Por Diana Luz Vazquez

En otros países los deudores son tratados como delincuentes, en México quieren premiarlos con cargos públicos

La Comisión Nacional de Derechos Humanos que preside Rosario Piedra, interpuso desde agosto del año pasado, acciones de inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para promover que deudores alimentarios ocupen cargos públicos.

Así lo hizo con la aprobación del dictamen que lograron legisladoras en el Estado de Hidalgo, cuya reforma niega cualquier espacio de la función pública a padres abandonadores de infancias en dicha entidad.

En junio de este año, Rosario Piedra volvió a dar un revés a la lucha feminista y a millones de madres en este país que atravesamos el calvario de solicitar una pensión alimenticia en los juzgados, al promover otra acción de inconstitucionalidad, cuyo objetivo es echar abajo la reforma 3 de 3 contra la violencia, aprobada por el Congreso de Yucatán e impulsada por Las Constituyentes.

Organizadas y convencidas del grave error que está cometiendo la CNDH, el Frente Nacional de Mujeres impulsoras de la Ley Sabina contra Deudores Alimentarios, Las Constituyentes Mx y más de 300 colectivas de todo el país, nos hemos manifestado para rechazar el embate proveniente de Rosario Piedra.

Una mujer a la que hasta hace poco, creíamos con la sensibilidad aprendida de su madre, quien luchó hasta el final por justicia para su hijo, porque nosotras también estamos luchando por justicia para nuestras infancias.

Los comunicados que ha emitido la CNDH han sido desastrosos, carentes de sentido, de perspectiva de género y con una clara ausencia de entendimiento del tema.

La información que tenemos hasta ahora, es que Francisco Estrada, secretario ejecutivo, es quien formula y ejecuta las directrices de la institución. Una situación deplorable, porque Rosario Piedra, no ha salido a dar ninguna declaración al respecto.

En este cúmulo de revictimización institucional y para legitimar la aberración de la acción de inconstitucionalidad promovida, este fin de semana la CNDH realizó “mesas de diálogo”, cuya desafortunada convocatoria fue difundida un día antes por medio de redes sociales.

Ahí participaron agresores de madres, como el pseudo ginecólogo Jesús E. Luján Irastorza, violentador vicario, denunciado además por ejercer violencia obstétrica, y provocar la muerte de un bebé en el vientre de su madre.

De ambos casos, tenemos los documentos que acreditan las denuncias hechas por las víctimas.

Ese es el nivel de asesores de los que lamentablemente se ha rodeado Rosario Piedra. Se suma a esta lista de impresentables la psicóloga Yasmín Montpellier, personaje de ultraderecha que se presenta como integrante de asociaciones protectoras de infancias.

Nos dimos a la tarea de hacer una búsqueda exhaustiva de sus antecedentes, y nos percatamos de la carencia de toda seriedad de los organismos que dice representar. Lo que sí es notorio y visible en sus cuentas de Twitter y Facebook, es que se trata de una agresora que revictimiza a las madres.

Nos queda claro que tener cuerpo de mujer no garantiza la implementación de políticas públicas que promuevan la igualdad ni la perspectiva de género.

Lo que no entendemos es la cerrazón para no percatarse de una realidad con más de 35 millones de madres autónomas, o mal llamadas madres solteras que ejercen la crianza desde la precariedad; el abuso y abandono de progenitores que además, violentan a las mujeres en lo económico y emocional.

Un mapa devastador donde el 40 por ciento de las infancias en México tiene un padre ausente que no está aportando para su manutención.

Hombres agresores se sirven de sus redes de poder, muchos de ellos a partir de espacios públicos, para no pagar la pensión alimenticia, porque en este país eso es posible:

Ampararse y ampararse por décadas, sobornando jueces, cambiando de trabajo, declarándose insolventes o simplemente, imposibles de notificar.

Rosario Piedra debería considerar su renuncia y dedicarse a defender a estos delincuentes, como ya lo hace el equipo asesor que la acompaña.

Debe también, pedir una disculpa a todas las madres y a las infancias de México a quienes ofende y lastima con su postura. El señor Francisco Estrada la mal asesora, desde su machismo y misoginia interiorizada y que materializa desde un ente con enorme responsabilidad social.

Su historial también está lleno de agresiones a trabajadoras de la CNDH y Rosario lo sabe, peor aún, lo sigue permitiendo.

La resolución está en la Corte y la señora Piedra ha enviado oficios a los ministros para que escuchen al equipo asesor de agresores e impresentables como los que he mencionado.

Un tremendo desatino. Afortunadamente, la SCJN habrá de analizar el AMICUS CURIAE que fue entregado por las colectivas feministas en defensa de las infancias. Confiamos en dos principios fundamentales: la ponderación de derechos y el derecho comparado.

Mientras en Chile, se legisló hace dos semanas para que el Estado asuma una corresponsabilidad que garantice la pensión alimenticia de las infancias, y en muchos otros países los deudores alimentarios son tratados como delincuentes, sin derecho a pasaporte ni a múltiples derechos civiles;

En México la CNDH quiere premiarlos con cargos públicos. La institución, la titular, sus asesores, sus comunicados, sus posicionamientos, todo es un despropósito.

Licenciada en Comunicación, maestrante en Políticas Públicas por la Universidad Panamericana y promotora de la Ley Sabina contra Deudores Alimentarios en México.