ONUSIDA instó este jueves a los líderes mundiales que asistirán la semana que viene a la quinta Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida a comprometerse con los objetivos de una nueva declaración política sobre el VIH.
El llamado cobra mayor importancia al conocerse los nuevos datos del Programa de las Naciones Unidas para el VIH-SIDA (ONUSIDA) que demuestran que docenas de países lograron o superaron en 2020 los objetivos fijados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2016, evidenciando que esas metas no eran meras aspiraciones, sino una realidad alcanzable.
El informe demuestra que los países con leyes y políticas progresistas y sistemas sanitarios sólidos e inclusivos son los que obtuvieron los mejores resultados contra el VIH.
Las personas que viven con el VIH y están afectadas por el virus en esos países tienen una mayor probabilidad de acceder a servicios eficaces para el VIH, entre ellos las pruebas de detección, la profilaxis previa a la exposición (medicamentos para prevenir el padecimiento), la reducción de daños causados por la enfermedad, el suministro de varios meses de tratamiento para el VIH y un seguimiento y una atención constante y de calidad.
La directora ejecutiva del Programa de la ONU manifestó lo anterior, subrayando que los países que obtuvieron los mejores resultados fueron los que “abrieron el camino” para que el resto lo continúen.
“Con financiación adecuada, el compromiso auténtico de la comunidad, los enfoques multisectoriales basados en los derechos humanos y la ciencia como punto de partida para sus estrategias han logrado revertir sus epidemias y salvar vidas. Todos estos elementos son muy valiosos para estar preparados y responder eficazmente a la pandemia contra el VIH, la COVID-19 y muchas otras enfermedades”, resaltó Winnie Byanyima.
Faltan 29.000 millones de dólares anuales para cumplir con los objetivos del año 2025
Sin embargo, ONUSIDA debió destacar también que se agota el tiempo para alcanzar el objetivo de acabar con el sida para el año 2030, que los avances desde la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU de 2016 han sido demasiado lentos y que no se han cumplido algunas de las metas previstas para el 2020.
Si finalmente se logran, los objetivos permitirán prestar servicios relacionados con el VIH al 95% de las personas que los necesitan, reducir las infecciones anuales por VIH a menos de 370.000 y las muertes relacionadas con el sida a menos de 250.000 para 2025. Esto requerirá una inversión de 29.000 millones de dólares anuales hasta el 2025.
Los tratamientos asequibles han salvado más de 16 millones de vidas desde 2001
El estudio muestra que a nivel mundial el número de personas que reciben tratamiento se ha triplicado con creces desde 2010. En 2020, 27,4 millones de los 37,6 millones de personas que vivían con el VIH estaban en tratamiento, frente a los 7,8 millones de 2010. ONUSIDA calcula que, gracias a la aparición de tratamientos asequibles y de calidad, desde 2001 se han salvado 16,2 millones de vidas.
Las muertes relacionadas con el sida también disminuyeron, en gran parte gracias a la implementación de las terapias antirretrovirales, cayendo un 43 % desde 2010 y llegando a las 690.000 en 2020. Al mismo tiempo, se avanzó en la reducción de nuevas infecciones por VIH, pero con un progreso notablemente más lento: se ha logrado una reducción del 30 % desde 2010, con 1,5 millones de nuevas infecciones por VIH en 2020 en comparación con los 2,1 millones de 2010.
El informe subraya que los países que mantienen leyes punitivas y se niegan a adoptar un enfoque sanitario centrado en los derechos no hacen más que castigar, ignorar, estigmatizar y dejar atrás a los grupos de población clave (que constituyen el 62 % de las nuevas infecciones por el VIH en todo el mundo), a quienes se niega el acceso a los servicios para el VIH. A modo de ejemplo, citó que casi 70 países penalizan las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.
En cuanto a la procedencia geográfica, las mujeres jóvenes del África subsahariana siguen siendo las grandes olvidadas. Seis de cada siete nuevas infecciones por VIH entre adolescentes de 15 a 19 años de la región se producen en las niñas. Las enfermedades relacionadas con el sida todavía son la principal causa de muerte entre las mujeres de entre 15 y 49 años en la subregión africana.