El último informe de bienestar económico y social que elabora la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) coloca a Brasil por delante de México en la clasificación de calidad de vida. Los dos países están, junto con Chile, a la cola de los 36 países analizados (la mayoría economías avanzadas, pero también algunas emergentes): México es el penúltimo, solo por delante de Turquía, Chile se sitúa en el puesto 34 y Brasil, en el 33. En los primeros lugares, Australia, Suecia y Canadá.
El índice alternativo al Producto Interior Bruto (PIB) de la OCDE para medir el bienestar económico y social toma en cuenta los indicadores de vivienda, ingresos, empleo, comunidad, educación, medio ambiente, compromiso cívico, salud, satisfacción ante la vida, seguridad y balance entre vida y trabajo.
En cuanto a datos económicos, Brasil es el último en ingreso familiar disponible neto ajustado (el dinero que una familia gana al año, después de impuestos). Mientras que el promedio de la OCDE es de 23.047 dólares anuales, los brasileños cuentan con solo 10.225. En México (en el puesto 31 de 36) el ingreso familiar es más alto, 12.732 al año, pero el país se encuentra con otro problema añadido: la brecha entre los más ricos y los más pobres. La población situada en el 20% superior de la escala de ingresos gana 13 veces lo que percibe la población que ocupa el 20% inferior.
Respecto a empleo, tanto Brasil como México superan la media de ciudadanos entre 15 y 64 años con trabajo remunerado de la OCDE, situada en el 66% del total. Más del 68% de los habitantes de Brasil se encuentran en esta situación (80% de los hombres y 56% de las mujeres), mientras que en México son más del 60% (78% de hombres, 43% de las mujeres). En este país, cerca del 29% de los trabajadores tienen un horario de trabajo muy largo, mucho más que la media de la OCDE, que ronda el 9%. De media, un mexicano trabaja 2.250 horas al año y es, después de Turquía, donde menos horas dedica al ocio y al cuidado personal. Brasil está, por el contrario, en el puesto 16 en cuanto horas dedicadas a la vida fuera del trabajo, y el porcentaje de empleados con prolongadas jornadas laborales se reduce al 13%.
Las cifras son menos alentadoras en cuanto a educación. El 41% de los adultos brasileños y el 36% de los mexicanos entre 25 y 64 años tiene un título de educación secundaria, frente al promedio general de 74%. En los dos casos, la proporción de tituladas es un poco menor que la de titulados.
La OCDE mide también la calidad de la educación a través del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés). El estudiante promedio de los 36 países obtuvo una calificación de 497 en lectura, matemáticas y ciencias. Brasil se quedó por debajo de la media, con 401 puntos, y México también, con 420. En toda la OCDE, en cuanto a nivel educativo, Brasil (puesto 33) y México (puesto 34) solo están por delante a Portugal y a Turquía.
El informe de bienestar de la OCDE analiza además otros indicadores, como la esperanza de vida, de 80 años de media, frente a los 74 que vive un ciudadano tanto en Brasil como en México.
El nivel de partículas contaminantes atmosféricas PM10, lo suficientemente pequeñas como para penetrar en los pulmones y dañarlos, es de 20 microgramos por metro cúbico en Brasil, cerca del promedio de 21 microgramos por metro cúbico y por debajo de los preocupantes 33 microgramos de México. En cuanto a vivienda, la familia promedio de la OCDE dedica el 21% de su salario a pagar el alquiler o la hipoteca y los gastos del hogar, lo mismo que en Brasil. En México el porcentaje es algo menor, del 18%.
A pesar de las peores condiciones socioeconómicas de Brasil y México respecto al resto, ambos están ligeramente más satisfechos con su vida que el promedio de la OCDE. El 85% de los mexicanos y el 82% de los brasileños dicen tener más experiencias positivas que negativas a diario, frente al 80% de media global.
El Índice para una Vida Mejor fue creado a partir de las recomendaciones de una comisión dirigida por dos premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Amartya Sen, y el economista francés Jean-Paul Fitoussi. La OCDE ofrece por primera vez en español la herramienta interactiva en la que plasma los resultados de su informe. La web, que se estrenó en 2011, ya tenía versiones en inglés, francés y ruso y ha recibido más de 1,8 millones de visitas en dos años, informa Alejandro Bolaños.
*Tomado de El País, 28 de mayo de 2013.