* Se dará paso a fraccionamientos de lujo
Miguel Ángel Schultz
Con sorpresa este 13 de octubre -tenía que ser viernes 13, considerado de mala suerte y lo peor en víspera de un eclipse solar, potente mala suerte-, se filtró un video de los acuerdos de negociaciones políticas alcanzados entre representantes de la Sección 22 del SNTE-CNTE y los gobiernos estatal y federal que pueden representar la destrucción ambiental del Cerro del Crestón, uno de los más bellos del Valle Central de Oaxaca, para dar paso a una exclusiva zona residencial de la ciudad de Oaxaca.
Don Crestón regula el clima, evita tolvaneras al romper los vientos, proporciona esparcimiento, pero sobre todo atrae las nubes, que se enamoran de él, para dejar caer la lluvia y sus aguas que recargan los mantos freáticos de una sedienta capital del estado, de poco más de 300 mil habitantes.
Es decir que si se lotifica su suelo quedará bajo toneladas de cemento que elevarán las temperaturas acelerando el cambio climático que vivimos.
Si continúan fraccionando los cerros que rodean la ciudad alejarán las nubes y con ellas se irá el agua, también se impedirá la recarga del manto freático, la falta de agua ya de por sí escasa, la sed que padecemos se volverá insaciable; que por la escasez ya sólo se les tandea, en algunas colonias y agencias cada 25 o 30 días, no es por espantar pero estamos al borde de una crisis hídrica por el cambio climático, es decir nos quedamos sin agua.
Ya en la ciudad de Oaxaca hay protestas por la falta de Oaxaca, como la reciente realizada por la Agencia de Pueblo Nuevo. Además, la catástrofe ambiental en la que vive, se ha extendido al Valle Central de Oaxaca, resultado de la incapacidad del cabildo del Municipio de Oaxaca de Juárez, que preside Francisco Martínez Neri, que no han resuelto la crisis de la basura, que ha costado ya más de 150 millones de pesos e incrementado la contaminación de los ríos Atoyac y Salado.
Los acuerdos de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)- Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que encabeza Yenny Pérez; la Secretaría de Gobernación, María Luisa Alcalde; de Educación, Leticia Ramírez Amaya; con la participación del titular del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), Emilio Montero Pérez y del Gobierno de Salomón Jara, no pueden ir en contra de los compromisos históricos que tiene el Movimiento Democrático de los Trabajadores de la Educación de Oaxaca (MDTEO), iniciado en 1980, con lo que él mismo llama, la “Ciudad de la Resistencia”.
Hay que traer a la memoria cuando surgió la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), del 17 al 21 junio de 2006, en el Edificio Central de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca (UABJO), uno de sus compromisos fundamentales fue la defensa de la “Madre Naturaleza” en particular el de la ciudad de Oaxaca de Juárez y de su patrimonio cultural tangible e intangible.
Recordemos a los miles y miles de hombres y mujeres que salimos a las calles durante la rebelión popular del 2006 a defender los árboles de Zócalo y la democracia, entre otras demandas.
Un año atrás, el gobernador Ulises Ruiz Ortiz inició un programa de remodelación del Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca, eso a la larga provocó la resistencia popular para detener la privatización del patrimonio cultural; los emblemáticos Laureles de la India, que fueron declarados hijos bastardos por “exóticos”, al prevalecer el criterio del filántropo Alfredo Harp Helú, que lo ha remodelado a placer.
En abril del 2005, por los trabajos que se realizaban en Zócalo, cayó el primer Laurel de la India, eso provocó la indignación de la población; hubo protestas, incluso duras críticas por la pasividad de las familias que por décadas han habitado en la Ciudad de la Resistencia, ya que quienes salieron a defender el arbolado fueron principalmente avecindados que decidieron vivir aquí.
Se calificó al pueblo citadino de medroso, agachón, sometido, de tener atole en las venas y efectivamente, el pueblo es como el atole, eso dicen, tarda para calentarse pero para enfriarse tarda más, pero pasado un año arrasó con los policías que la madrugada del 14 de junio arremetieron en contra del plantón magisterial que abarcaba unas 56 calles del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca, producto de la lucha que cada año, desde 1980, realiza el Movimiento Democrático Magisterial.
El operativo coordinado por Jorge Franco Vargas, entonces secretario General de Gobierno, dejó unos 100 heridos, decenas de encarcelados y liberados; fue un festín violento que se extendió hasta después de las siete de la mañana apoyado por un helicóptero matrícula XAUCJ, desde donde se arrojaban bombas lacrimógenas, que cuando pasaba a vuelo raso hacía temblar los techos de las casas provocando espanto.
La madrugada de ese 14 de junio, el miedo hizo correr a todos, hombres, mujeres, niños, pero el espanto no fue suficiente para atracar las puertas, por el contrario cientos de habitantes del Centro Histórico abrieron los zaguanes de sus hogares para dar refugio a los perseguidos, golpeados y heridos.
También de las casas salieron piedras, palos, agua y vinagre para lavar los cuerpos impregnados de gas lacrimógeno.
El edificio histórico de la Sección 22 del SNTE, ubicado en la calle de Armenta y López, fue asaltado por la policía. Radio Plantón, que ahí opera, destrozada, fue reducida al silencio.
Grupos de las hordas de policías salieron del Hotel Marqués del Valle, sus dueños, la familia Rule hoy se han apropiado del Portal de Clavería y lo han convertido en un tianguis.
A la 8 de la mañana de ese 14 de junio del 2006, la noche de terror había pasado; los contingentes de la organizaciones populares del Frente de Sindicatos y Organizaciones Democrática de Oaxaca (FESODO), de la Sección 22 del SNTE, entre otras muchas más, se habían reagrupado, retomando el Centro Histórico de la Ciudad de Oaxaca, desalojando a los represores.
En el Cerro del Crestón, apareció un gran letrero con piedras blancas que decía: Fuera Ulises Ruiz.
Es necesario que los actuales dirigentes de la Sección 22 del SNTE retomen las demandas de la APPO, en defensa del medio ambiente de la ciudad de Oaxaca; también hubo oposición popular a los cuatro carriles del cerro de El Fortín, lo que impidió que le rajaran la panza para hacerle un túnel, rechazo que también hubo y hay a la velaría del auditorio Guelaguetza.
Sigue vigente el repudió a la privatización de nuestras tradiciones ofertadas al mejor postor. Boletos de la Guelaguetza revendidos a 40 mil pesos.
Esos acuerdos de la Sección 22 del SNTE y las autoridades de Gobierno compromete construir un hospital en el maravilloso Cerro del Crestón o en San Andrés Huayapam, por lo que se tendrá que echar abajo el Decreto de 1992 que crea el Área natural protegida y reconocida por el Plan de Ordenamiento de la Zona Conurbada de Oaxaca de1994.
Los cerros que rodean la ciudad de Oaxaca están protegidos desde 1937, por el visionario Decreto, durante el gobierno del General Lázaro Cárdenas, que creó el Parque Nacional Benito Juárez, asentado en territorio de los municipios de Tlalixtac de Cabrera y San Andrés Huayapam, así como en el Ejido Donají, San Felipe del Agua y San Pablo Etla.
Decreto al que se opusieron los dueños de estos territorios, que conformaron el 21 de febrero del 2001, en San Andrés Huayapam, el Frente de la Cordillera Norte, que sumó a más de 80 comunidades y ejidos desde Díaz Ordaz, Tlacolula; Santa del Valle, el Tule, Nochixtlán, Tejúpam, Tamazulapan, Coixtlahuaca, Tepelmeme, Tlacotepec Plumas, que colinda con el Estado de Puebla.
En el video filtrado se dan a conocer las negociaciones alcanzadas, en la Ciudad de México, entre la Secretaría de Gobernación, el IEEPO y el Comité Ejecutivo de la Sección 22 del SNTE-CNTE.
La defensa de la Madre Naturaleza por parte del Frente de la Cordillera Norte no fue ni ultranza ni negativa, al contrario fue ejemplar y positiva, al remarcar que el Frente fue fundador de la APPO. Ya que, a finales de la década de los años 2000, volvió a impedir se abriera el Libramiento Norte, y con ello se ha protegido los cerros que nos dan la vida.
No se trata de negar u oponerse a la construcción del hospital reclamado por la Sección 22 del SNTE, sino por un lado ver la mejor opción sin abrir las fauces de la especulación inmobiliaria, se tienen el terreno de lo que son hasta ahora las instalaciones de la Zona Militar de Ixcotel y el ex penal de Ixcotel, que se dijo, durante el pasado sexenio de Alejandro Murat, que podría construirse una zona comercial, hay terreno más que suficiente para no romper el ecosistema de la ciudad de Oaxaca.
También están los predios de la ex fábrica de Triplay, donde se tiene proyectado construir el Parque Primavera.
En el Crestón se puede edificar un proyecto ambiental que beneficie a toda la parte norponiente de la ciudad, área empobrecida, donde se enseñorea la miseria.
Que se beneficie a sus propietarios con un desarrollo ecoturístico sustentable y se le quite a los especuladores y fraccionadores, que pagan chicles por terrenos de alto valor, altísimo valor comercial.
Otro elemento que jugará un papel importante en defensa del decreto de 1992 que protege toda la parte norte de la Ciudad de Oaxaca, es que hoy en día las normas y reglamentos que protegen los patrimonios declarados de la humanidad por la UNESCO, también contemplan de manera rigurosa el entorno de estos.
Sin duda, los habitantes de la Ciudad de la Resistencia tienen y tenemos un largo camino que recorrer, en estos momentos de las grandes transformaciones, cuando los viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer, como cada día recuerda el presidente Andrés Manuel López Obrador.
@MiguelAschultz