Por Horacio Corro Espinosa
Para el 1 de diciembre de 2017
¡Se los dije! Perdón, suena muy presuntuoso eso de “se los dije”, pero es cierto. En este caso político casi nunca hay margen de error. Después de que destaparon a los destapados, se soltaron los barberos a hablar maravillas de su próximo candidato. En esta temporada de los destapes sucede lo de aquella hermosa fábula para niños que habla sobre el amor de una madre que demuestra cómo es de inmenso y puro el cariño materno. Les hago un resumen del cuento:
La mamá zorra recorría desesperada el desierto para encontrar a su hijo. En el camino se encontró a una serpiente, a una paloma y un conejito, y todos ellos le preguntaron a mamá zorra: ¿Cómo es tu hijo?.
La madre les expresó:
—Mi hijo es muy hermoso, tiene pelo abundante, es muy lindo y de color pardo rojizo, sus orejas firmes y sus ojos azules como el cielo. Es ágil y muy astuto, además de ser veloz. Su pecho es plateado y su cola larga de pelaje esponjado, en sí, un bello ejemplar.
—¡Mire!, le dijo el conejito, sí, he visto a un joven zorro deambular por ahí, pero la descripción que me ha dado no corresponde en nada al que yo he mirado. Lo que vi es un ejemplar muy feo, hocico largo y caído, muy flaco, con los ojos hundidos, pelaje sucio y escaso, muy apenas se sostiene. Le pudiera decir más sobre él, pero no tiene caso. Creo que no estamos hablando del mismo zorrezno.
—¡Ese es mi hijo, ese es mi pequeño que ando buscando…!
Así, o un poco más exagerados andan los priístas presumiendo de su candidato panista capeado de priísta.
A estas alturas, cuando apenas comienza la fiesta electoral, a José Antonio Meade Kuribreña lo han comparado con Morelos, con Villa, con Zapata, y hasta dicen que tiene ojos guadalupanos, sólo para restarle imagen a López Obrador, quien se registrará como candidato a la presidencia de la república el día de la Morenita, el 12 de diciembre.
Solo los priístas tienen el valor de hablar tantas maravillas de su candidato. Solo ellos pueden convertir a un hombre en dios. Sólo los priístas pueden hablar milagros de un panista.
Lo hacen porque el Partido Revolucionario Institucional (PRI), perdió no hace mucho su institucionalidad. Cambiaron sus documentos básicos para poder recoger de otro partido a José Antonio Meade.
Esa manera de nuestros representantes políticos, no es más que retorcer otro poco el duro camino de los mexicanos. Con eso nos están demostrando que por su boca aflora corrupción. Son personas de doble ánimo. Pueden hablar mal del Partido Acción Nacional (PAN) y a la vez, encomiar a un hombre de sus filas. Hace años, estaba prohibidísimo que una persona de otro partido pisara el suelo del edificio del ex revolucionario ex institucional.
Sólo para que no lo olviden los priístas: El 9 de diciembre se celebra el Día Mundial contra la Corrupción. Supongo que ese día lo van a dejar pasar. Los gobernantes le hacen gran fiesta a otros días conmemorativos, pero al que está en contra de la corrupción no le harán difusión, se los aseguro. Ninguna de las instituciones ex revolucionarias realizarán actividades que puedan penetrar en los diversos sectores de la sociedad.
Si llegaran a celebrar el Día contra la corrupción, estoy seguro que no habrá espacio en este país para esconder sus palabras de tanto engaño que le hacen, primeramente al pueblo, y luego, a José Antonio Meade, al decirle que casi es dios.
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