Entrelíneas
Miguel Ángel Schultz
La gubernatura de Oaxaca fue entregada al grupo que representa Luis Videgaray Caso, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, quien fue el dique que contuvo el escándalo de las lujosas propiedades del ahora gobernador Alejandro Murat Hinojosa, tanto en México como en Estados Unidos, junto con su padre el ex gobernador José Murat Casab, que encabezó el guiso del llamado Pacto por México, donde se embarcaron tanto el PRI como el PAN y PRD y dieron como fruto del amasiato las Reformas Estructurales, que permitió presentarlas al presidente Enrique Peña Nieto.
La decisión de buscar otro candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Gobierno de Oaxaca, que no fuera Murat Hinojosa, fue tomada por Peña Nieto y consensada con Manlio Fabio Beltrones, por lo que se barajaron los nombres de Samuel Gurrión Matías, Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva y Eviel Pérez Magaña, por parte del PRI, y como plan B Gerardo Gutiérrez Candiani, dirigente empresarial en el país.
Pero la intervención de Videgaray Caso, desmontó la guillotina para los Murats, logrando convencer al gran elector Peña Nieto, que ganaría Alejandro Murat, pese al escándalo de las propiedades, que llegó a su clímax en febrero pasado.
En esta vorágine de señalamientos se involucró incluso a la esposa del hoy gobernador, Ivette Moran Rodríguez, al hacerse público que a inicios del año 2007, compró un lujoso departamento, que se ubica en la calle 40 West 55 Unidad 6C de la ciudad (que nunca duerme) Nueva York con valor de un millón 180 mil dólares, que en pesos mexicanos sería de 22 millones 384 mil 600 pesos, tomando el valor del peso al día de ayer de 18.97 pesos por dólar.
Videgaray Caso tuvo razón y Alejandro Murat la gubernatura, sin importar los métodos empleados que le han permitido, no sólo ganar en las urnas, sino hacerse del poder anticipadamente, al enfrentar una oposición política “cebada” anticiparse al inicio de su gobierno y desmantelar las estructuras legales que fueron fruto de un sueño democrático del pueblo de Oaxaca, traicionado por el llamado “Gobierno del Cambio”, que encabeza Gabino Cué Monteagudo.
Todo había sido miel sobre hojuelas, hasta que Videgaray Caso tuvo la ocurrencia de invitar a la Residencia Oficial de Los Pinos, el 31 de agosto pasado, a Donald Trump, candidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos, quien ha hecho de las ofensas a México y a las y los mexicanos, uno de los ejes de su campaña electoral.
Fue tal la repulsa provocada por ese desatino, que el todo poderoso secretario de Hacienda y Crédito Público, considerado por la clase política de México como el Virrey del sexenio, tuvo que ser echado de la función pública, que no del poder al seguir al lado de Peña Nieto. Sin embargo, la invitación del republicano molestó a la candidata a la presidencia de EU por el partido Demócrata, Hillary Clinton, quien se vaticina que ganará la presidencia del vecino del norte, con ello los días del PRI en el poder en México están contados.
En Oaxaca este cambio de escenario ha fortalecido al grupo de poder que representa el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz, quien desde que se dio el estrepitoso fracaso electoral del PRI, al perder siete de 12 gubernaturas, en las elecciones pasadas, tuvo que renunciar Fabio Beltrones, quien al parecer tuvo que tragarse todos los sapos que le dio a comer Videgaray Caso, quien influyó para que Peña Nieto, en mayo, se pronunciara por las bodas entre las personas del mismo sexo, llamados los matrimonios gays.
Además de la presión de los conflictos generados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la devaluación del peso frente al dólar, la creciente inseguridad y la designación de pésimos candidatos, así como el rechazo que inspira Peña Nieto fueron elementos que influyeron en la estrepitosa derrota del PRI, que sólo vio en Fabio Beltrones al responsable, por lo que lo destriparon.
La visita a Oaxaca del dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, le abrió la oportunidad a Ulises Ruiz, de cuestionarlo a fondo, de llamarlo frívolo, que se pasa haciendo “bravatas y malos chistes” a dirigentes de otras fuerzas políticas, que no escucha a la militancia priista y que no propone a la discusión de una agenda nacional, “que transforme para bien la vida de México”.
Asimismo, Ulises Ruiz dio a conocer una serie de nombres de posibles candidatos a la Presidencia de la República, con lo que se abre de lleno la contienda electoral del 2018, al menos dentro del PRI, por lo que, en una carta dirigida a Ochoa Reza, presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de su partido le expresa:
“Tenemos en el PRI a muchos cuadros como José Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Ivonne Ortega Pacheco, José Narro Robles, Manlio Fabio Beltrones, Eruviel Ávila o José Calzada, entre otros distinguidos mexicanos y mexicanas comprometidos con el país”.
Este pronunciamiento también representa el sonido de los tambores de guerra, para la administración del gobernador Alejandro Murat, que si bien ganó y tiene doblada a la oposición del PAN, PRD, PT, no con ello tiene aún el control político de Oaxaca, que ganó con poco más de un tercio de los electores oaxaqueños. Por lo que la disputa está abierta entre dos ex gobernadores José Murat y Ulises Ruiz, porque bien pudo hacer este pronunciamiento en otras latitudes, que no fuera en el corral donde el gallo que se supone que manda es Alejandro Murat.
@MiguelAschulz
