Entrelineas
Miguel Ángel Schultz
Oaxaca se encuentra dentro de las entidades de país con una alta incidencia de cáncer, principalmente en mujeres y niños, detectándose en menores 85 nuevos casos de cáncer el año pasado, según lo reportó Armando Quero Hernández, oncólogo del hospital de la Niñez Oaxaqueña “Doctor Guillermo Zárate Mijangos”.
De acuerdo con especialistas, el cáncer en menores es más complicado de atender, debido a que su organismo aún no se ha desarrollado y dado el atraso de la medicina en la entidad. No existen las condiciones para que reciban el tratamiento adecuado. Eso es en parte lo que sucede en Oaxaca y provoca alarma que la Secretaria de Salud haya comprado un aparato obsoleto, que en poco ayudará a recuperar la salud a niños con cáncer.
Uno de los métodos para atender los diversos tipos de cáncer es la radioterapia externa o radiación de rayos externos, para lo cual se requiere un aparato que se le conoce como acelerador línea, el cual dirige los rayos de alta energía desde fuera del cuerpo hacia el tumor.
La eficacia del tratamiento depende en gran medida de la tecnología del acelerador lineal, por ello el equipo es de tecnología de punta y el tratamiento tendrá mayor éxito. Sin embargo, si es un aparato anticuado y en desuso, la radiación emitida no será de alta precisión y queda una mayor área del cuerpo expuesta a la radiación que provoca serias consecuencia en los enfermos de cáncer.
En los primeros días de diciembre pasado se efectuó una licitación para adquirir un acelerador línea cuyo costo fue superior a los cien millones de pesos. Pero se optó, según ha trascendido por un acelerador línea anticuado, por lo que es urgente que las autoridades estatales aclaren que tipo de máquina que se adquirió y se transparente la información que hay sobre esta compra.
Como sabemos la Secretaría de Salud está acéfala desde los primeros días de junio cuando renunció su entonces titular, Germán Tenorio Vasconcelos, por lo que fue nombrado Héctor González como encargado de despacho, quien al no tener el nivel de secretario, sino como su nombre lo indica, es encargado, está atado de manos para tomar cualquier decisión dentro de esa institución, que es una de la áreas más importantes del gobierno.
Por ello, quien toma las determinaciones administrativas, en este caso decidió sobre la compra del acelerador lineal, y es Hugo Espinoza Morales, subsecretario general de Administración y Finanzas de los Servicios de Salud, nombrado el 19 de febrero del 2015, cuatro meses antes de la salida de Tenorio Vasconcelos.
Este personaje, Espinoza Morales, ha aparecido en lugares claves ya que fue nombrado director de Relaciones Laborales del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en el año 2013, en plena crisis de la institución y anteriormente ocupaba el cargo de subsecretario de Patrimonio, Recursos Materiales y Servicios de la Secretaria de Administración que preside Alberto Vargas Varela. Y en el caso de salud sustituye al subsecretario General de Administración y Finanzas de los Servicios de Salud, Rafael Pérez Gavilán, quien fue asesinado en su casa, pocos días después de dejar el cargo, el 6 de marzo del año pasado.
En el caso del acelerador lineal es necesario que las autoridades del sector salud del Gobierno del Estado aporten todos los elementos necesarios para aclarar dicha compra, que incluso se dijo que la empresa que lo vendió es de Roberto Madrazo Pintado, quien ya negó dicha compraventa. Héctor González ha dicho que todo se ha realizado de manera transparente, pero las dudas que hay al respecto es saber la marca y modelo del acelerador comprado, por el bien de la salud, sobre todo de la niñez oaxaqueña con cáncer.
También, llama la atención la celeridad del gobernador Gabino Cué para nombrar al relevó en la Secretaría de Desarrollo Social y Humano, cuyo titular Alejandro López Jarquín, renuncio el pasado 19 de enero, donde apenas y pasó un mes, cuando la Secretaría de Salud sigue acéfala desde hace más de nueve meses.
@MiguelASchulz
