Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
La delegación en Oaxaca de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) es la más numerosa del país, dada la importancia de los pueblos originarios en la entidad, que suman 16 etnias y cerca el 90 por cierto del territorio oaxaqueño pertenece a ellos, por lo que se supondría que para el Gobierno Federal hay una política preferencial. Sin embargo, la realidad es otra, hay poco interés de la federación para atender a la población indígena, prueba de ello es el despido de 23 trabajadores que realizó en diciembre pasado, cuyo pecado fue demandar seguridad y estabilidad en el empleo, como lo marcan las leyes laborales que rigen en el país.
La antropóloga Nayeli López Sánchez informó que la toma de la delegación, ubicada en la zona norte de la ciudad, se realizó el pasado 7 de enero, por lo que están por cumplir un mes, sin que sus demandas, de ser reinstalados, sean atendida por las autoridades de la CDI, por lo que recurrieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
De acuerdo con informaciones, también han sido separados de sus cargos otros asalariados más de los centros de Siloacayapan, Jamiltepec y Nochixtlán, por lo que suman en total unos 60 trabajadores, principalmente mujeres, lo que resulta una situación doblemente difícil, porque muchas de ellas son responsables de la manutención de sus familias e incluso, en las oficinas de la ciudad de Oaxaca; fue corrida una mujer embarazada, lo que también hace ver que toda esa política en torno a garantizar los derechos de la mujer, más aun cuando está en estado de gravidez son en realidad letra muerta.
En la presente administración del presidente Enrique Peña Nieto la política del “ni los veo ni los oigo”, frase del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, es una ley de oro, que se respeta a píe juntillas, porque se han dirigido a la titular de la CDI, Nuvia Mayorga, sin que respete el derecho de audiencia, lo que pinta de cuerpo entero un régimen, donde los derechos labores y humanos son letra muerta. También, han sido despedidos asalariados de la Radiodifusora Cultural Indigenista XEJAM, “La Voz de la Costa Chica” en Santiago Jamiltepec.
El despido a mansalva se realizó el 18 de diciembre de 2015, cuando unos 40 trabajadores de la CDI fueron reunidos en las instalaciones de la delegación, en donde así de sopetón les notificaron verbalmente que la relación laboral que tenían se terminaba a partir del 31 de diciembre de 2015, dándoles como único argumento que esa fue la indicación de la dirección nacional de la CDI.
Así, el viernes 18 de diciembre, sin miramiento alguno, les dieron 15 minutos para firmar sus finiquitos, por lo que sin recursos de defensa, los condicionaron a aceptar o sufrir las consecuencias de su negativa, en el sentido que la oferta podría ser cancelada. Al momento un trabajador firmó, ante la advertencia que los recursos, para sus finiquitos, que no liquidación como marca la ley, serían regresados a México, a la Secretaria de Hacienda y Crédito Público, lo que podría implicar que ya no se les entregara.
Pero llama la atención que se inició de nueva cuenta la contratación de personas, lo que resulta ilógico, si el criterio era la aplicación del recorte presupuestal, por lo que uno también se atreve a pensar que atrás de esta acción, se limpió la delegación de la CDI en Oaxaca, porque desde esta instancia se puede también inducir el voto a favor del partido gobernante a nivel federal que es el PRI. Más aún que la delegación había estado en manos del ingeniero Jorge Toledo Luis, senador suplente de Eviel Pérez Magaña, en ese momento aspirante a la candidatura priista al gobierno del estado.
La funcionaria que les notificó la determinación de la dirección nacional de la CDI fue la contadora pública Amable Cecilia Cruz Lozano, subdelegada Estatal. Sin embargo, los despedidos son testarudos en la defensa de sus derechos, por lo que salieron con su domingo siete, cuando están por cumplir un mes de mantener su protesta exigiendo lo que por derecho les corresponde.
@MiguelAschulz