Ciudad de México.- Así como la Emergencia Sanitaria provocada por el Covid-19 ha resaltado la solidaridad, el altruismo y la empatía entre la sociedad, en contraste ha sido catalizador de otras problemáticas sociales, una de ellas la discriminación y la violencia contra la mujer, aseguró la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre.
“Las mujeres han experimentado una sobrecarga del trabajo que realizan en el hogar, el cuidado de niñas y niños, personas mayores, con discapacidad o quienes se encuentran enfermos, lo que ha derivado en el incremento de prácticas que violentan gravemente su bienestar físico y mental”, mencionó.
La pandemia ha develado el grado de machismo y violencia contra la mujer -que ya existía-, la profundización de la violencia sexual y doméstica, la continua feminización de la pobreza y la proliferación de barreras a la atención médica.
En este sentido, la coordinadora del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo (GPPT) solicitó a la Junta de Gobierno del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) dar prioridad a la atención de las denuncias presentadas por mujeres y niñas que han sufrido algún tipo de discriminación durante la Emergencia Sanitaria.
Mediante un Punto de Acuerdo presentado a la Comisión Permanente, también pide a Conapred y al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) informar de las acciones que se han implementado, así como de los programas para combatir y erradicar la discriminación y la violencia contra este sector.
Asimismo, exhorta a los tres Poderes de la Unión y a los tres órdenes de Gobierno para que generen medidas eficaces para mitigar la violencia contra las niñas y mujeres, así como a garantizar el acceso a los servicios públicos y privados y a la justicia.
En el documento presentado, señaló que de marzo de 2020 a la fecha, el Conapred registró un aumento de denuncias por actos de discriminación cometidos contra mujeres y niñas.
Al cierre del año, de las 463 peticiones recibidas, del 19 de marzo al 31 de diciembre de 2020, 245 fueron hechas por mujeres (52.9 por ciento), 215 hombres (46.3 por ciento) y en 10 (2.15 por ciento) no se precisó.
Un ejemplo de las manifestaciones de violencia y discriminación que han sufrido las mujeres desde el inicio de la pandemia es aquella infringida hacia las médicas, enfermeras y auxiliares que durante el año 2020 fueron objeto de agresiones por parte de personas que las consideraban como medios de transmisión para la enfermedad.
“Estas valientes mujeres han brindado un gran servicio al país en extenuantes y heroicas jornadas en hospitales y otros centros de salud. Ellas han arriesgado su vida por el pueblo mexicano. No solo luchan contra el virus de la Covid-19, sino que también, tristemente han recibido hostigamiento, insultos, amenazas y agresiones en algunas comunidades, en el transporte, la vía pública o incluso en sus propios hogares, lo cual dificulta que puedan cumplir con su trabajo de manera segura”, lamentó.
Por ello, también conmina al Inmujeres a continuar impulsando políticas públicas que garanticen los derechos de las niñas y mujeres en México, así como a garantizar la transversalidad del principio de igualdad de género en las políticas públicas del Gobierno Federal y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) atender, de manera oportuna, a las víctimas con el fin de combatir y erradicar este tipo de prácticas.
“En tiempos de la Covid-19, es indispensable vigilar y garantizar que los derechos humanos de todas las personas sean respetados. Es momento de seguir fortaleciéndonos como una sociedad sin dogmas, uniendo nuestras voluntades y esfuerzos. Es la calidad humana de las y los mexicanos lo que nos permitirá recuperarnos de los estragos de la pandemia”, concluyó.