Veto sindical Porfirio Santibáñez Si quiere conservar sus altos niveles de aceptación, uno de los datos más relevantes que el gobernador Gabino Cué deberá valorar a la hora de realizar sus próximas designaciones es que muchos oaxaqueños asumieron literalmente sus promesas electorales y están tomando en serio el cambio prometido.
Las reacciones que han sucedido a varias de las designaciones recientes demuestra, es decir muestra al demos, lo anterior.
En este contexto, el rechazo de la Sección 22 a la designación de Irma Piñeyro como Secretaria General de Gobierno (SEGEGO) no es un hecho menor como tampoco lo es la protesta de trabajadores de la secretaría de salud al saber que se estaba tratando de incorporar nuevamente a la estructura administrativa de la misma a funcionarios de sexenios anteriores.
El paso que posiblemente darán enseguida los maestros de la Sección 22 será el de vetar la designación de Bernardo Vásquez Guzmán como director general del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), lo cual meterá a la nueva administración en un verdadero brete del que solo podrá salir con inteligencia, flexibilidad y decisión.
La primera señal de que esta vez la designación de funcionarios no iba a ser como en el pasado fue la reventada que le dieron a la intención de convertir a Raúl Bolaños Cacho en el líder de la cámara; luego vino el veto virtual de personajes como el pintor Francisco Toledo quien sugirió al gobernador electo no reciclar a políticos desgastados.
En contraste, las designaciones de Adelfo Regino Montes como Secretario de Asuntos Indígenas (SAI) y Rufino Domínguez como Director General del Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante (IOAM) tuvieron un margen de aceptación considerable por lo que representan.
Tanto los trabajadores organizados de la secretaría de Salud como los del magisterio están ejerciendo, en los hechos, una especie de derecho de veto popular que no se había visto en ningún sexenio anterior y que probablemente llevará al gobierno del estado a buscar la manera de enmendar esta plana, asumir un control de daños y replantear el perfil de quienes en el futuro inmediato vayan a ser designados como funcionarios.
Los dos activistas sociales recientemente designados seguramente solo serán objetados por la prensa mercenaria, independientemente de que su incorporación al aparato administrativo llevará caras frescas, ideas diferentes y posiblemente una política moderna, incluyente con los resultados que la sociedad está reclamando. Abundaremos…
