A partir de este jueves la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) asume el mando pleno de las operaciones militares en Libia, luego de 12 días de iniciada la invasión encabezada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
El proceso de transferencia del mando de los Estados Unidos a la OTAN se inicio ayer miércoles y se concluyó este jueves, por lo que tiene bajo su control todos los efectivos militares de las potencias capitalistas que atacan a Libia.
El traspaso se determinó el pasado domingo en Londres, donde las naciones que integran la OTAN acordaron que este organismo se hiciese cargo del control y coordinación de las acciones contra el Gobierno del líder libio, Muammar Al Gaddafi.
La operaciones militares contra Libia se realizaban desde el gran cuartel general de la OTAN en Europa, situado en Mons, sur de Bélgica, pero ahora estarán dirigidos desde el centro regional de mando de Nápoles, sur de Italia, por el general canadiense Charles Bouchard.
Esta nueva etapa del conflicto en Libia, vigente desde las 06:00 horas GMT de este jueves, comienza en el momento que Estados Unidos y Reino Unido estudian la posibilidad suministrar armas a los rebeldes libios, acción sobre la que han expresado su rechazo naciones como Bélgica, Italia, Noruega, miembros de la OTAN y Rusia.
El pasado miércoles, medios estadounidenses e internacionales anunciaron que el presidente de esa nación norteamericana, Barack Obama, suscribió una orden presidencial secreta que autorizó el desarrollo de operaciones encubiertas para apoyar a los rebeldes en Libia.
Según indicó primero la agencia británica Reuters y posteriormente confirmó la cadena de televisión estadounidense ABC News, la orden “no instruye” a los agentes encubiertos para que armen a los rebeldes pero prepara esa posibilidad y otras si el presidente decidiera seguir esa ruta en el futuro”.
Al tiempo que se reveló la existencia de la orden para armar a los rebeldes. El diario The New York Times publicó que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por su sigla en inglés) cuenta con agentes clandestinos en Libia para recolectar datos que faciliten los ataques aéreos militares y entablar contactos con los rebeldes.
Según el rotativo neoyorquino, que cita a funcionarios estadounidenses que hablaron bajo la condición del anonimato, al contactar con los grupos rebeldes los representantes de la CIA esperan poder tener una mejor idea de quiénes encabezan este movimiento y qué ideas defienden.
Estas informaciones coincidieron con el anuncio del Ministerio de Exteriores del Reino Unido la renuncia del canciller de libia, Moussa Koussa, sobre quien la cancillería británica además aseguró que se encuentra en Londres.
El pasado 07 de marzo, antes de que comenzara la agresión militar imperialista contra su país, Koussa, denunció existía una conspiración extranjera liderada por Estados Unidos contra Libia.