Miguel Ángel Schultz
El aumento unilateral fijado de dos pesos por los empresarios del servicio urbano a la tarifa de transporte, no lo justifica nada, lo hicieron “por sus pistolas”, pareciera nada, pero al pasar de ocho a diez representa un 25 por ciento, es decir es una cuarta parte del precio actual, lo que es un incremento abusivo, que no cuenta con la aprobación de las autoridades estatales.
La rebeldía empresarial los llevó a realizar bloqueos en los principales cruceros de esta capital, en franco reto al Gobierno de Alejandro Murat Hinojosa y al gobernador electo de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, que rendirá protesta en 28 días, y quien ya es consultado en la toma de decisiones.
El aumento del pasaje no se justifica con nada, menos aún con el subsidio que da al precio de los combustibles el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador -cuyo precio ronda entre los 23 y 24 pesos por litro- el Gobierno ha gastado en estímulos a gasolinas, en lo que va del año, casi 293 mil millones de pesos y uno de los beneficiarios son los transportistas; no es lo mismo el que utiliza el combustible para su uso personal, que aquellos que emplean las gasolinas para ganar dinero.
Además nuestra moneda, el peso, se cotiza frente al dólar por debajo de los 20 pesos, es decir no es válido que digan que se han elevado los precios de las refacciones, por lo tanto ese argumento es falso.
En cuanto a la inflación, que de ninguna manera es del 25 por ciento, como pretenden el aumento en sus tarifas, en México, el índice de la inflación no pasa del 10 por ciento.
Los niveles de inflación que nos tratan de vender, más que inflación es especulación, si bien se ha elevado el costo de productos, éstos son resultado de la especulación de los grandes centros comerciales.
Hay que comparar los precios que están por arriba de hasta el 80 por ciento o hasta el cien por ciento en algunos alimentos como el tomate, cebolla y papa, entre otros, los precios de estos alimentos en las cadenas comerciales, están por arriba, muy arriba, de los precios de los mismos productos en las tiendas y mercados locales.
Los transportistas que dan el servicio en la ciudad de Oaxaca, que ha fusionado algunos municipios conurbados, tiene una población cercana a los 500 mil habitantes, que se encuentran a una distancia entre sí de menos de 10 kilómetros, por lo que los trayectos son muy cortos, por lo que bien pueden cubrir sus costos de operación con los ocho pesos que es la tarifa oficial.
También hay que hacer notar que el transporte urbano de la ciudad de Oaxaca está controlado por cuatro empresas, cuyos propietarios son seis familias, algunas de ellas llegan a tener hasta 80 camiones, de acuerdo a un estudio que realizó la empresa Cal y Mayor, hace cinco años.
De acuerdo con esa información cada camión deja una ganancia al día 1,500 pesos, por lo que esos 80 camiones, les deja una ganancia de 120 mil pesos diarios, es decir que al mes se llevan tres millones 600 mil pesos, “libres de polvo y paja”.
¿Por qué?, porque a sus trabajadores les cobran una comisión, no les dan ninguna prestación laboral y tienen además que pagar talachas y otros desperfectos que sufra la unidad, eso explica el estado lamentable en que se encuentra la mayoría de esos 900 camiones, que son verdaderas chatarras algunos de ellos.
¿Qué otra familia de Oaxaca gana al mes tres millones 600 mil pesos?, esto representa al año más de 43 millones de pesos.
También hay que decir que los transportistas no invierten en infraestructura, como cualquier otro negocio, que tendría que tener un local, las autoridades en su complicidad con estos lumpen empresarios no tienen ni terminales, ni baños para que desahoguen sus fluidos corporales sus trabajadores.
Solo y únicamente gasta en sus camiones, automóviles o mototaxis, ya que no son ellos los que pavimentan las calles, al contrario son sus pesadas unidades las destruyen, nunca las reparan y algunas de esas calles jamás volverán estar pavimentadas, por el costo que eso representa.
A sus choferes, no les dan prestaciones, ni vacaciones, ni días de descanso, los tienen bajo un sistema de explotación laboral, ni pensar en las jubilaciones, como se dijo líneas arriba, les dejan el camión y esperan les entreguen las cuentas diarias, por el derecho de usar el camión. Tal vez existan algunas excepciones.
Ese incremento del 25 por ciento, hará también que se dispare el precio del transporte en todo Oaxaca: El de los taxis colectivos, servicio de taxis y mototaxis, en general en todo el transporte, que aquí es caro y malo.
Es de llamar la atención que los transportistas están retando a las autoridades del Gobierno, pero llama aún más el hecho que hayan determinado subir las tarifas justo en los últimos días de la administración priista de Murat Hinojosa, que está por entregar el mando del estado al morenista Jara Cruz, este hecho parece un acto concertado y de complicidad, para alcanzar el piñatazo tarifario.
Sería positivo que los sindicatos dejarán de ser meros espectadores de este problema, que representa el alza del pasaje del transporte e hicieran público su posicionamiento, ante está escalada de aumentos, que encarecerá la vida de los trabajadores y hará más difícil la economía de los socialmente más débiles.