* La solución, organización popular
Miguel Ángel Schultz
El tandeo de agua para los cerca de 300 mil habitantes de la ciudad de Oaxaca de Juárez se vuelve inhumano, al llegar de 30 a 45 días, lo que representa un abastecimiento de 12 veces al año, si bien les va y si les va mal será de ocho veces al año; nada lo justifica, ya que apenas hace unos meses el tandeo era de 15 a 30 días a lo máximo.
La capital está rodeada de cerros y montañas donde se registran precipitaciones pluviales que van desde los 400 mililitros en la parte que menos llueve al oriente, que corresponde al Distrito de Tlacolula, hasta los mil 200 mililitros en el Distrito de Etla, es decir agua hay, pero no se tiene un buen manejo del líquido.
Diversas protestas se han registrado en las últimas semanas y meses por la falta de suministro del líquido en la capital, así han bloqueado las calles y carreras habitantes de las colonias Aurora y Linda Vista; el Barrio de la Noria y los fraccionamientos La Joya y Los Encinos, entre otros asentamientos, protestas que cada vez se harán más frecuentes.
Al ser una ciudad turística, el agua es un elemento fundamental para la llamada “industria sin chimeneas” y por lo tanto amigable con el medio ambiente, lo que está lejos de ser verdad, al menos aquí por la contaminación que produce y por el desmedido consumo de agua que hace.
La Secretaría de Turismo (Sectur), que preside la protagónica Saymi Pineda Velasco, que no desaprovecha oportunidad de convertir cada evento turístico en vitrina de lucimiento personal, con lo que distorsiona el sentido popular de la ancestral cultura de Oaxaca, dio a conocer que en la presente temporada decembrina arribarán 174 mil 278 turistas a la ciudad de Oaxaca, quienes utilizarían por día de 150 a 900 litros, lo que es una leperada y que mata de sed a quienes vivimos aquí.
Si tomamos en cuenta la cantidad de 150 litros por turista utilizarían 26 millones 141 mil 700 litros de agua si se considera la cifra de 900 litros utilizarían al 156 millones 850 mil 200 litros de agua, solo en la temporada vacacional decembrina en curso.
Es decir, la población de la Ciudad de Oaxaca transfiere este recurso, el agua, a los empresarios hoteleros, restauranteros, guías de turistas, antros, cantinas y transportistas, que les traducen ganancias, mientras quienes no son parte del negocio pagan los “platos rotos” por la falta de agua, ya que la tienen que comprar cada vez más cara a piperos que por cientos cubren el faltante. Jugoso negocio.
La narcisista Saymi Pineda, está más preocupada en lucirse que en construir un propuesta de turismo sustentable, así lo demostró cuando se le atravesó al Rey de España (Felipe VI en, el marco de la inauguración de la edición 43 de la Feria Internacional de Turismo, que se celebró en Madrid en enero de 2023) a pesar que el presidente Andrés Manuel López Obrador le solicitó al rey ofreciera una disculpa a México, por el genocidio cometido en la época colonial, ante el silencio real, el mandatario pausó las relaciones con el Gobierno y reino de España, la funcionaría trastocó la política internacional del gobierno de México de la Cuarta Transformación y ese encuentro de banqueta con el rey de España lo difundió como un “logro” de su gestión turística.
Así también la vimos encabezar el primer desfile de la Noche de Rábanos, tal vez sintiéndose flor inmortal, por cierto por la imprevisión del evento se vino abajo unas gradas mal puestas en la Alameda Antonio de León, que dejó una decena de heridos y más de una docena de lastimados; ocurrencias que no forman parte de las tradiciones, de la cultura tangible e intangible de los pueblos de Oaxaca, que atentan contra ellas además con este concepto extractivista de turismo también afecta a los recursos naturales entre esto el hídricos. Pero todo eso le vale.
Según algunas cifras, en la ciudad de Oaxaca existen siete mil 183 habitaciones, ello sin contar la gran cantidad de habitaciones que se rentan de manera informal como cuartos de hospedaje: además los antros, cantinas, restaurantes y loncherías, que usan el agua para hacer negocio, a pesar de que su escasez es ya dramática.
La mayoría de los hoteles de Oaxaca no son amigables con el medio ambiente, pues esos siete mil 183 cuartos tienen una sistema de distribución del agua totalmente deficiente debido a que por ejemplo los huéspedes dejan correr el agua hasta 20 ó 30 minutos para que el agua caliente salga de la regadera.
Las fugas en las llaves, regaderas y los tanques de los excusados son frecuentes, el riego de los encantadores prados de los bonitos hoteles es a placer, muchos de ellos cuentan con albercas, así podemos decir que el desperdicio de agua es significativo, mientras que en las cerca de 200 colonias no tienen agua ni para lavarse los dientes, menos para bañarse.
Qué decir del Cabildo y de Francisco Martínez Neri, presidente del Municipio de Oaxaca de Juárez, enfrascado en satisfacer su ambición política que lo ha llevado a la confrontación con su antigua aliada la diputada por Morena, Liz Arroyo, porque se pelean con dimes, diretes y amenazas por el jugoso negocio que resulta el Gobierno capitalino al que pueden llegar a través de los próximas elecciones de junio de este 2024.
El edil hizo pública su omisión al no comprometerse a resolver la carencia de agua en Oaxaca, cuando en entrevista (15-Dic. 2021 NVI Noticias) continfleo, siendo aún presidente electo que: “A pesar de que no es un tema del Gobierno Municipal, debe interesarse en resolver la problemática”.
Quién le dijo a Martínez Neri que no es tema del gobierno del Municipio de Oaxaca la falta de agua. ¿Entonces para qué aceptó el cargo de presidente municipal él y su cabildo, cuyos regidores tienen una dieta de cien mil pesos mensuales?
Lo que ha hecho hasta ahora por la falta de agua es una reunión con Omar Pérez Benítez, titular de Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SOAPA) -a finales de agosto de 2023- con los 13 agentes del municipio de Oaxaca que desgobierna, cuya principal preocupación fue el robo de alcantarillas, que continúan y tampoco hay solución a la falta de agua para la ciudad que se muere de sed.
Eso sí presumio que hablaron de manera “franca y abierta”, de qué sirve eso sin solución, sin denunciar la corrupción que ha existido en el organismo hoy llamado SOAPA antes Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SAPAO) .
Tan no le importa al edil, que no ha querido resolver la crisis de la basura, y se negó a pedirle ayuda a Claudia Sheinbaum Pardo, cuando era jefa de Gobierno de la Ciudad de México,durante el año pasado para resolver la crisis de la basura y poner en marcha el programa Basura Cero e instalar una planta de transferencia como la que existe en la Delegación de Azcapotzalco de la CDMEX.
Es necesario decir que el problema de la basura está ligado íntimamente con el agua, ya que la terrible contaminación de los ríos Salado y Atoyac, sin dejar de lado el de San Felipe, provocan la contaminación de los mantos freáticos de los que se surten los municipios a quienes les da el servicio SOAPA.
Hasta la Comisión de Nacional Derechos Humanos, que preside Rosarios Piedra Ibarra, que emitió la Recomendación 57/2020 por la contaminación de los ríos Atoyac y Salado se hace la que no pasa nada, faltando a su obligación de velar por los derechos humanos a un ambiente sano. Le hemos solicitado una entrevista desde meses atrás pero nos niega el derecho a la información.
Cabe señalar que emboletaron al gobernador Salomón Jara Cruz, cuando lo hicieron presidir un evento -18 de octubre del 2023- en Palacio de Gobierno donde se anunció que había llegado el principio del fin del problema de la basura ya que se iba a construir el Centro Integral de Revalorización de Residuos Sólidos Urbanos (CIRRSU) en el municipio de San Pedro Totolápam, con una inversión de 600 millones de pesos, de esa fecha ahora ha transcendido que cuesta 900 millones de pesos, cuando que la Estación de Azcapotzalco de la CDMX ,que es le modelo a seguir, tuvo un costo de 385 millones de pesos, estando el dólar cuando se inauguró en 23 pesos.
Ahora el dólar se cotiza a 16.96 pesos, es decir que siendo la tecnología alemana extranjero bajaría su precio por lo menos un 35 por ciento, por la cotización del dólar, euro y peso pero en el realismo mágico de Oaxaca la hace subir el costo a casi al triple, siguiendo la máxima: “Has obra que algo sobra”.
Tal vez por eso que se antoja un jugoso negocio, la ratas no quieren la asesoría del Gobierno de la Ciudad de México, ahora gobernada por Martín Batres, quién por cierto inauguró otra estación de transferencia, la de la Alcaldía de Miguel Hidalgo está con un costo de 500 millones de pesos, considerada una de las mas modernas del mundo.
También salieron con que dice mi mamá que siempre no, que se va edificar el CIRRSU en el Cerro de El Crestón, de esta manera algunos mañosos pretenden echar abajo el Decreto de 1992 que creó la Zona de Reserva Ecológica que protege a los cerros de El Fortín, Cruz Blanca y El Crestón. A lo que se agrega la falta de un programa de manejo del arbolado urbano, lo que repercute en el ciclo del agua.
Toda esa zona, todos esos cerros, no solo unos pedazos como los disque parques ecológicos, nos dan estabilidad en el clima y generan lluvia, tómenlo en cuenta gandallas de Palacio que quieren aprovechar la necesidad del CIRRSU para justificar derogar ese Decreto. Parece que están siguiendo el manual de mañanas del presidente argentino, Javier Milei que cada que puede grita su lema: Viva la libertad carajo (para hacer transas).
Por todo esto, solo los habitantes de la ciudad de Oaxaca quienes tienen que afrontar el problema de la falta de agua y construir su propia alternativa; no permitir que los voraces de los cargos públicos y de representación popular se envuelvan con el manto de la Cuarta Transformación y la simpatía popular del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer de las suyas.
La solución a la falta de agua está contruirla desde abajo, desde la organización popular.
@MiguelASchultz
@OaxLineas