* El músico y compositor se presentará el jueves 26 de octubre a las 20:00 horas en la Sala Principal
Ciudad de México.- “Hace 22 años estuvimos en el Palacio de Bellas Artes en México. Ese recuerdo está en mi corazón y por eso regresar aquí es un milagro que le debo a ustedes, al público, porque es como regresar a mi casa, a mi tierra, con mi gente. No hay palabras para agradecer el tesoro de volver a México”, afirmó Arturo O’Farrill, músico y compositor mexicano radicado en Estados Unidos.
En entrevista el heredero del músico cubano Chico O’Farril anunció su presentación para el próximo 26 de octubre a las 20:00 horas en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes, acompañado de su agrupación musical Afro Latin Jazz Orchestra (ALJO).
En esta ocasión presentaremos “un programa muy bueno, porque vamos a tener temas que son verdaderamente de son jarocho amplificado con la Big Band, una mezcla increíble de la música de jazz de Nueva York y de sones de Veracruz, aderezadas con temas de mi padre, Chico O’Farrill, que cambiaron la historia del jazz”, aseveró.
El concierto, en el cual también participará el colectivo Conga Patria Son Jarocho, forma parte de las actividades del Festival Internacional Cervantino en la Ciudad de México y cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
En conferencia de prensa virtual, el subdirector general de Bellas Artes, Héctor Romero Lecanda, aseguró que para el Inbal “es un orgullo formar parte del FIC y contar con la presencia de Arturo O’Farril e invitados en el Palacio de Bellas Artes, recinto emblemático de la cultura en México”.
Este es un recinto -dijo el funcionario en representación de la directora General del Inbal, Lucina Jiménez López- que se abre a todos los géneros artísticos, sin importar disciplina o género. Lo importante en todos los casos es la excelencia de los artistas que se presentan en el recinto. Por eso, en el Inbal estamos contentos de recibir a Arturo O’Farrill y a su extraordinaria orquesta, quienes brindarán un concierto que de antemano sabemos que será algo inolvidable”.
En la conferencia de prensa, O’Farril comentó acerca del interés de fusionar el jazz de la Big Band con el son jarocho, siguiendo la tradición de hacer música de grandes compositores mexicanos.
De ahí surgió el interés de O’Farril y la ALJO de interpretar y grabar el material de los dos álbumes en los que participa el Colectivo Conga Patria Son Jarocho, el primero de los cuales, Fandango at the Wall, se grabó principalmente en el muro fronterizo entre México y Estados Unidos y, el segundo, Fandango at the Wall in New York, que ganó el Premio Grammy 2023 al Mejor Álbum de Jazz Latino.
“Quisimos reunir estos dos géneros, y digo reunir porque ambos tienen los mismos orígenes: es música migratoria y es puro México, porque los músicos de son jarocho han abrazado al mundo y lo que estamos haciendo es un ejemplo para el mundo”.
Al respecto, consideró que su padre, Chico O’Farril, fue un migrante revolucionario que vino de Cuba y se fue a Nueva York, donde se puso a tocar jazz. “Todos quedaron sorprendidos. Esa es la historia del inmigrante, que va y cambia el mundo con su música, su comida, etc. El ejemplo que me dejó es que voy a seguir con esa misión”.
Luego expresó: “Me acuerdo oír esas músicas y siempre pensé en combinarlas, porque el arte del son jarocho es el arte de la improvisación y eso mismo es lo que hacemos en el jazz. Para mí esa es la cosa en común entre el jazz y el son, por eso digo que las estamos reuniendo nuevamente”.
Acerca de la situación actual en el mundo, el también académico consideró que el músico “siempre debe de tocar, aún en los momentos más apremiantes, en los desastres, y esa es nuestra voluntad. Ayer en un ensayo en Los Ángeles vi a mis alumnos que estaban tristes por los sucesos en Medio Oriente y les dije que el músico tiene que tocar en momentos de tragedia. Somos como sacerdotes y tenemos que estar y celebrar en todo momento. Sufrimos, pero siempre tenemos que cantar y bailar”.
Profesor de Estudios Globales de Jazz y Decano Asistente de Equidad, Diversidad e Inclusión en la Universidad de California de Los Ángeles, O’Farrill abordó el tema de la música en la educación y subrayó que este es un tema en el que está completamente comprometido: “Tengo una Alianza Afrolatina con maestros en Nueva York y vamos a construir pronto un centro educativo, porque para mí lo más importante como ser humano no es componer ni tocar, sino ayudar a la educación, contribuir a la paz en el mundo.
“Cuando tenía 16 años vi a mi padre muy callado, trabajando en la minería y ponía comida en la mesa, pero estaba triste. Luego se convirtió en músico y con ello fue un revolucionario. Yo dije: voy a tocar música, aunque no haga dinero. Por eso creo que el joven que quiera hacer música, quizá no haga dinero, pero será feliz y tendrá paz y eso es lo que llevamos a la gente. Tenemos que reinventar la música y nosotros estamos haciendo jazz nuevo con fusiones, reinventándonos cada vez”.
“Creo que no se puede separar la música de los sentimientos social y político. La música de los sesentas y setentas estaban muy metidos en lo político. Hicimos un disco que habla del racismo y del dolor en Estados Unidos por problemas de racismo, pobreza, crimen, el problema anti-inmigratorio. A Estados Unidos viene gente de Venezuela, Cuba, Nicaragua y otros, países que no han sido tratados bien. Creo que cuando se toma un piano, un instrumento musical, se está logrando paz y se está haciendo un acto revolucionario”, consideró.
En el concierto de Arturo O’Farrill y The Afro Latin Jazz Orchestra de Nueva York participará el colectivo Conga Patria Son Jarocho que encabeza el maestro Patricio Hidalgo, quien en la conferencia virtual celebró que luego de tres siglos de historia el son jarocho comenzó a coquetear con el jazz y eso permitió participar con O’Farrill, en un disco que obtuvo el Grammy.
“Solo alguien con esa intuición y talento de O’Farrill lo hizo posible. El son tiene profundas raíces, pero toca temas de hoy y sabemos que este hermanamiento puede llegar muy lejos, subrayó.
Y agregó: “Fandango significa orden en el caos, una armonía que genera felicidad, abrazos. Ahora vivimos una especie de nuevo fandango con esta combinación de jazz y son, una variante, un nuevo sonido que no existía antes de este proyecto. También se zapatea, se improvisa en los versos y la música. Siempre estaremos dispuestos a hacer algo nuevo y distinto: Vivimos un nuevo fandango.
Por su parte, Jorge Francisco Castillo, músico y activista, fundador y organizador del Fandango Fronterizo Tijuana-San Diego, aseguró: “El son jarocho ya salió de Veracruz y empezó a distribuir su belleza por el mundo. Todos estamos unidos en este mensaje al mundo de que la música puede derribar barreras y es un rezo colectivo. La migración mejora muchas cosas. El son ya migró y ahora está por todo el mundo con O’Farril, sonando con la Big Band y las jaranas”.
Débora Holtz, conductora y especialista en música latina, gestora de la presencia de O’Farrill en México, comentó que el invitado de honor este año en el FIC es Estados Unidos y a propósito del tema de la migración hoy en día “no hay nadie que represente mejor este cruce de culturas que el propio O’Farrill, quien nació en México y vive y trabaja en Estados Unidos.
Eso dio la oportunidad de que el FIC considerara a Arturo para este concierto en el Palacio de Bellas Artes, por lo que estamos muy agradecidos con el Inbal y su directora Jiménez López, de presentarlo en la Meca de la cultura en México, el Palacio de Bellas Artes. “Será algo histórico”.