Autoridades filipinas informaron que la cifra de fallecidos aumentó a 43, tras el sismo de magnitud 6,8 que se registró este lunes a las 3H49 GMT y cuyo epicentro se ubicó bajo el mar entre las céntricas islas de Negros y Cebú. Pocas horas después del primer movimiento se produjo una violenta réplica de magnitud 6,2.
Un responsable militar precisó que la mayoría de las muertes se registraron en la isla de Negros donde una serie de casas en la ciudad de Guihulngan (norte) se derrumbaron con el movimiento telúrico, mientras que otras 29 personas fallecieron en un deslizamiento de tierra en la misma región.
El director del Centro Nacional de Desastres, Benito Ramos, detalló que una de las víctimas fatales es una niña de nueve años que murió aplastada por un muro derruido por el fuerte temblor en la aldea de Tayasan, en la provincia de Negros Oriental.
Ramos añadió que un niño de 11 años falleció en la localidad de Jimalalud, al caerse el muro de una capilla, mientras que otras cuatro personas perdieron la vida en Tayasan (al norte de Negros).
Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés), que mide la actividad sísmica en todo el mundo, la situación podría empeorar en las próximas horas luego de la fuerte réplica de 6,2 de una profundida de 35 kilómetros en las cercanías de la ciudad de Dumaguete, al sur de la isla de Negros.
Por su parte, el Servicio de Sismología y Vulcanología (Phivolcs) canceló la alerta de tsunami de nivel dos sobre cinco, que emitió para las costas de ambas ínsulas.
El sismo provocó el derrumbe de algunos edificios, daños en las vías públicas, puentes y cortes de electricidad en las regiones más cercanas al epicentro. También causó pánico en los filipinos, por lo que muchos empleados salieron de sus trabajos después de la advertencia de réplicas.
Un habitante de Cebú identificado como Pedro Baldomino, señaló que “esta almorzando cuando empezó a temblar el suelo. El agua saltó de los vasos y los platos entrechocaron. Varias personas salieron a la calle corriendo, otras se protegieron bajo las mesas”.
El Gobierno ha ordenado a los pescadores de la zona que no salgan a faenar y pidió a la población en zonas de riesgo que abandone sus casas, aunque no está prevista una evacuación forzosa.
El pasado sábado, se registró un sismo de una magnitud de 6 en la costa este del archipiélago, cerca de la isla de Samar, al noreste de Cebú y Negros.
Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos siete mil temblores al año, la mayoría moderados.