México.- Un diálogo franco y honesto propuso el presidente Felipe Calderón los organizadores de la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, a fin de escuchar sus razones y explicar las del gobierno federal en las acciones que realiza para combatir la inseguridad.
Dijo que como Presidente de la República y padre de familia comparte el enorme dolor de la ciudadanía ante la violencia generada por la criminalidad y el deseo de contar con un México en paz, sin violencia, liberado del azote de la opresión y la criminalidad.
“Yo también quiero un México en Paz, yo también quiero un México sin violencia, yo también quiero un México liberado del azote de la opresión y la criminalidad”, enfatizó en el Salón Ávila Camacho de la residencia oficial de Los Pinos.
Al saludar a la movilización encabezada por el poeta Javier Sicilia que concluyó la víspera en el Zócalo capitalino, el titular del Ejecutivo dijo que puede o no estar de acuerdo con los distintos puntos que se expresan sobre el tema de seguridad, pero ello no excluye la posibilidad del diálogo.
“Podemos estar de acuerdo o no con distintos puntos que se expresan -dijo- pero eso no excluye la posibilidad y responsabilidad de dialogar, escucharnos y entendernos para definir lo que sea mejor para el país”, resaltó.
“Por eso quiero reiterar que a mí me interesa dialogar, escuchar las razones y las propuestas que se plantean, y a la vez me interesa que se conozcan las razones del gobierno que encabezo y se conozcan también las acciones que hemos puesto en marcha para combatir el grave problema de inseguridad”, abundó Calderón Hinojosa.
Durante la firma del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal de Competencia Económica, del Código Penal Federal y del Código Fiscal de la Federación, el presidente Calderón llamó a que la violencia y la brutalidad que tanto daño hacen a la sociedad “no dé cabida a la desesperanza, a la crispación o al encono”.
Recordó que México necesita una sociedad unida ante el clamor de paz, ante el odio y la falta de sentido humano de la delincuencia, y que frente a la intransigencia de la violencia y la criminalidad, anteponga la razón y la voluntad de todos los mexicanos para lograr la paz con justicia en libertad y democracia que todos anhelamos.
Acompañado por los secretarios de Gobernación, Francisco Blake Mora; de Economía, Bruno Ferrari y de Hacienda, Ernesto Cordero, rechazó cualquier pretensión que busque obtener ventajas políticas o satisfacer intereses con el tema de la seguridad.
En este marco, refirió que se trata de actitudes inadmisibles que los mexicanos sin duda sabrán juzgar y poner en su lugar.
Propuso a la sociedad concentrar toda su energía en promover los cambios que requiere el país y que insista en la depuración y profesionalización de las 31 policías estatales del país y de las 32 procuradurías de Justicia en todas las entidades de la República.
“Que la ciudadanía no quite el dedo del renglón para que todos los gobiernos de los estados y el federal, avancemos en al implementación de las reformas al Sistema de Justicia Penal”, recalcó.
Además, solicitó a la ciudadanía que exija a los gobiernos de todos los niveles que ejerzan los recursos destinados a la seguridad y que lo hagan con transparencia y eficacia, pues la lucha por conquistar un México seguro, libre y justo, “debe ser tarea de todos los mexicanos”.
Antes, el mandatario explicó que la nueva ley de Competencia, aprobada por los legisladores y que fortalece a la Comisión de Competencia Económica (Cofeco), permitirá a través de tres ejes, ejercer su labor con mayor eficiencia, al disminuir la carga administrativa del organismo.
Ello, mediante la simplificación del régimen de notificaciones y la reducción de litigios innecesarios, lo cual mejora y agiliza la relación entre ésta y los actores económicos.
Además, la nueva ley permitirá que las empresas investigadas puedan presentar al pleno de la Cofeco sus argumentos de forma oral, en tanto que obliga a ésta a expedir criterios técnicos, por lo menos cada cinco años en diversas materias, a fin de brindar mayor certeza a todos los agentes económicos.
Con ello, anotó Calderón Hinojosa, “gana la competencia, la transparencia y, desde luego, la certeza jurídica para que los actores económicos puedan ser escuchados antes de la resolución de la Comisión”.
Y, como tercer eje, está el hecho de que la nueva ley fortalece la política de competencia en México, al otorgar mayores facultades a la Cofeco para sancionar verdaderamente las prácticas monopólicas.
Así, abundó, se da una respuesta contundente a una de las principales deficiencias que tenía la ley hasta ahora y que era precisamente, que la Cofeco no tenía capacidad eficaz para hacer valer sus sanciones.
Es decir, “coloquialmente se decía que no tenía dientes. Este tema se ha resuelto con esta reforma”.