narváez dijo que se trataba de un ser extraordinario. “Cuando uno se encuentra en la vida con personas como ella, no es capaz de distinguir la diferencia entre la artista y la persona, porque en el caso de ella los valores son equivalentes. El teatro fue nuestro sitio de encuentro, el prominente espacio que ella me enseñó a amar y a respetar, el lugar donde he crecido al amparo de su ejemplo y consejo.
“La vida me dispensó la fortuna de encontrar en Alicia a la madre, a la amiga, a la cómplice, pero sobre todo a la persona que sembró en mí la conciencia de la enorme responsabilidad humana y social que significan la posibilidad de ser un actor, un creador escénico, un artista”.
En el homenaje participó el Ensamble Camerata Armónica, de la Escuela Superior de Música, dirigido por Panagiota Zagoura y Pedro Andrés Rodríguez (director huésped), con la interpretación de obras de la pianista.
María del Pilar Alicia Urreta Arroyo (1930-1986) fue una reconocida pianista que se especializó en composición de música electrónica y electroacústica en la Schola Cantorum de París. Además de su carrera, destacó por su trabajo en el ámbito de la música de cámara y la música de orquesta.
Urreta fue autora de la ópera de cámara “El romance de doña Balada” y las obras musicales para danza contemporánea “Tributo2, piezas para instrumentos solistas, y “Cantata de la pluma al ángel”, estrenada en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y creadora de música incidental para teatro, música concreta y bandas sonoras de películas, entre otras.
Asimismo, fue una importante divulgadora de la música contemporánea mexicana y española. Junto con Carlos Cruz de Castro creó el Festival Hispano Mexicano de Música Contemporánea.